Cataluña
Así decidirá el Consejo Político de la CUP sobre el futuro de Artur Mas
¿Y ahora, qué? Esa es la pregunta que rondaba en muchas cabezas después de que los militantes de la CUP no consiguieran tomar una decisión este domingo sobre si investir o no a Artur Mas como presidente de la Generalitat. La posición de los diputados del partido anticapitalista, finalmente, la tendrán que deteminar 70 dirigentes pertenecientes a dos órganos del partido –el Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria–, pero su reunión –prevista para el próximo día 2 de enero– estará precedida de un amplio debate entre las bases, que tendrán una fuerte influencia a la hora de tomar la decisión final.
La CUP celebró este domingo una Asamblea Nacional Extraordinaria –una reunión de toda su militancia, en la que también participaron los afiliados de las organizaciones de su órbita– con la que pretendía tomar una decisión final para zanjar las negociaciones para la formación de Gobierno con Junts pel Sí, con quien la formación anticapitalista lleva casi tres meses conversando. Pero el empate entre quienes quieren convertir a Mas en president y quienes lo rechazan ha provocado que el dilema que divide en dos a la CUP se alargue casi una semana más y mantenga en vilo a Junts pel Sí, que ha dejado claro que no piensa hacer una nueva oferta a los anticapitalistas. Los 70 integrantes del Consejo Político y del Grupo de Acción Parlamentaria decidirán finalmente el próximo sábado, pero no estarán sólos a la hora de tomar la decisión: durante toda la semana, las asambleas de base de la formación se reunirán para debatir al respecto, y las resoluciones que adopten serán vinculantes.
De la base a la cúpula
En este sentido, quienes primero tendrán que tomar una decisión serán las más de 100 asambleas locales de la CUP, los órganos más pequeños del partido en los que se encuentran encuadrados todos sus militantes y que están organizadas, como máximo, a nivel municipal. La postura que consensúen estas asambleas será trasladada a las 13 asambleas territoriales que componen el partido y que reúnen a las agrupaciones locales en función de su ubicación. Este lunes por la noche, el partido decidirá si las asambleas locales tienen que decidir entre el sí o el no a Mas o pueden también mostrarse favorables a alguna de las otras dos opciones que estuvieron sobre la mesa el pasado domingo, informa el diario Ara.
Estas asambleas territoriales tienen diferente tamaño en función de la implantación de la CUP en la zona –Barcelona, por ejemplo, constituye ella sóla una asamblea territorial, mientras que todas las asambleas locales de la Comunidad Valenciana se agrupan en otra–, y es su peso el que determina el número de representantes que envían al Consejo Político, el máximo órgano entre Asambleas Nacionales –reuniones de todos los militantes– de la CUP. Para hacer esta ponderación se tiene en cuenta el número de militantes del partido en el territorio que abarca la asamblea territorial, así como el número de concejales en los ayuntamientos de la zona o la cantidad de asambleas locales.
Los 60 representantes que conforman el Consejo Político no tendrán independencia de voto, sino que serán meros emisarios de la decisión que haya tomado su asamblea territorial tras escuchar, a su vez, las determinaciones de las asambleas locales. Lo que no está decidido todavía por la dirección de la CUP es si los representantes enviados al órgano podrán votar por separado o tendrán que hacerlo en bloque, según lo dictado por el colectivo que les envía.
Las organizaciones que apoyan a la CUP también tienen voz
En la reunión del Consejo Político también estarán presentes los diez diputados de la formación y los 15 miembros del Secretariado Nacional –la ejecutiva de la CUP–, que no tendrán derecho a voto. No obstante, tal y como anunció la formación el mismo domingo, la reunión del Consejo Político contará también con la presencia del Grupo de Acción Parlamentaria, otro órgano formado por diez personas que se encarga de guiar la acción de los diputados en el Parlament de Cataluña.
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Estos diez miembros del Grupo de Acción Parlamentaria pertenecen a las organizaciones que se encuentran en la órbita de la CUP, pero que no forman parte del partido: la llamada "Crida Constituent" –"llamada constituyente", en castellano–, que apoyaron expresamente la candidatura de la formación en las pasadas elecciones hasta el punto de que fueron incluidas en el nombre de la candidatura, que se presentó a los comicios bajo la denominación CUP-Crida Constituent.
Entre estas organizaciones –que no son sólo partidos, sino también sindicatos o colectivos juveniles– también hay división sobre si facilitar o no la investidura de Mas, aunque la mayor parte de ellas es contraria a que el candidato de Junts pel Sí revalide su cargo. Las dos formaciones con más peso, Endavant y Poble Lliure, tienen visiones contrapuestas al respecto: la primera de ellas –a la que pertenece Anna Gabriel, la número dos de la CUP en el Parlament– prioriza la cuestión social y rechaza a Mas, mientras la segunda –en la que milita Albert Botran, portavoz de la CUP en el Parlament– cree que hay que investir presidente al líder de CDC para continuar con el camino a la independencia.
Otras organizaciones también se han pronunciado al respecto. Corrent Roig, Lluita Internacionalista y Alternativa d'Esquerres de Cornellà y de El Prat han firmado un manifiesto conjunto en el que alertan de que "investir a Artur Mas como presidente cuestionaría la continuidad de la CUP-CC como fuerza rupturista y anticapitalista y la convertiría en una ERC bis, renunciando a la posibilidad de arraigar en la clase trabajadora y hacerse portavoz de sus reivindicaciones", mientras que el colectivo En Lluita ha asegurado que "la presencia de Mas y la derecha a la cabeza del proceso es un freno" para la independencia. Y la organización juvenil Arran también ha dejado clara su postura con un contundente comunicado titulado "Hasta nunca, Mas".