Carmena: “Queremos gobernar escuchando, que nos tuteen”

No hubo tamayazo. Ni sobresaltos. Manuela Carmena ya es alcaldesa de Madrid con los 20 votos de su formación, Ahora Madrid, y los 9 del PSOE. 29, mayoría absoluta. El número mágico que condena a Esperanza Aguirre a la oposición y pone fin a 26 años de gobiernos de la derecha en la capital de España, 24 de ellos de mayorías absolutas del PP. Eran las 11.29 de la mañana. La sala prorrumpió en un estallido de júbilo en cuanto se constató que había alcanzado el umbral, con gritos de "¡Sí se puede!" de la bancada de Ahora Madrid y aplausos de los concejales y de los invitados. Entre ellos, la cúpula de Podemos, encabezada por Pablo Iglesias. Aguirre sólo recibió los 21 apoyos de sus ediles y Begoña Villacís, la candidata de Ciudadanos, los 7 de su grupo. Todo olía a momento histórico. También se percibía en la calle, donde decenas de madrileños se agolparon para aclamar a la nueva regidora al grito de "¡Sí se puede!", "¡Manuelaaaaa!" y "¡Que sí nos representan!". 

El pleno de constitución del Ayuntamiento de Madrid salido de las urnas el 24 de mayo, las que confirmaron el enorme vuelco político del país, se desarrolló sin sobresaltos. Carmena, como concejala de mayor edad (71 años), fue la encargada de presidir la primera mesa, junto con la más joven (26), Rita Maestre, también de su grupo. Después, los 57 ediles juraron su cargo (los del PP), lo prometieron (como los del PSOE y algunos de Ahora Madrid, como la propia Carmena), lo prometieron “por exigencia legal” (otros de AM) o hasta lo prometieron soltando una expresión latina (“Omnia sunt communia”, “todo es de todos”, que dijo Guillermo Zapata, del grupo de Carmena). Entre tanta variedad, el “sí, simplemente prometo” de Antonio Miguel Carmona, el cabeza del PSOE.

A continuación, la votación en urna. Colocada junto a Carmena, tan alta que tuvo que ayudar a introducir su voto a Aguirre. Los concejales de Ahora Madrid y del PSOE no mostraron su papeleta, y la llevaban guardada en el sobre, tal y como este viernes adelantaron Carmena y Carmona, por la “absoluta confianza” que se tienen las dos formaciones y para evitar cualquier impugnación. La última en votar, la propia Carmena. La encargada también de sacar las papeletas de la urna y de enseñárselas a Maestre. Al proclamarse el resultado por el secretario del pleno, más aplausos, con los concejales de Ahora Madrid y PSOE puestos en pie. Ella aceptó su nuevo cargo "con muchísimo gusto". 

El salón de plenos estaba a rebosar de invitados y periodistas. Allí estaban los exalcaldes Juan Barranco (PSOE), José María Álvarez del Manzano (PP), Alberto Ruiz-Gallardón (PP) y la regidora saliente, Ana Botella. Pero la máxima expectación la generó la llegada de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, José Manuel López y Jesús Montero. Aparte de Juan Carlos Monedero, el ex número tres, que no llegó con el grupo pero que luego se situó con sus compañeros de partido en el palco. También acudió a la constitución de la nueva Corporación, en el céntrico palacio de Cibeles de la capital, el candidato a la Moncloa de IU, Alberto Garzón. 

Intentar espantar el "miedo"

Carmena dio muestras, desde el primer momento, de ser una alcaldesa distinta, de encabezar una política "diferente". No quiso blandir el bastón de mando. Tras las intervenciones de los cuatro grupos, tomó la palabra no para hacer el típico discurso de investidura, dijo, porque hay "demasiados discursos y pocas palabras", sino para adelantar que quiere cambiar "los métodos de trabajo" del Ayuntamiento. Su propósito es acercarse a la gente, que los madrileños le digan y el Gobierno atienda, que le corrijan cuando toque. "Queremos gobernar escuchando, que nos tuteen, que nos llamen por nuestro nombre de pila, que estamos para ellos, para mejorar Madrid, en la línea que nos digan. Somos sus servidores. No podemos olvidar que estamos a su servicio". Y en esta línea, avanzó que se plantearán plenos monográficos para discutir con profundidad, "con datos" y hasta con voces de expertos, de los problemas de la capital. Todo esto dirigiéndose al resto de ediles también de tú. 

