Listas electorales

Sánchez busca un golpe de efecto para impulsar la lista del PSOE por Madrid

Sánchez busca un golpe de efecto para la lista del PSOE por Madrid

Ibon Uría

Con la repetición de las generales el 26 de junio como escenario cada vez más confirmado, la maquinaria electoral de los partidos se pone en marcha. El objetivo es mejorar los resultados de diciembre, y en el caso del PSOE esa tarea pasa por impulsar la candidatura de Madrid –la lista que concurre en la circunscripción más simbólica y la que encabeza el número uno del partido, Pedro Sánchez–, que el pasado 20 de diciembre cosechó un sonoro fracasó.

En las pasadas generales el PSOE sufrió una debacle en Madridy registró en esa comunidad su mínimo histórico. Pasó del segundo al cuarto puesto, de 878.000 votos en los comicios de 2011 –el 26,05%– a apenas 643.000 –un 17,87%–, y de diez a seis escaños. Por delante de la candidatura socialista se situaron Ciudadanos –676.000 votos y siete escaños–, Podemos –750.000 votos y ocho actas– y el PP, que logró 1.200.000 papeletas y 13 representantes en el Congreso.

Consciente de esta circunstancia, Pedro Sánchez busca ahora un revulsivo. Varios cargos consultados por este diario señalan que el secretario general quiere incluir algún nombre que suponga un "golpe de efecto" de cara a las elecciones del 26-J, aunque el escaso tiempo disponible complica cualquier posible fichaje.

Diversas fuentes del PSOE madrileño indicaron a infoLibre que está extendida la idea de que se podría incluir en la lista al actual portavoz en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. Gabilondo, hombre respetado en el partido, fue ministro de Educación en el último Gobierno de Zapatero y como candidato logró en las autonómicas de mayo de 2015 mantener al PSOE en segunda posición, con un 25,4% de los votos y 37 escaños, unos resultados casi idénticos a los de 2011 y que no se resintieron por la irrupción de Podemos y Ciudadanos.

A preguntas de este diario, una portavoz del dirigente socialista madrileño manifestó, sin embargo, que "por ahora no ha habido ninguna conversación en este sentido" y que "no está" en la "cabeza" de Gabilondo concurrir en la candidatura a las elecciones generales. Su actual condición de diputado autonómico es incompatible con ocupar un escaño en el Congreso.

Baile de nombres

La posible irrupción de Gabilondo o de cualquier otro fichaje implicaría desplazar a otros nombres. Las listas del PSOE tienen formato cremallera. En Madrid, liderados por Sánchez, los hombres ocupan los puestos impares y las mujeres los pares. Si Gabilondo, por ejemplo, entrase como número tres inmediatamente por detrás del candidato a la Moncloa, se verían perjudicados el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando –que ocupó esa posición en diciembre y caería al quinto puesto– y Rafael Simancas, que fue quinto y que se vería relegado en ese caso al séptimo puesto. Hernando es una persona de la máxima confianza de Sánchez, que ha liderado todo el proceso de conversaciones con Ciudadanos, y de momento resulta improbable que no repita como número tres de la lista del PSOE.

El número siete el 20-D fue Eduardo Madina, a quien diversos sectores del PSOE sitúan fuera de las listas en las próximas elecciones. Madina está cada vez más próximo a la presidenta andaluza, Susana Díaz, la gran rival interna del secretario general.

En el caso de los puestos pares, en diciembre lograron acta la secretaria de Estudios y Programas Meritxell Batet, la exdiputada de UPyD Irene Lozano y la comandante retirada Zaida Cantera, números dos, cuatro y seis respectivamente en la lista socialista, y cuya inclusión causó malestar en la federación madrileña. Sectores del partido no entendieron la entrada de la catalana Batet en la lista por Madrid –la dirección federal sostuvo que se trataba de un gesto de integración con Cataluña– y tampoco el lugar concedido a dos fichajes que Sánchez impulsó personalmente.

Ahora, según fuentes del partido en Madrid, no se descarta que alguna de ellas –Lozano o Cantera– dé un paso atrás y renuncie a repetir en la lista. Desde que se celebraran las elecciones ninguna de ellas ha tenido una presencia destacada en los actos del partido, y Cantera apenas ha desarrollado ninguna tarea pública. Mientras tanto, Batet seguiría en principio como número dos en Madrid, según fuentes del PSC consultadas por este diario. Un miembro de la ejecutiva de los socialistas catalanes asegura que repetirá, si bien afirma que "hasta la semana que viene todo es posible" y no rechaza por completo la idea de que ocupe un puesto en alguna de las cuatro circunscripción catalanas.

Si quedara un espacio libre en la lista por Madrid para incluir a una candidata a diputada, Sánchez podría recuperar a Luz Rodríguez, secretaria de Empleo del PSOE. Rodríguez fue desplazada en diciembre a la lista por Guadalajara para incluir a Lozano en la candidatura por la capital, en una maniobra que muchos cargos en el partido entendieron como una "humillación" a Rodríguez, hasta entonces estrecha colaboradora del secretario general. Fuentes del partido en Castilla-La Mancha comentan que el número uno por Guadalajara en junio podría ser Pablo Bellido, exalcalde de Azuqueca de Henares sobre el que pesaba en diciembre una imputación por una denuncia del PP, si bien la causa se archivó pocas semanas después, a finales de enero, por lo que estaría en disposición de ser candidato y convertirse en diputado. 

Calendario de urgencia

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Al margen de lo que suceda finalmente con el baile de nombres, especialmente en Madrid, el PSOE tiene por delante unas pocas semanas para confeccionar sus candidaturas y ratificarlas en sus órganos internos. El partido aprobó en su conferencia política en 2013 elegir a su candidato a la Presidencia en primarias, y aunque Pedro Sánchez no tendrá rival –toda vez que la líder andaluza Susana Díaz no se presentará y se reserva para dar la batalla por la Secretaría General del PSOE, llegado el caso, en el próximo Congreso Federal del partido–, los socialistas se verán obligados a aprobar un calendario extraordinario y muy comprimido para ratificarlo como candidato, ya que con el actual reglamento los tiempos sencillamente no cuadran.

El motivo es que entre la convocatoria de las elecciones y el límite para presentar las listas habrá aproximadamente un plazo de veinte días: las planchas electorales deben estar listas, como tarde, para el 23 de mayo. El proceso de primarias que aprobó el PSOE en 2014 para elegir a Sánchez, por contra, estaba diseñado para abarcar dos meses completos. Sólo la suma de los tiempos establecidos para recoger avales –entre 10 y 20 días– y para la campaña electoral interna –un mínimo de 15 días– ya supera el tiempo disponible en esta ocasión.

Se espera, por tanto, que se convoque al Comité Federal –máximo órgano entre congresos– a finales de abril –probablemente el día 30, porque las reuniones suelen celebrarse en sábado– para activar el proceso de candidato. A esa cita la dirección federal acudirá con una propuesta que, según fuentes consultadas por este diario, pasaría por proponer que se recojan avales entre los días 2 y 5 de mayo, de modo que si como todos esperan nadie salvo Sánchez logra los apoyos necesarios,quedaría ratificado en la primera semana de mayo. Después, el Comité Federal debería ratificar todas las listas electorales en una reunión posterior, posiblemente el día 14 de mayo.

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