El CIS prevé que Feijóo revalidará su mayoría absoluta y otorga una amplia victoria a Urkullu

Los actuales mandatarios gallego y vasco, Alberto Núñez Feijóo e Íñigo Urkullu, conseguirán revalidar sus mayorías. Ese, al menos, es el pronóstico del CIS, que este jueves hizo públicos sus barómetros preelectorales de Galicia y País Vasco, que celebrarán sus elecciones autonómicas el 25 de septiembre. La encuesta prevé que Feijóo se hará con el 44,9% de los votos y entre 40 y 41 escaños, mientras que Urkullu conseguiría 27 o 28 actas (la mayoría absoluta en ambos parlamentos está en 38 diputados) y un 37,9% de los sufragios, lo que le dejaría en muy buena posición para mantenerse en Ajuria Enea.

Pese a que el PP perdió el año pasado buena parte de su poder autonómico, Feijóo parece ajeno a este contexto. El 44,9% que pronostica la estimación del barómetro del CIS para Galicia está a menos de un punto del 45,79% de los votos que consiguió en el año 2012, cuando obtuvo una amplia mayoría absoluta de 41 diputados. Según la encuesta del instituto público, podría repetir esta cifra de actas o, en el peor de los casos, bajar a 40, lo que le proporciona un cómodo colchón de dos o tres escaños por encima de la mayoría absoluta.

Los grandes perjudicados en esta encuesta son los partidos de la izquierda, que ven cómo sus planes de conformar una coalición tras las elecciones para desalojar a Feijóo podrían caer en saco roto. En la pugna por el liderazgo de la izquierda, el CIS pronostica un resultado ajustadísimo entre PSdeG y En Marea: la proyección otorga a ambos el 19,9% de los votos, y estima que los socialistas obtendrían 16 escaños y la coalición de Podemos, Anova e IU, entre 15 y 17.

El BNG, por su parte, obtendría representación: dos diputados, los correspondientes al 5,3% de los sufragios. Ciudadanos, por el contrario, no tiene tan claro que pueda entrar en el Parlamento de Galicia, ya que el barómetro del CIS pronostica que conseguiría un 4,6% de los votos, lo que podría reportarle un escaño o dejarle fuera del hemiciclo. La provincia donde más fuerte es la formación naranja es Pontevedra, donde según la encuesta conseguiría un 5,1% de los votos.

Por provincias, el PP arrasaría en Lugo y Ourense, donde obtendría según el CIS un 51,2% y un 50,5% de los votos, respectivamente. Pontevedra es la provincia en la que el barómetro proyecta un peor resultado para los conservadores, que obtendrían un 39,8%, y es precisamente allí donde la izquierda consigue sus mejores números: un 22,4% para En Marea, un 20,9% para el PSdeG y un 7,1% para el BNG. La lucha por la hegemonía de la izquierda, en cualquier caso, tampoco se decanta al analizar las provincias, ya que En Marea supera a los socialistas en Pontevedra y A Coruña (20% frente a 19,2%), pero el PSdeG aguanta el tipo en Lugo (20,2% frente a 15,9%) y Ourense (un 19,5% por un 16,7%).

Un escenario favorable a Urkullu

En el caso del País Vasco no hay mayorías absolutas, y serían cinco los partidos que obtendrían representación parlamentaria –ahora mismo hay cuatro–. No obstante, el claro ganador de los comicios sería, según esta encuesta, el PNV, que con el 37,9% de los votos podría hacerse con 27 o 28 escaños, pudiendo incluso superar su marca actual (cuenta con 27 actas). Así las cosas, Urkullu podría apoyarse en los ocho escaños que obtendría el PSE –la mitad que en 2012– para gobernar.

Por detrás de los nacionalistas, la lucha principal está en quién liderará la oposición. Ahí, son EH Bildu y Elkarrekin Podemos los que se juegan el tipo, según el CIS: los abertzale obtendrían 16 escaños y el 20,2% de los votos, mientras que la coalición de Podemos y Ezker Anitza (la rama vasca de IU) estarían pegados a sus talones con el 18,9% y entre 15 y 16 actas. Por detrás, el PP consigue los mismos sillones que el PSE (ocho, con el 8,8% de los sufragios).

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Ciudadanos se quedaría fuera del hemiciclo, con tan sólo un 1,1% en el conjunto de Euskadi y un 2,8% de los votos en Álava, la única provincia donde tiene opciones reales de obtener diputado. En cualquier caso, en los tres territorios históricos, es el PNV el que ganaría holgadamente las elecciones, obteniendo un 27,1% de los sufragios en Álava, un 34,8% en Gipuzkoa y nada menos que un 42,7% en Bizkaia. El segundo puesto se lo disputan EH Bildu y Elkarrekin Podemos: los abertzale superarían a la coalición en Gipuzkoa (un 25,3% frente al 18,6%), pero quedarían por detrás en Álava (19,3% por el 23%) y Bizkaia (17,3% frente a 17,9%).

La debacle del PSE, por su parte, se deja notar en todas las provincias vascas. Si en Álava los socialistas obtuvieron sus mejores resultados en 2012 con el 19,59% de los votos, en esta ocasión únicamente conseguirían el 11,3%, siendo relegados a la condición de quinta fuerza política por detrás del PP (que pierde cuatro puntos y medio para quedarse con el 14,8%). En Bizkaia, por otro lado, el 11,2% que pronostica el CIS para el PSE está lejos de su 18,95% de 2012, y la caída es aún mayor en Gipuzkoa: frente al 19,27% de las anteriores elecciones, los socialistas se quedarían en el 10%.

Para el PP el panorama no es mucho mejor. Los conservadores caen en Álava, su feudo tradicional en Euskadi, pero obtienen peores resultados en Bizkaia (un 8,1% por el 11,8% que consiguieron en 2012) y, especialmente, en Gipuzkoa (pasan del 8,52% al 7,2%).