Podemos
Dudas y certezas sobre el ‘caso Echenique’
"Sabía que no hacía las cosas bien", reconocía Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, después de que el diario El Heraldo de Aragón destapara este martes que el número tres del partido se benefició de los servicios de un asistente en situación irregular durante al menos 14 meses, entre principios de 2015 y mayo de 2016.
El empleado estuvo a lo largo de este periodo de tiempo realizando labores de ayuda y asistencia, que ejercía diariamente durante una hora al día, según el propio Echenique, pero sin contrato alguno y sin estar dado de alta ni cotizar a la Seguridad Social.
Los hechos han sido reconocidos por el dirigente aragonés, que aprovechó para denunciar la situación de precariedad de los trabajadores del hogar, abocados en su opinión a la economía sumergida, y las carencias de la Ley de Dependencia, que, sostiene, terminan por generar situaciones irregulares de este tipo.
infoLibre ha planteado a varios inspectores de Trabajo y de Hacienda las principales dudas relacionadas con la actuación de Echenique. Estas son las respuestas.
¿Cuidador o empleado del hogar?
Pablo Echenique se refirió, en sus declaraciones ante los medios, al trabajador como "asistente". Sin embargo, este término no sirve para definir una relación laboral: ese "asistente" podría ser un empleado del hogar o un cuidador profesional.
Si era un empleado de hogar, el asistente de Echenique no pudo ejercer como autónomo, ya que el Real Decreto Ley 29/2012 establece que se trata de trabajadores por cuenta ajena. La versión oficial del número tres de Podemos es que la persona encargada de sus cuidados estuvo, en un primer momento, dado de alta como autónomo –después de que la empresa en la que trabajaba le despidiera–, situación que cesó por iniciativa del trabajador ya que no podía asumir la cuota correspondiente.
Un cuidador profesional, en cambio, sí puede estar dado de alta como autónomo y prestar servicios en diversos hogares. Sería una situación similar a la de un fisioterapeuta, por ejemplo, que presta sus servicios a los clientes que lo contratan.
En la práctica, la mayoría de trabajadores que se encargan del cuidado de personas dependientes son contratadas como empleados del hogar, puesto que habitualmente desempeñan asimismo labores relacionados con las tareas domésticas.
En caso de que efectivamente el asistente fuera un empleado del hogar, además, la ley obliga a contar con un contrato por escrito, acción que Echenique habría omitodo. En concreto, la norma del 2012 exige la formalización de un contrato físico siempre que el trabajo se extienda durante cuatro o más semanas. En cambio, si el asistente fuese un autónomo, la prestación de servicios se podría haber pactado de forma oral o escrita, tal y como se establece en el artículo 7 del Estatuto del Trabajo Autónomo.
¿Quién es el responsable del alta en la Seguridad Social?
El empleado del hogar debe ser dado de alta en la Seguridad Social, siempre bajo la responsabilidad del empleador, es decir, Echenique en este caso. Incluso aunque el trabajador desempeñara sus labores únicamente durante una hora por jornada y durante días alternos –el político asegura que "contaba con él como mucho una hora al día" y "de un modo esporádico"–, éste debe estar inscrito en la Seguridad Social y la responsabilidad es del empleador.
Echenique añade en sus declaraciones que "nunca" contó con el asistente "más de 30 horas al mes". En este sentido, desde 2013 está estipulado que "los trabajadores incluidos en el Sistema Especial para Empleados de Hogar establecido en el Régimen General de la Seguridad Social que presten sus servicios durante menos de 60 horas mensuales por empleador, deberán formular directamente su afiliación, altas, bajas y variaciones de datos cuando así lo acuerden con tales empleadores". Es decir, en este caso sería el propio empleado quien tendría que darse de alta en la Seguridad Social, pero con un documento firmado también por el empleador.
Según fuentes de Inspección de Trabajo consultadas por infoLibre, en la práctica la Seguridad Social actúa de oficio y exige en todos los casos un certificado del empleador para tramitar la inscripción.
La respuesta vuelve a ser diferente en caso de que se tratase de un autónomo. En ese caso, quien contrata sus servicios no tiene ninguna responsabilidad sobre el alta del trabajador en la Seguridad Social.
