El PP afronta el 27-S en Cataluña con el temor a un batacazo que afecte a Rajoy en las generales

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene en lo que queda de año dos citas importantes marcadas en su calendario. Una de ellas le afecta a él directamente al ser el protagonista: las elecciones generales en las que será candidato. Serán a finales de año. La otra, las elecciones catalanas, previstas para el 27 de septiembre pero aún no convocadas, son vistas en el Partido Popular como una prueba de fuego que puede desestabilizar el clima interno en la recta final hacia las generales. Un batacazo en estos comicios, interpretan las fuentes consultadas, podría reactivar las voces críticas que se escucharon en los días posteriores a las autonómicas y municipales de mayo, con lo que ello supone de desgaste para Rajoy. 

El panorama para los conservadores en Cataluña no es muy alentador si se tiene en cuenta de dónde se parte.de dónde se parte A nivel comunidad autónoma, el PP logró en las municipales del pasado 24-M un total de 234.847 votos (7,54% y 214 concejales). Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, le pisó los talones: 231.293 votos (7,43% y 176 concejales). Pero para verlo en perspectiva hay que ir a los datos de 2011, cuando el PP logró el 12,68% de los sufragios frente al 1,22 de C´s.

No obstante, en la dirección regional del partido intentan hacer una llamada a la calma y mantienen que ambas citas no son extrapolables.

Para que las elecciones en Cataluña sea el anunciado 27 de septiembre, Artur Mas tendría que disolver la cámara autonómica a principios de agosto. En el PP la opinión es unánime: unas elecciones ahora no les vienen nada bien. Pero ya trabajan sobre esta idea porque el president no ha dado síntomas de una marcha atrás. 

Una de las preguntas que ronda en la cabeza de los cargos del partido en las últimas semanas es si la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, es la candidata idónea para encabezar la lista en estas elecciones. Como los comicios no han sido convocados todavía de manera oficial el partido no ha abierto el proceso de elección de su cabeza de cartel, un hecho que hace pensar a los críticos con la presidenta del PP catalán que todavía hay tiempo de renovar la candidatura.

En medio de estas dudas, la semana pasada, la nueva vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, la catalana Andrea Levy, dio por hecho la semana pasada en una entrevista en Onda Madrid que Sánchez-Camacho va a repetir como cabeza de lista. "Ha demostrado su voluntad, su fuerza e ilusión de presentarse a estas elecciones", dijo, al tiempo que valoró que los resultados de su candidatura en las autonómicas de 2010 y 2012 habían sido buenos.

En esta misma idea insistió Levy este martes en un encuentro informativo con periodistas en la sede nacional del PP este martes. "Me parece una gran candidata", insistió al tiempo que señalaba que es Sánchez-Camacho la dirigente del PP que ha recibido todos los ataques de los partidos independentistas.

Levy añadió, además, que el partido en Cataluña ya trabaja "al 100 por 100" con la previsión de que las elecciones se celebren el 27 de septiembre.

Si Rajoy es previsible...

En el entorno de la presidenta del PP de Cataluña muestran su convencimiento de que Rajoy volverá a apostar por ella. Pese a que mantienen que en el partido "hay cantera de sobra", dudan de que el presidente de la formación vaya a apartar ahora a Sánchez-Camacho a casi dos meses de la fecha pretendida y con un verano de por medio. "Alicia conoce el partido, los votantes la conocen y se ha pateado Cataluña. Si Rajoy es previsible, como él dice de sí mismo, Alicia será la cabeza de lista. Sin duda", dice un miembro de la dirección del PP catalán.

Se da la circunstancia de que la presidenta del PP de Cataluña es, además, la presidenta del Comité Electoral Nacional del partido, el órgano encargado de estudiar y decidir las candidaturas.

Junto al debate interno sobre la candidatura de Sánchez-Camacho, en el PP cunde la preocupación sobre cómo hacer para recuperar el terreno ya conquistado por la formación de Albert Rivera. "Tienen una gran cuota mediática y eso ha hecho que la intención de voto se dispare", analiza un diputado nacional preguntado sobre el ascenso de Ciudadanos en esta comunidad autónoma en la que se estrenó hace una década como partido político.

La última encuesta autonómica fue publicada por El Periódico de Cataluña. Según este sondeo, una candidatura unitaria con ICV, EUiA, Podem y Procés Constituent (PC) –una hipotética Catalunya en Comú que emulara la alianza Barcelona en Comú de la capital catalana–, disputaría la victoria a la lista de Mas.

El pasado 26 de junio, el citado diario aseguraba que si las elecciones fueran en ese momento, la lista de Mas lograría 33-35 escaños frente a 30-31 de Catalunya en Comú, seguida de C's (19-20), ERC (19-20), CUP (11-12), PSC (8-9), PP (6-7) y UDC (6-7).

Tomar posiciones

En este contexto, el PP catalán ha emprendido una campaña para "posicionar" la marca frente a Ciudadanos, algo que según denuncian en la formación, no supo hacer la dirección nacional del PP de cara a las municipales y autonómicas del pasado mes de mayo.

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"Cuando vino Ciudadanos, el PP ya existía. Y eso hay que recordárselo a la gente y a nosotros no se nos puede olvidar", señala un diputado del PP en el Parlament. 

Al respecto, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, mantuvo este lunes que el PP ha defendido siempre la "centralidad" en Cataluña como "en el resto de España" dio la "bienvenida" a otros partidos si hacen también este discurso, "sea Unió, Ciudadanos o el PSC recobrando su ideario original". Esta era su reacción a una entrevista en la que Sánchez-Camacho sostenía que "Unió está rota y es uno de los momentos propicios para refundar el centro derecha político de Cataluña". "Es un momento de gran generosidad. Algunos deberían dejarse de prejuicios y abandonar el inmovilismo, salvar los restos del naufragio y recomponer el centro derecha catalán", añadió en El Economista.

En el citado encuentro informativo, Levy sostuvo que la intención del PP al respecto es explicar que Ciudadanos "es un partido sin ideología". "Quiero saber lo que piensa el señor Albert Rivera y no lo sé", añadió al tiempo que recordó que la formación de Rivera, en sus orígenes nació como "un partido de intelectuales de izquierda", los que salieron del PSC por su "pacto" con los independentistas.