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Crisis en la eurozona

El Eurogrupo concluye sin acuerdo sobre Grecia y rechaza un tercer rescate

Imagen de archivo que muestra el letrero en la fachada de la sede del Fondo Monetario Internacional en Washington.

Los ministros de Economía de la eurozona concluyeron en la tarde de este martes su teleconferencia sin lograr un acuerdo de último minuto sobre Grecia, pese a que el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, había pedido una prórroga para evitar el impago cuando expire el programa actual esta medianoche, y tener así tiempo para negociar un tercer rescate de 29.100 millones de euros.  

El Eurogrupo tendrá una segunda reunión telefónica mañana miércoles para "evaluar" los detalles de la nueva propuesta griega. Esta medianoche, además del programa actual de rescate, también expira el plazo para que el Gobierno griego haga frente al pago de 1.500 millones de euros al FMI. "Es lamentable para Grecia que el programa de rescate expire sin ningún acuerdo que le dé seguimiento y que se pongan en riesgo los resultados positivos del programa", dijo el director del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, en un comunicado.

Por su parte, el ministro de Finanzas finlandés, Alexander Stubb, explicó que, de las tres peticiones incluidas en la carta remitida por el Gobierno griego, "la prórroga del rescate o la quita de la deuda no son posibles".

Grecia lanzó este martes una contraoferta a los acreedores para intentar evitar una ruptura. Según informó el diario The Guardian, el Gobierno heleno propuso a eso de las 16.00 horas un tercer programa de rescate a los socios, que iría acompañado de una reestructuración de la deuda y que excluiría del trato al Fondo Monetario Internacional (FMI). Fuentes del Parlamento Europeo confirmaron que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, viajó de urgencia a Bruselas para tratar de alcanzar un acuerdo antes de que el plazo expire a medianoche.

De este modo, el Gobierno de Tsipras propuso un programa de dos años de duración financiado por el MEDE, el organismo intergubernamental de la UE destinado a velar por la estabilidad del euro. La iniciativa, por tanto, no planteaba una extensión del rescate actual, sino que iniciaría un cuarto programa que debería ir acompañado de una reestructuración de la deuda. El Ejecutivo heleno, en cualquier caso, sigue queriendo celebrar un referéndum para que sus ciudadanos decidan sobre la conveniencia de aceptar o no el acuerdo con los acreedores.

En la mañana de este martes, el vicepresidente del Parlamento Europeo, Dimitrios Papadimoulis (Syriza), había asegurado que el Gobierno de Tsipras buscaría un acuerdo “hasta la medianoche” con los acreedores, si bien se negó a que este pacto postrase “de rodillas” a Grecia. Las condiciones que enumeró fueron la necesidad de “que se ponga fin a la austeridad, que haya un acuerdo creíble en términos económicos y con un compromiso firme para reducir la deuda no sostenible, y que incluya un paquete de crecimiento para que haya un crecimiento de la economía griega”. Los que dicen que el sí significa el euro y el no implica el dracma están mintiendo”, aseguró.

Lo que ocurra en Grecia decidirá el futuro de toda Europa. Esa es la idea que quiso transmitir Papadimoulis, que compareció en Bruselas acompañado de varios eurodiputados españoles de los grupos Verde y de la Izquierda Unitaria para asegurar que el Gobierno liderado por Alexis Tsipras hará “todo lo que esté en su mano” para alcanzar un acuerdo de última hora con la troika, pero que eso no implicará ponerse “de rodillas” y someterse “de manera incondicional”.

En una rueda de prensa convocada poco después del mediodía, los parlamentarios Miguel Urbán (Podemos), Marina Albiol (IU), Josep María Terricabras (ERC) y Jordi Sebastià (Compromís) quisieron mostrar su “solidaridad” con Grecia y su Gobierno, que se enfrenta a una posible suspensión de pagos en las próximas horas si no llega a un acuerdo con los acreedores para prorrogar el rescate y poder hacer frente a sus obligaciones. En este sentido, los eurodiputados españoles criticaron el “chantaje” que, a su juicio, está realizando la troika contra el Ejecutivo de Tsipras. Esa misma interpretación dio el propio Papadimoulis, que no obstante insistió en varias ocasiones en que “hasta esta medianoche queda tiempo para alcanzar un acuerdo, tal y como lo quiere el Gobierno griego pero también tal y como lo necesitan la eurozona y la UE”.

Porque ese fue uno de los argumentos con más fuerza del eurodiputado heleno: que lo que ocurra con Grecia en las próximas horas será fundamental para el futuro de toda Europa. “Esta es una lucha en pro de la democracia, de la dignidad, para que haya una Europa diferente al servicio de los ciudadanos y no al servicio de los bancos”, afirmó Papadimoulis, que calificó de “históricas” las próximas horas para acabar con una “austeridad salvaje” que “supone una enorme amenaza para todo el continente y los ciudadanos europeos”. Y dio las claves que, para Syriza, debe tener este acuerdo: “Que se ponga fin a la austeridad, que haya un acuerdo creíble en términos económicos y con un compromiso firme para reducir la deuda no sostenible, y que incluya un paquete de crecimiento para que haya un crecimiento de la economía griega”.

Aplauso al referéndum

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En este sentido, el vicepresidente del Parlamento Europeo alabó la decisión del Gobierno de su país de convocar un referéndumreferéndumsobre las propuestas de la troika y negó muy duramente el discurso que los líderes europeos –desde la canciller alemana, Angela Merkel, hasta el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker– llevan realizando sobre el mismo desde el momento de su convocatoria: “Los que dicen que el sí significa el euro y el no implica el dracma [como dijo, por ejemplo, el primer ministro italiano, Matteo Renzi] están mintiendo, y están ocultando sus objetivos políticos: que el Gobierno de Tsipras no sea más que un breve paréntesis de izquierdas”. Papadimoulis se mostró esperanzado en que la consulta influya a la hora de “cambiar la orientación de las negociaciones”.

“Las respuestas que den en las próximas horas los líderes europeos va a ser un reflejo y una muestra de cómo Europa va a resolver sus propios problemas, porque el neoliberalismo ha fracasado estrepitosamente”, insistió el eurodiputado heleno, que agradeció el apoyo de los grupos de izquierdas españoles. “Espero que [los acreedores], con el apoyo de otros países, entiendan que no es el momento del chantaje, sino de poner fin a la austeridad”, remachó. La respuesta se producirá en apenas unas horas, y aunque el protagonista directo es Grecia, el resto de Estados miembros de la UE están muy atentos al desenlace de la historia: “No está sólo en juego la superviviencia del pueblo griego, sino también la supervivencia de la idea de Europa como un conjunto que debe trabajar por el bienestar de los ciudadanos europeos".

La apertura mostrada por Papadimoulis en sus declaraciones contrasta fuertemente con la contundencia que mostró el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, al ser preguntado sobre si su país pagaría los 1.600 millones del plazo que debe al Fondo Monetario Internacional (FMI) y que vence este mismo martes. Varufakis contestó con un tajante “no” a esta cuestión, si bien se mostró esperanzado en alcanzar un acuerdo de última hora con los acreedores para la extensión del rescate. “Eso esperamos”, señaló. A este respecto, el diario griego Kathimerini asegura que Tsipras está reconsiderando la oferta que recibió ayer de Juncker, una propuesta que relaja en varios puntos las exigencias iniciales de los socios.

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