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Medio ambiente

Agricultura propone la sanción mínima para el marido de Oriol: 200.001 euros por ampliar su mansión en Cabañeros

Mónica Oriol y su marido hacen obras en la finca protegida que tienen en un Parque Nacional

El Organismo Autónomo de Parques Nacionales, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha propuesto una sanción de 200.001 euros a inmobiliaria del Bullaque SA por irregularidades en las obras de reforma y rehabilitación realizadas en finca Cabañeros, en pleno parque nacional del mismo nombre. Así lo ha podido saber infoLibre de fuentes conocedoras del proceso. Inmobiliaria del Bullaque es la empresa que administra esta finca propiedad de la familia del naviero Alejandro Aznar, marido de Mónica de Oriol, la polémica expresidenta del Círculo de Empresarios. Sus 7.000 hectáreas pertenecen al término municipal de Alcoba de los Montes (Ciudad Real).

Pese a que Agricultura considera que la propiedad de esta finca famosa por sus cacerías ha cometido una infracción muy grave al haber practicado actuaciones sin permiso en este espacio altamente protegido, el castigo se queda en la parte más baja de la horquilla de las infracciones muy graves. La sanción máxima en esta categoría es de dos millones de euros. La ley aplicable según las citadas fuentes es la 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

Desde el pasado 4 de noviembre, infoLibre ha venido informando de estas polémicas obras que han estado en el punto de mira de los ecologistas por sus sospechas de que no se habían ajustado a los permisos solicitados y otorgados. Después de la primera de estas informaciones, la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y Ecologistas en Acción presentaron una denuncia ante el Organismo Autónomo de Parques Nacionales exigiendo la paralización de las obras y la restitución del daño causado a este espacio protegido. 

Fuentes de Parques Nacionales consultadas por este diario ya informaron entonces de que la propiedad de la finca estaba practicando trabajos que no se ajustaban a la licencia solicitada. Según pudo saberse gracias a una respuesta parlamentaria al Partido Socialista, la familia Aznar había pedido al parque que le diera luz verde a trabajos de "albañilería auxiliar", mejoras en la red de saneamientos y en las instalaciones eléctricas y de calefacción, así como aislamientos e impermeabilizaciones. En definitiva, una obra menor.

Pocos días después de que entrara al Parque Nacional de Cabañeros la denuncia de las asociaciones ecologistas un equipo del citado espacio protegido se personó en finca Cabañeros para comprobar si las obras se ajustaban a los servicios autorizados.

Fuentes de Parques Nacionales subrayan que, en lo que tiene que ver con la mansión en sentido estricto, la construcción, a priori, no presentaba problemas. No obstante, el informe no fue concluyente en tanto en cuanto las obras no estaban finalizadas. 

Pero la sorpresa llegó cuando los agentes constataron que junto a la vivienda se estaban desarrollando dos obras que brillaban por su ausencia en la autorización. Se trata, según las mismas fuentes, de la construcción de un aparcamiento con capacidad para 16 vehículos y de una explanada cuya extensión supera los 1.000 metros cuadrados. Esto ocurrió el 14 de noviembre

Licencia a posteriori

Un mes después, Inmobiliaria el Bullaque fue informada de la apertura de un procedimiento sancionador por la presunta comisión de una infracción muy grave de la ley de declaración del Parque Nacional de Cabañeros. 

La propiedad de la finca respondió a finales de enero con un escrito de alegaciones en el que aseguraban que los permisos para el aparcamiento y la explanada estaban en tramitación y se solicitaba, por tanto, el archivo del expediente abierto. No pasa inadvertido, no obstante, que la fecha de solicitud de las licencias, según fuentes del Parque Nacional de Cabañeros, fue el 5 de diciembre –el informe de autorización llegó cinco días después–. Es decir, inmobiliaria del Bullaque no pidió autorización para el aparcamiento ni para la explanada, destinada a la evisceración de piezas de caza, hasta que se publicaron las informaciones que apuntaban a posibles irregularidades en finca Cabañeros y se presentaron las denuncias. 

Uno de los argumentos esgrimidos por los propietarios para el archivo fue del de que las citadas obras no causaban nigún tipo de impacto en el paisaje ni daño medioambiental.

En la propuesta de resolución, con fecha del pasado 27 de marzo, Agricultura recuerda que la ley de declaración del Parque Nacional de Cabañeros considera "muy grave" la realización de obras sin licencia en el interior de este espacio protegido. Y que, pese a que desde la propiedad de la finca se insiste en que los permisos estaban en tramitación, cuando se inició el procedimiento, en noviembre de 2014, no había rastro de autorización porque se solicitó a posteriori.

Sin noticias sobre el camino sobre la Cañada Real Segoviana

En la propuesta de resolución de Agricultura no figura nada sobre las modificaciones que la propiedad de finca Cabañeros ha practicado sobre una vía pecuaria que pasa por la Cañada Real Segoviana. Se trata de una competencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. En este caso, sí se solicitó licencia, pero los trabajos ejecutados la sobrepasan.

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Tanto la Junta de Castilla-La Mancha como Parques Nacionales, dependiente de Agricultura, coinciden en que el permiso que solicitaron los Aznar-Oriol para realizar mejoras en el camino no coincide con los trabajos practicados y que, en realidad se ensanchó la vía afectando a la vegetación.

No fue el 6 de noviembre, cuando saltaron las primeras informaciones al respecto y los ecologistas emprendieron las primeras acciones legales, cuando el departamento de Agricultura del Gobierno de María Dolores de Cospedal (Partido Popular) aseguró que a la vuelta del verano se había abierto un expediente por las modificaciones realizadas en la vía pecuaria. Esta denuncia, que sería el resultado de una inspección de las obras por parte de un agente medioambiental del parque, está en manos de los servicios periféricos de Ciudad Real. A día de hoy, no hay noticia del avance del expediente.

Con la nueva pista que ha resultado de la modificación del camino ya son tres los accesos que conducen a la casa de campo de los Aznar-Oriol. Uno de estos senderos que, según insistien fuentes ecologistas, son perfectamente transitables, está ubicado a "unas pocas decenas de metros" del que ha experimentado los cambios; el otro, a unos cuatro kilómetros. El nuevo acceso, de firme similar al de una carretera como puede apreciarse en la imagen que acompaña a esta información, podría proporcionar una forma más cómoda de acceso a los invitados que acuden a las famosas cacerías que se convocan en los terrenos que rodean a esta mansión.

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