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La nueva legislatura

PNV, ERC y DiL: las piezas complementarias para una posible investidura de Pedro Sánchez

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El rechazo de Mariano Rajoy a la propuesta del rey de presentarse como candidato a presidir el Ejecutivo en un futuro debate de investidura ha abierto una nueva fase de conversaciones entre las formaciones políticas con representación en el Congreso de los Diputados para tratar de desbloquear el trámite lo más rápido posible. Este lunes está previsto que Patxi López facilite al jefe del Estado un listado de las formaciones dispuestas a participar en la nueva ronda. El tablero político español que quedó dibujado tras las elecciones del pasado 20 de diciembre se encuentra extremadamente fragmentado y conseguir los apoyos necesarios para sacar adelante una sesión de investidura resulta complejo, teniendo en cuenta que el candidato propuesto tendría que conseguir el respaldo de la mayoría absoluta de la Cámara baja en primera votación, o de una mayoría simple –más votos a favor que en contra– 48 horas después del primer fracaso. 

Además del presidente en funciones, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que se reunió con el monarca el pasado viernes dentro de la ronda de negociaciones que Felipe VI ha mantenido con los líderes de los diferentes partidos políticos, también fue uno de los protagonistas de la semana. El líder de la formación morada tomó la iniciativa en las negociaciones con el PSOE y puso sobre la mesa un Ejecutivo de coalición encabezado por el líder socialista, Pedro Sánchez, con el propio Iglesias como vicepresidente y, al menos, una cartera ministerial en manos de Izquierda Unida. En definitiva, el "Gobierno del cambio", según lo denominó el líder del partido morado, derivaría de una coalición PSOE-Podemos-IU.

Desde las filas socialistas, cuyo guión se desmoronó con el rechazo del candidato conservador de enfrentarse a la sesión de investidura, cargaron contra la propuesta del partido emergente. Los más duros fueron el extremeño Guillermo Fernández Vara, que acusó a Iglesias de intentar "humillar al PSOE"; el exdiputado vasco Eduardo Madina o el exsecretario general socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, que aseguró que el paso dado desde Podemos suponía "un insulto grave". Además, el partido apuntó en un comunicado que "Rajoy tiene la obligación constitucional de presentar su candidatura a la investidura o renunciar definitivamente" y, por ello, quieren que el PP reciba nuevamente el encargo tras la nueva ronda de contactos. "Mientras tanto el PSOE no va a emprender negociaciones".

Las piezas clave

Sin embargo, los votos a favor de PSOE, Podemos –incluyendo en este grupo a todas sus coaliciones– e IU no serían suficiente para sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez. Los tres partidos suman 161 diputados en el hemiciclo, por lo que necesitarían el apoyo en una primera votación de 15 parlamentarios. Las opciones para conseguirlos, por tanto, pasan por los partidos nacionalistas, que se reparten asientos de la siguiente manera: 9 diputados de ERC, 8 de Democracia i Llibertat, 6 parlamentarios del PNV, 2 actas de EH Bildu y 1 de los nacionalistas canarios.

La otra opción pasaría por enfrentarse de nuevo a la investidura 48 horas después del fracaso en la primera sesión. En esta ocasión, Sánchez necesitaría cosechar en la votación una mayoría simple, es decir, más síes que noes. El portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Joan Carles Girauta, aseguró el pasado sábado que su partido "nunca" apoyará a un Gobierno donde esté Podemos": "no se abstendrá, votará no a cualquier opción en la que esté", añadió. Por lo tanto, el líder del PSOE deberá reunir, al menos, 164 votos, tres más de los que suma con Podemos e IU, para superar la suma de votos en contra que emitirían los parlamentarios del PP y Ciudadanos –163–. Así, los socialistas necesitarían el apoyo de tres escaños nacionalistas y la abstención del resto.

PNV: "De esta manera no"

El Partido Nacionalista Vasco ha dejado claro esta semana que no va a dar su apoyo a Mariano Rajoy. Así de contundente se mostró, en una entrevista en el programa Egun On Euskadi de ETB1, el diputado de la formación jeltzale Joseba Agirretxea, quien también afirmó que no van a dar el Ejecutivo "gratis" y para ello exigió el cumplimiento de varios "compromisos": un nuevo estatus para Euskadi con derecho a decidir y relación bilateral con el Estado. El parlamentario vasco señaló durante la conversación que la cuestión no es a quién apoya el PNV, "sino para qué y a cambio de qué o, mejor dicho, a cambio de qué compromisos, porque esto no es un mercado".

Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, se mostró el pasado sábado descontento con el paso dado por Pablo Iglesias el viernes: "Nos dio la sensación de que la rueda de prensa de Pablo Iglesias era más para bloquear una posibilidad de acuerdo que para acordar", aseguró durante una entrevista en La Sexta Noche. El diputado vasco es consciente de que el "papel" del PNV puede ser "necesario", aunque alertó de que también depende de la "actitud que tomaran los partidos catalanes". Podría influir en el paso que den los nacionalistas vascos la decisión que tomaron los socialistas de cederles uno de los tres puestos que les correspondía en la Mesa del Senado. Todo un guiño con la vista puesta en un futuro acuerdo de investidura.

Sin embargo, volviendo a la posición de su formación, Esteban aseguró que "de esta manera, con estas formas, no": "Si se tiene que hacer algo tendrá que empezarse como debe ser", zanjó. Los nacionalistas tratan de medir sus pasos a sabiendas de que la formación de Pablo Iglesias ha demostrado salir reforzada de las elecciones generales en el País Vasco: el partido emergente se hizo con 5 de los 18 diputados que se repartían en la comunidad autónoma. Los nacionalistas vascos fueron clave en la última investidura de Felipe González y en la primera legislatura de José María Aznar.

Democràcia i Llibertat: 'no' a Rajoy y Sánchez

Democràcia i Llibertat, la marca con la que CDC se presentó a los comicios de diciembre, tampoco dará su apoyo al líder conservador. Ya lo avisó el portavoz de la formación una semana después de las elecciones durante la primera reunión de los diputados y senadores del partido: el partido sólo descarta con un "no rotundo" apoyar la investidura de Rajoy. Una posición que volvió dejar clara el pasado miércoles, después de reunirse casi una hora y media con Felipe VI, durante la rueda de prensa en la que aseguró que "en ningún caso" apoyará la reelección del actual presidente del Gobierno en funciones ni de ningún otro candidato del PP.

Sin embargo, aunque el partido no rechazaba en un primer momento una investidura de Pedro Sánchez, este sábado CDC marcó distancias con los socialistas y la formación morada. Así, durante una entrevista en RAC1, Homs aseguró que "se sienten tan lejos de PSOE y Podemos que ni siquiera contemplan la abstención". Su postura, según dijo, es "clara y rotunda": "No puedo votar a favor de Pedro Sánchez ni abstenerme con lo que hay ahora sobre la mesa", añadió. Sobre Podemos, el portavoz de Democràcia i Llibertat lamentó, después de que Iglesias le contactase el pasado viernes, que pusiese por delante los cargos. El voto favorable de la ya extinta CiU fue clave para investir tanto a Felipe González en 1993 como a José María Aznar en 1996.

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"Reconocer la soberanía de Cataluña"

En una posición similar a su socio en el Gobierno catalán, aunque menos contundente, se mostró este sábado ERC. A pesar de que el líder de Podemos también se puso en contacto con Oriol Junqueras el pasado viernes, el diputado Joan Tardà aseguró, en declaraciones a RAC1, que aunque su formación será "muy receptiva" a la formación de un Ejecutivo progresista, “la prueba del algodón es reconocer el mandato democrático del 27-S y que el pueblo de Catalunya es soberano”. “No concebimos ningún gobierno progresista y de izquierdas si no reconoce la soberanía del pueblo de Catalunya”, sentenció. Una de las líneas rojas de Podemos y uno de los principales escollos en la negociación. A finales de diciembre, el Comité Federal del PSOE emitió una resolución en la que se exigía la renuncia "innegociable" e "indispensable" del referéndum.

Los socialistas también intentaron acercar posturas con ERC de cara a una posible investidura de Pedro Sánchez. Así, el PSOE cedió senadores tanto a Esquerra Republicana como a Democràcia i Llibertat para que cada una de las formaciones tuviera su grupo propio en el Senado. Por el momento, ERC sólo ha apoyado la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, aunque cuatro años más tarde se mostró contraria a apoyar al dirigente socialista en su reelección.

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