La nueva legislatura

El PSOE traslada a la Casa del Rey que si propone candidato a la investidura tiene que ser Rajoy

Felipe VI y Pedro Sánchez, el pasado 22 de enero.

En la dirección socialista sostienen que la Constitución impide que Mariano Rajoy decline la propuesta del rey y esperan que Felipe VI no proponga la semana que viene la investidura a Pedro Sánchez. Si lo hiciera, el líder socialista aceptaría "por responsabilidad", pero asumiría el encargo con "malestar" y convencido de que la Casa del Rey no le "habría tratado igual" que al presidente del PP. Así lo indicaron a infoLibre fuentes de la cúpula del PSOE. A preguntas de este periódico, un portavoz de la Casa del Rey no quiso comentar esta información y se limitó a destacar que Sánchez se reunirá con Felipe VI el próximo martes, "y entonces será el momento para que le traslade su posición".

El viernes 22 de enero fue un día negro en Ferraz, la sede de la dirección socialista, que se mostró noqueada ante las estrategias de Pablo Iglesias y de Mariano Rajoy. El dirigente de Podemos ofreció al PSOE un gobierno de coalición en unos términos que muchos socialistas consideraron "humillantes", lo que disparó el cabreo ante la reacción inicial amistosa del propio Sánchez. Pocas horas después, el rey le ofrecía a Rajoy la investidura, pero el dirigente del PP declinaba la oferta. Los socialistas reaccionaron con una rueda de prensa de su secretario de Organización, César Luena; incluso quienes aprecian a Luena dentro del partido admiten que quizá fue "algo confusa".

En los días siguientes, entre muchos dirigentes socialistas se extendió la sensación de que lo ocurrido en Zarzuela había sido "una jugada" que violaba la Constitución y perjudicaba al PSOE. En público cargan todas las tintas contra Rajoy, pero en privado admiten que esa jugada no habría sido posible sin el papel desempeñado por el rey, bien porque Rajoy lo "engañó" o bien porque "se dejó engañar".

El mandato de la Constitución

¿Cuál es la supuesta violación constitucional?

La respuesta está en el artículo 99.2, donde se asegura que el candidato a la Presidencia del Gobierno propuesto por el rey "expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara". La redacción del legislador es imperativa. En ningún momento se plantea como posibilidad –en cuyo caso diría que el candidato propuesto "podrá exponer"– y mucho menos se contempla que el elegido por el rey pueda declinar la oferta como hizo Rajoy.

Los constitucionalistas de cabecera del PSOE trasladaron al partido esta interpretación, cuya conclusión era inequívoca: ni Rajoy podía haber rechazado el encargo real, ni Felipe VI aceptar sin más la declinatoria del candidato del PP. Esta tesis (o, para ser exactos, la primera parte de la misma) fue expuesta este jueves en un artículo firmado en El Plural por Armando Salvador Sancho, un exletrado del Tribunal Constitucional desconocido para el gran público pero que cuenta con un gran prestigio entre los dirigentes del PSOE ligados al mundo de la judicatura.

El párrafo clave del artículo de Salvador Sancho es el siguiente: "Mariano Rajoy Brey, al declinar el ofrecimiento de Su Majestad el Rey, ha ejercido una actuación que no le está permitida, pues se pone en lugar del Rey y realiza la ponderación que solo corresponde al Monarca. Y es que la Constitución en absoluto prevé que un candidato pueda rechazar la propuesta del Rey. La potestad Real que nos ocupa no está sometida a condición (salvo la ya señalada consulta previa con los representantes de los Grupos políticos), de modo que la condición de su aceptación por el candidato priva de eficacia a la decisión Real y desnaturaliza el procedimiento de investidura diseñado en la Constitución".

En los primeros días de esta semana, según las fuentes consultadas por infoLibre, esta tesis se trasladó por "personas autorizadas" a la Casa del Rey. El mensaje era claro: el PSOE entendía que, de acuerdo con lo establecido en la Constitución, Felipe VI debía proponer de nuevo la investidura a Mariano Rajoy, que había declinado la propuesta saltándose la ley. Si el rey no estuviese dispuesto habría que buscar otras soluciones, pero lo que el PSOE en ningún caso vería con buenos ojos es que la segunda ronda de consultas del monarca terminase con la propuesta de investidura a Pedro Sánchez. Si Felipe VI lo hiciera, el líder socialista aceptaría "por responsabilidad", pero asumiría el encargo con "malestar" y convencido de que la Casa del Rey no le "habría tratado igual" que al presidente del PP.