La regidora subrayó que tiene el reto de intentar "seducir" a aquellos que no votaron a Ahora Madrid, y convencer a los que tienen "miedo" por el cambio. La fórmula será persuadir a través de las propuestas, con medidas de "equidad e igualdad, honestidad pública, estructuras de participación real y captación de inversión nueva y renovada". Carmena quiere abanderar lo que llamó la "política de cuidados, la cultura de las mujeres", donde tenga un enorme peso la dedicación de los que "sufren" en la ciudad. 

Advertencia de Aguirre al PSOE

El contraste con el discurso anterior, el de Aguirre, era total. Sí felicitó a la alcaldesa y le deseó "suerte y acierto" en sus decisiones, pero volvió a sus embestidas contra Ahora Madrid por representar el "cambio radical". La expresidenta, y ya líder de la oposición en el Ayuntamiento, recuperó su sorprendente análisis del 24-M: que el PP fue la fuerza más votada, con 44.000 sufragios más que la lista de unidad popular, que los madrileños han decidido un giro, pero "moderado", y que de hecho la suma de votantes de posiciones "moderadas" –según ella, el PP, PSOE y Ciudadanos– fue "muy superior" a la opción que "pretende cambiar de forma radical los fundamentos de la política española". Dos tercios frente a "un tercio", dijo.

Recordó que propuso a Carmona asumir la totalidad de su programa con tal de que Carmena no llegase a la Alcaldía. Oferta que rechazó. Pero Aguirre no perdió la ocasión de advertir del "fracaso" que acompañó a los socialistas cada vez que "apoyaron cambios radicales", como el tripartito en Cataluña. A medida que la concejala avanzaba en su relato, más aplaudían vigorosamente los miembros de Podemos. Ello le dio pie a volver a reclamar el cambio de la Ley Electoral, para que gobierne la lista más votada y se acabe la "opacidad" de los pactos. 

Aguirre afeó a Carmena que aparece como una alcaldesa "llena de incógnitas". "No sé cuál es su ideología. Parece que consideró valioso el esfuerzo que los españoles hicieron durante la Transición y que también valora positivamente la Constitución del 78. Pero parece que el partido que sostiene su candidatura [Podemos] se declara contrario a la Constitución y a la Transición. A la primera la consideran un candado a romper". Más aplausos y risas de la cúpula del partido morado. 

Carmena no quiso dar réplica a su oponente durante su discurso. Luego explicó, en rueda de prensa que no iba a perder "ni cinco minutos" en contestar a"juegos de partido", y reiteró que la suya no es una lista de una formación, sino una plataforma ciudadana. "Mi manera de responder es la marca de actuación de la Alcaldía. Lo importante es lo que hagamos y conforme lo hagamos se nos juzgará". 

"Lealtad vigilante" del PSOE

Carmona, a su vez, ofreció a Carmena y al nuevo equipo de gobierno la "lealtad vigilante" de su grupo, y reclamó "unidad en los objetivos". Insistió en que los socialistas son "garantía del cambio tranquilo", y en que se empleará a fondo para disipar todo el "miedo" que puedan tener los inversores. También se felicitó de que a partir de ahora pasen por el pleno cuestiones que son competencia de la Junta de Gobierno, de forma que los nueve ediles socialistas sean "relevantes". El portavoz socialista recordó los pilares de su programa, compartidos por Ahora Madrid. Y le dedicó un capítulo a la necesidad de garantizar un "Madrid honrado", donde no quepan ni "corruptos, ni golfos, ni inmorales". Carmona aprovechó para recordar el fallecimiento, el pasado martes, de su compañero Pedro Zerolo, edil en el Ayuntamiento desde 2003 hasta su muerte. Momento en que todos los concejales se pusieron en pie, aplaudiéndolo. 

Una Villacís notablemente nerviosa aseguró que el papel de Ciudadanos será "constructivo" y que no hará "oposición por oposición". Se situará en la "centralidad" y aplicará el "sentido común". También Carmena prometió contar con el partido naranja y piropeó a su portavoz como una política "muy inteligente y sagaz". La portavoz de su grupo, Rita Maestre, tendió asimismo la mano a C's, agradeció el apoyo del PSOE y calificó el día de "histórico", porque "el cambio que lleva tanto tiempo fuera de las instituciones" ha entrado en ellas.  Prometió que el nuevo Gobierno se dejará "la piel" y acabó con un "sí se puede". 