¿Quién debe cotizar a la Seguridad Social?
"Independientemente de si era responsabilidad de mi asistente o mía el estar al día de los pagos de la Seguridad Social yo creo que no está bien la situación en la que estaba", admite el número tres de la formación morada. La cuestión de quién debía cotizar a la hacienda pública, no obstante, también varía dependiendo de que se trate de un empleado de hogar o de un cuidador profesional autónomo.
En el primer caso, el empleador debe abonar un importe equivalente al 23% de la base de cotización, mientras que el empleado del hogar debe aportar únicamente un 2% de la misma. Es decir, si durante 2015 la base de cotización, según el sueldo que aportaba Echenique –de unos 300 euros al mes–, era de 341,40 euros, el político tendría que haber aportado 78,5 euros al mes, mientras que el asistente debería abonar 6,8 euros mensuales. Unas cantidades casi idénticas a las de 2016, cuando la base de cotización se situó en 344,81 euros.
Pablo Echenique recalca, en este contexto, que "en todo momento" pensó no estar cometiendo una irregularidad "y que la obligación de estar al corriente con la Hacienda pública" era de su asistente. "Error mío el no consultarlo legalmente en ese momento", zanja.
En cambio, si se tratase de un trabajador autónomo, la responsabilidad de pagar la Seguridad Social es del trabajador. La irregularidad cometida por Echenique sería haber pagado en negro su remuneración.
¿Cuáles serán las consecuencias?
El secretario de Organización de Podemos asegura estar "consultando el tema con abogados", de forma que, en caso de haber cometido alguna infracción, sostiene no tener "ningún problema en asumir la sanción correspondiente".
Atendiendo a las explicaciones de las fuentes consultadas por este diario, las consecuencias para Echenique serían dos en caso de que hablásemos de un empleado de hogar: una sanción y la liquidación de la cuota que debería haber aportado durante los 14 meses.
En cuanto a la sanción, la Ley 13/2012 de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social, establece que "no solicitar la afiliación inicial o el alta de los trabajadores que ingresen a su servicio, o solicitar la misma, como consecuencia de actuación inspectora, fuera del plazo establecido, supone un infracción grave y se sanciona, a partir del 1 de agosto de 2011, con una multa, en su grado mínimo, de 3.126 a 6.250 euros; en su grado medio, de 6.251 a 8.000 euros y, en su grado máximo, de 8.001 a 10.000 euros".
Las mismas fuentes apuntan en declaraciones a este periódico que, en el caso de Echenique, existe un factor en su contra: el tiempo. Los 14 meses en situación irregular suponen un agravante en cuanto a la cuantía de la multa. Por contra, el dirigente político cuenta con un elemento a su favor: el hecho de haber reconocido su actuación. Considerando ambos elementos, la sanción que presumiblemente se le aplicará sería la de grado mínimo, sobre todo en caso de que no exista reincidencia.
Finalmente, el dirigente aragonés deberá liquidar las cuotas impagadas –algo más de 1.100 euros en total–, a lo que tendrá que sumar, además, un recargo del 20%. En total, por este concepto tendría que abonar más de 1.300 euros, que habría que sumar al mínimo de 3.126 euros por la sanción.
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¿Y si estuviésemos ante un trabajador autónomo? En ese caso, es el asistente quien tenía la obligación de emitir una factura, por el importe ingresado más el 21% en concepto de IVA. Echenique tenía el derecho de reclamar esa factura, pero no la obligación. El sujeto obligado ante Hacienda es quien presta el servicio –el asistente–, no quien recibe la prestación. En otras palabras, la responsabilidad sería del trabajador por no cobrar el IVA e ingresarlo en Hacienda.
En este supuesto, sólo hay un escenario en el que el político aragonés podría tener que pagar: que se demostrase que existió connivencia entre Echenique y el asistente para ocultar el IVA a Hacienda y se determinase una responsabilidad subsidiaria del político.
Hasta aquí las consecuencias legales y administrativas. Cuestión diferente es la cuestión política a la que se enfrenta Echenique: el pago en negro de prestaciones y, por tanto, la participación en un caso de economía sumergida.