El papel de Felipe VI

El escenario no es sencillo para Felipe VI, cuyo papel ya fue puesto en duda por el hecho de que fuese la Casa del Rey quien comunicó oficialmente el “ofrecimiento” a Rajoy y el posterior rechazo, lo que dejaba al presidente del Congreso (que es quien tiene constitucionalmente la potestad de realizar esa oferta) en una función de “mero burócrata o recadero”.

A priori, Felipe VI se enfrenta ahora a una alternativa complicada. Si propone de nuevo a Rajoy, lo lógico sería que volviese a declinar la oferta si no está "maduro" un pacto con PSOE y Ciudadanos, tal y como indicó este jueves el ministro de Justicia. Y ese pacto no es que no esté maduro, es que ha sido rechazado una y otra vez por los socialistas (salvo un Felipe González que en este asunto está en minoría absoluta). Y si propone a Sánchez sabe que lo hará contra la voluntad de los actuales dirigentes del PSOE, un partido que ha apoyado sin resquicios a la Monarquía durante los últimos 40 años.

En este contexto, y cuando la Casa del Rey ya conocía la posición del PSOE sobre la nueva ronda de consultas, se produjeron unas declaraciones que causaron cierta sorpresa en medios parlamentarios. Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria, aseguraba este miércoles por la tarde que en su reunión con Felipe VI había planteado la posibilidad de que se pudieran celebrar nuevas elecciones sin investidura. Un escenario que no figura en la Constitución, que simplemente prevé que se convoquen comicios si dos meses después del primer debate de investidura ningún candidato ha logrado la confianza del Congreso. Pero lo que no se le pasó por la cabeza a los constituyentes es la hipótesis de que nadie quisiera presentarse a la investidura.

En medios parlamentarios se da por supuesto que Oramas no habría informado públicamente sobre ese planteamiento sin conocimiento de la Casa del Rey. Pero hay más. La portada en papel de este jueves de La Razón llevaba el siguiente titular: "El Rey podría disolver las Cortes sin que haya una investidura". Y durante todo el día se sucedieron declaraciones que daban verosimilitud a dicha hipótesis. El portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando, no descartó que haya que buscar fórmulas para salir del bloqueo si ningún candidato quiere pedir la confianza del Congreso.  Y el número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, declaró que su partido apoyaría "explorar" cómo convocar elecciones sin pasar por la investidura.

En relación con todos estos planteamientos, las fuentes de la Casa del Rey consultadas por infoLibre insistieron en el siguiente mensaje: "El rey va a cumplir escrupulosamente el calendario de la segunda ronda de consultas, preservando en todo momento su posición de imparcialidad y neutralidad absoluta. Hasta que termine esa ronda de reuniones no hay nada decidido y, por tanto, no hay nada que interpretar".

El calendario de Pedro Sánchez

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Además del convencimiento de que lo ocurrido el pasado viernes 22 de enero en Zarzuela "es inconstitucional", en el PSOE admiten que aceptar el planteamiento ideado por el PP "es el peor escenario posible" para Pedro Sánchez. Para lograr cualquier posible alianza que le permita llegar al Gobierno, el candidato socialista necesita tiempo: "Tiempo para que se tranquilice la situación interna en el partido y tiempo para negociar una posible alianza con Podemos".

Pedro Sánchez y su equipo saben que la mejor manera de sobrevivir políticamente es logrando un pacto que le permita llegar a la Moncloa. Pero, como plan B, el actual secretario general del PSOE maniobra para garantizarse que repetirá como candidato si se convocan nuevas elecciones generales. En ambos escenarios, una propuesta inmediata de Felipe VI para la investidura es letal. "Pedro sabe que si el rey lo propone ahora, y el debate de investidura se celebra en la segunda semana de febrero, las posibilidades de salir presidente son escasas. Y eso lo debilitaría aún más en su batalla dentro del partido", indica un dirigente socialista próximo al secretario general.

¿Se atreverá Sánchez a plantear este escenario sin medias tintas a Felipe VI en su reunión del martes 2 de febrero? Los emisarios socialistas ya han preparado el terreno, advirtiendo a la Casa del Rey con una semana de antelación cuál es la posición del PSOE, lo que a su vez facilita que en Zarzuela se trabaje en escenarios alternativos. Una persona que conoce bien a Pedro Sánchez no duda de que jugará todas sus bazas hasta el final: "Su alternativa es ser profesor en la universidad. Profesor asociado, en concreto".

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