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Elecciones 24-M

El PP asume que el 'caso Aguirre' le ha supuesto perder al menos un concejal

La presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre, insistió a lo largo de toda la campaña electoral de este 24 de mayo que había vuelto a la primera línea de la política para hacer frente a la izquierda radical de Podemos que, en el caso del Ayuntamiento de Madrid, venía encarnado por Ahora Madrid, la candidatura encabezada por la jueza Manuela Carmena. A la vista de los resultados, su misión ha fallado. Ni el presidente del PP y del Gobierno pensaba que el golpe iba a ser tan fuerte. A la hora de poner en contexto los resultados obtenidos –21 escaños frente a los 20 de Ahora Madrid y sin posibilidad de sumar con Ciudadanos– las fuentes consultadas coinciden en apuntar como una de las claves las informaciones publicadas por infoLibre en las últimas semanas sobre los ingresos de Aguirre en 2013 y los negocios de su marido, Fernando Ramírez de Haro.

Comparando los 'trackings' electorales del PP de Madrid de las últimas semanas con el resultado obtenido en la noche electoral, los dirigentes del partido coinciden en que el caso Aguirre ha tenido un pésimo efecto sobre la candidatura de la presidenta de los conservadores madrileños. Un efecto que se traduce "en la pérdida, al menos, de un concejal".

"Pero no se trata de un concejal cualquiera. Se trata de 'el concejal', con mayúsculas", subraya uno de sus compañeros de candidatura. No en vano, es ese asiento en el pleno municipal que habría permitido que Aguirre se convirtiera en alcaldesa al no sumar mayoría absoluta Ahora Madrid y PSOE.

Según datos del Ministerio del Interior, una vez escrutado el 100% de los votos en la ciudad de Madrid, la candidatura de Aguirre se quedó a 7.839 votos de obtener un edil más. El último concejal electo fue el número 20 de la lista de Ahora Madrid.

"Circunstancias dificilísimas"

Ya la noche electoral, tras conocer sus resultados, la propia Aguirre reconoció que las "circunstancias" de las últimas semanas habían sido claves en su mal resultado. "Unas circunstancias dificilísimas", según precisó.

La presidenta del PP de Madrid llegó al día de los comicios sin aclarar su relación con los negocios de su marido, Fernando Ramírez de Haro, desveladas por este diario durante las dos últimas semanas. Y habiendo abierto una guerra contra el Ministerio de Hacienda, dependiente del Gobierno de su partido, después de que infoLibre desvelase lo datos de sus ingresos en 2013, algo se había negado de forma reiterada a hacer público. 

El mismo día que se publicó que en 2013 había ganado 369.000 euros como autónoma –básicamente por su trabajo para la empresa de cazatalentos Seeliger & Conde–, pidió a la Fiscalía General del Estado que abriese una investigación al respecto y también a Hacienda. "Al que le pique, que se rasque", llegó a decir a los periodistas que le reclamaron una reacción sobre el motivo por el que no había hecho públicos sus ingresos hasta ese momento.

Pasarse "de rosca"

La posibilidad de perder el Ayuntamiento de Madrid, como el resto de plazas clave, han sumido a los dirigentes del partido en el pesimismo. Pese a que Aguirre se ha granjeado múltiples rivales internos a lo largo de su carrera política y a que llegó a presentarse como salvadora del partido, cunde el malestar y la preocupación. Esto, no obstante, no es óbice para que muchos de sus compañeros de partido coincidan en que su reacción al caso que le ha afectado a ella y a su marido no ha sido la adecuada.

"Polarizó tanto la campaña que los electores llegaron a interpretar que votar a Ahora Madrid era votar contra ella", interpreta un dirigente a preguntas de este diario. A su juicio, Aguirre se "pasó de rosca" en sus ataques a Carmena y en lugar de movilizar más al electorado que siempre votó al PP pero que se había distanciado en los últimos meses, logró el efecto contrario: movilizar el voto de izquierdas a favor de la candidata de Ahora Madrid

Las fuentes consultadas también apuntan a un cambio de tendencia en el comportamiento de los electores. En este sentido, subrayan que Aguirre puede haber sido una de las primeras políticas víctimas del castigo por haberse metido de lleno en la "puerta giratoria", nombre con el que se conoce el fenómeno mediante el que los cargos públicos pasan de las instituciones a la actividad privada. "A la gente no le gusta oír que se ganan esas cantidades en la vida privada cuando, al mismo tiempo, estás coqueteando con la política", subrayan.

¿Fue un error volver?

Cuando Aguirre dejó la Comunidad de Madrid en manos de Ignacio González en septiembre de 2012, la opinión más extendida en el partido era la de que se iba para no tener que hacer frente a los recortes en sanidad y educación que se avecinaban. Era, en términos taurinos, algo que le gusta mucho a Aguirre, "irse por la puerta grande" –la que se abre después de una gran faena– tras encadenar sobradas mayorías absolutas. "¿Se arrepentirá de haber vuelto?", se pregunta un diputado nacional.

La presidenta del PP de Madrid fue designada candidata por Rajoy por su propio empeño, no porque fuese la cabeza de lista favorita del jefe de los conservadores. Rajoy tiene fama de ser paciente antes de ver cómo sus rivales internos se desgastan hasta el infinito. Mucho tiene que cambiar la posición de Aguirre en el PP de Madrid como para ser un actor clave en el futuro de su partido.

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