Zaragoza
Pedro Santisteve, desde las plazas del 15-M a la Alcaldía
Hace justo cuatro años, cuando la acampada de indignados de la Puerta del Sol de Madrid comenzó a tener réplicas en las plazas de otras ciudades españolas, Pedro Santisteve (Zaragoza, 1958), abogado penalista y profesor universitario, no dudó en acercarse a la movilización que ya comenzaba a surgir en su ciudad, Zaragoza.
El campamento del 15-M se levantó precisamente en la Plaza del Pilar, donde está situado el ayuntamiento que este sábado de dispuso a liderar aupado por la candidatura de confluencia Zaragoza en Común, en la que están representadas Podemos, IU, Equo y otras formaciones minoritarias. Esta lista fue la más votada en la izquierda, por delante del PSOE, partido al que necesita para ser investido regidor y que está previsto que este sábado le dé su apoyo. El 24-M fue su estreno en la política tradicional, pues las únicas elecciones a las que se había presentado hasta entonces eran las del Colegio de Abogados.
El 15-M, en el origen
"La utilidad del 15-M es haber removido las conciencias y hacer notar que esta generación vive peor que sus padres", dijo a Heraldo de Aragón en 2011, cuando junto a otros profesores universitarios acudió a esa plaza para dar argumentos a los indignados. Por entonces este movimiento todavía no se había convertido en un sujeto capaz de agitar el tablero político, pero Santisteve ya hablaba en un lenguaje muy similar al que se ha hecho familiar entre los líderes de Podemos.
De hecho, en su momento definió el movimiento de los indignados como "el despertar de una generación que no vivió el proceso constituyente español y saca a la luz las graves deficiencias del régimen nacido en la Transición" y "una respuesta al déficit democrático y al nulo desarrollo del estado social". Ahora, aunque fue la apuesta pública del secretario general de Podemos Aragón, Pablo Echenique, insiste en que no está afiliado a ningún partido.
Defensa de los presos
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En la candidatura que lidera, según dijo en una entrevista en El Periódico de Aragón, hay gente que se define como "de centro, reformistas y hasta liberales". Sin embargo, sus convicciones de izquierda son claras. En su trayectoria destaca la vinculación a colectivos de familiares y amigos de presos críticas con el sistema penal y en defensa de los derechos humanos. En 1993 fundó la Asociación de Seguimiento y Apoyo a Presas y Presos en Aragón (ASAPA), que siete años después fue galardonada por el Gobierno de Aragón con la Medalla al Mérito Social.
En 1994, a través de ASAPA criticó el funcionamiento y "la continua indefensión" que sufrían los presos del centro penitenciario de Daroca, un municipio de la provincia de Zaragoza. En particular, denunció la paliza que había recibido un recluso delante de sesenta testigos. La dirección del centro penitenciario lo denunció ante los tribunales por declaraciones –recogidas en prensa– como que es "muy normal y corriente que se apalee a un preso". La Audiencia Provincial de Zaragoza lo condenó en 1997 por un delito de calumnias a la pena de multa de 10 meses a razón de 200 pesetas diarias. Pero Santisteve recurrió al Tribunal Constitucional, que le dio la razón en 2001.
En los años noventa también comenzó a dar clases como profesor asociado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, donde hasta este curso ha impartido la asignatura de Derecho y Ética, de cuarto curso. Sus alumnos le recuerdan con una frase que les solía repetir: "los abogados somos ingenieros de la vida social". Defensor de la educación pública, ha formado parte también de la asociación de padres y madres del colegio Joaquín Costa y del Consejo Escolar en el IES Ramón y Cajal. Santisteve también ha estado vinculado al movimiento vecinal a través de la Asociación de Vecinos Lanuza - Casco Viejo, el barrio de la capital aragonesa donde reside junto a su pareja, Ana Marco, y ha crecido su hija.