Las primeras medidas y la Junta de Gobierno

Al acabar el pleno de constitución, Carmena recibió las felicitaciones de los exalcaldes Gallardón, Álvarez del Manzano y Botella –no hubo la foto típica del traspaso de la vara de mando, la exmujer de José Aznar siguió la sesión desde la grada de invitados, al lado de su antecesor–. Y después se dirigió a las puertas del palacio de Cibeles, donde estaba congregada una multitud de ciudadanos que la jalearon y vitorearon, eufóricos, con gritos de "¡Sí se puede!" y "¡Que sí nos representan!", en una señal de que el 15-M sí se sentía identificado con ella. Un apoyo popular que, para la primera edil, demuestra que "Madrid está muy vivo" y deseoso de "cambio". 

Carmena dirigió a las 14 horas su primera Junta de Gobierno. Corta, para aprobar la nueva estructura [consúltala aquí en PDF], en la que tendrán un papel crucial la primera teniente de alcaldesa y titular del Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, y Rita Maestre, la nueva portavoz y coordinadora del equipo ejecutivo y de las relaciones con el pleno. Nacho Murgui será el segundo teniente de alcaldesa y responsable de Coordinación Territorial y Asociaciones. Le siguen en el organigrama Mauricio Valiente (tercer teniente), Rita Maestre, Carlos Sánchez Mato (Economía y Hacienda), José Javier Barbero (Salud, Seguridad y Emergencias), Pablo Soto (Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto), José Manuel Calvo (Desarrollo Urbano Sostenible), Inés Sabanés (Medio Ambiente y Movilidad) y Guillermo Zapata (Cultura y Deportes).

En total, nueve áreas de Gobierno, tres carteras más que en el Ejecutivo saliente de Ana Botella. El resto de ediles se encargarán de presidir las 21 juntas de distrito de la capital, a las que Ahora Madrid quiere dotar de más competencias. Maestre, Barbero, Soto y Calvo son miembros de Podemos; Sabanés lo es de Equo; Valiente y Sánchez Mato venían de IU y Zapata procede de Ganemos.  

Después, las tres comparecieron en rueda de prensa, rodeadas por los otros 17 concejales de Ahora Madrid. La regidora no quiso hacer una introducción, prefirió aplicar su doctrina de "escuchar" también a los periodistas y les dio la palabra enseguida, "sin anestesia". Contó que las dos primeras medidas urgentes de su Ejecutivo serán asegurar la alimentación de los niños que sufren malnutrición, aunque no concretó cómo se va a articular, y procurar que exista una alternativa habitacional cuando se produzcan desahucios. Asimismo, se priorizará la creación de empleo y la puesta en marcha de una Oficina Antifraude, como quería el PSOE. 

Los 20 concejales de Ahora Madrid se recortarán el sueldo para ajustarlo a su código ético. Así, la nueva alcaldesa cobrará 48.398,53 euros brutos anuales, y por debajo el resto de ediles. El sobrante podría dedicarse a un fondo social, aunque no está claro. Pero "no hay propósito" de aplicar ese mismo tijeretazo al resto de ediles, dado que la modificación de retribuciones es competencia del pleno. "Más adelante, ya veremos". Tampoco se tocará el sueldo a los funcionarios "en ningún caso". Se limitará asimismo el personal de confianza, el número de eventuales. La Corporación pretende que sean los menos posibles, ya que quire tirar de los funcionarios. Para ello, la gerente se encargará de buscar los perfiles para dotarse así de los "mejores asesores". Sí habrá fichajes próximos de especialistas en transparencia, adelantó. 

Carmena acudirá al palacio de Cibeles en transporte público, como ha venido haciendo hasta ahora. Muchos madrileños la han podido ver en el metro y hablar con ella y contarle sus problemas, cosa que ella agradece. En Cibeles, por cierto, tendrá su despacho, el heredado de Gallardón, "excesivísimamente grande" y que quiere reorganizar para sacarle más partido. Su intención es recibir "a todo el mundo que lo solicite".