España vendió a Arabia Saudí, Catar y Kuwait más de 720 millones en armas en tres años

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, criticó este lunes la exportación de armas españolas a países que habrían financiado al Estado Islámico (EI), autor de los atentados que el pasado viernes costaron la vida a 129 personas en París. Iglesias, en concreto, aseguró que ese grupo ha tenido en su poder "fusiles de asalto de indudable fabricación occidental" y censuró "el enorme volumen de exportación de material militar español a países como Arabia Saudí", dado que "buena parte de la financiación del EI ha venido de aparentes sociedades caritativas procedentes de países como Arabia Saudí, Catar o Kuwait".

Iglesias abogó así por "cortar de raíz" las "relaciones económicas de países de la UE con los estados de los que ha procedido la financiación y el armamento de organizaciones terroristas" como vía para frenar a los terroristas, y reivindicó las "vías diplomáticas" para paficiar Siria. "Lo que parece claro –reiteró– es que los bombardeos no han resultado eficaces, del mismo modo que endurecer los códigos penales no sirve para evitar que un desalmado se coloque un cinturón de explosivos". ¿Pero, cuántas armas vende España a Arabia Saudí, Catar y Kuwait, los tres países señalados por el dirigente de la formación morada?

Los últimos datos disponibles corresponden al ejercicio 2014. Sólo en ese año, la industria española exportó 294 millones de euros en armas a los países señalados por Iglesias. El dato no es una excepción, de acuerdo con las estadísticas que publica la Secretaría de Estado de Comercio: un año atrás, el volumen de exportaciones alcanzó los 406 millones. Y en 2012 se situó en 229 millones. En total, entre 2012 y 2014 , las ventas de armas españolas a los tres países que Iglesias colocó bajo la lupa alcanzaron los 723 millones de euros: 720 millones a Arabia Saudí, 2,5 millones a Kuwait y algo más de 700.000 euros a Catar.

Arabia Saudí, cliente estrella

Uno de los países señalados por el número uno de Podemos figura entre los grandes compadores de armamento español estos últimos años. Arabia Saudí fue el país que adquirió el 9,1% de las armas que España exportó en 2014, proporción que alcanzó el 10,4% en 2013 y superó por poco el 1% en 2012. En el último ejercicio del que hay datos publicados, fue el tercer cliente de las firmas españolas –únicamente por detrás de Reino Unidos y Francia–, a las que compró un avión de reabastecimiento en vuelo, repuestos para aeronaves, sistemas electrónicos y abundante munición de artillería por un importe de 292 millones de euros.

Un año antes, en 2013, Arabia Saudí se hizo con otros dos aviones con capacidad de abastecer de combustible a otras aeronaves en vuelo, así como con repuestos, revólveres y munición. En total, su factura ascendió a más de 400 millones de euros. En 2012, por último, las compras fueron más modestas: 21,3 millones en repuestos, documentación técnica para aeronaves y munición de artillería. 

Kuwait, por su parte, es un comprador habitual de granadas de fabricación española. En 2014 se gastó en esa clase de armamento 817.800 euros, y en 2012 adquirió 1,7 millones de euros en granadas y otros componentes militares para su uso. Finalmente, Catar adquirió a empresas armamentísticas de España recambios para carros de combate por valor de 666.772 euros en 2014 y piezas de la misma clase por importe de 52.129 euros en 2013.

Dudas de expertos y ONG

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Además de las dudas planteadas por Iglesias, el pasado septiembre cuatro ONG –Amnistía Internacional, Greenpeace, FundiPau y Oxfam Intermón– denunciaron el riesgo de que las armas españolas pudieran emplearse para cometer violaciones del derecho internacional, de los derechos humanos o del derecho humanitario. En concreto, apuntaron en un documento que existen al menos una decena de operaciones "especialmente preocupantes". Los motivos más citados son la situación conflictiva del país de destino o la imposibilidad de conocer qué unidades militares o policiales van a hacer uso del material que se exporta.

Entre esos diez destinos figura, precisamente, Arabia Saudí. Las autoras del informe denunciaron que las armas españolas podrían haberse empleado para cometer "violaciones graves y sistémicas" de los derechos humanos. En un segundo nivel de preocupación, el informe [ver en PDF] señalaba que se necesitaba "más información" sobre las ventas a Kuwait y Catar, por la existencia de un "riesgo sustancial" de que las armas españolas sirvieran para conculcar los derechos humanos. En concreto, se criticaba que el Ejecutivo español ocultara los criterios empleados para evaluar ese riesgo pese a las preguntas de las ONG.

No es la primera ocasión en la que aparecen dudas sobre si las armas exportadas por España se utilizan de acuerdo a la ley. Preguntado por las garantías de las que dispone el Estado para evitar posibles irregularidades, el Gobierno arguyó en una respuesta parlamentaria a mediados de agosto que las licencias que concede para la exportación incluyen "garantías de uso final" y "estrictas cláusulas de no reexportación", si bien expertos consultados por infoLibre subrayaron ya entonces y de forma unánime que los controles son deficientes y que es imposible verificar el uso que se hace del armamento español sobre el terreno.