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Cataluña

La manifestación de la Diada: ¿cómo medir el éxito o fracaso?

Hitos y claves en el ascenso del independentismo en Cataluña

Los partidos y la sociedad civil catalana afrontan el domingo 11 de septiembre con la mente puesta en la manifestación independentista que se llevará a cabo para celebrar la Diada, una concentración que se prevé masiva –como lo ha sido desde 2012– pero que puede ver reducido su número de asistentes con respecto a la de 2015, en la que participaron 1,4 millones de personas, según los organizadores, y más de medio millón, según la Delegación del Gobierno. Todas las formaciones están de acuerdo en que cientos de miles de personas acudirán a la marcha, pero discrepan a la hora de establecer un criterio para valorar si será un éxito o un fracaso.

No cabe duda de que la manifestación independentista de la Diada, por quinto año consecutivo, será multitudinaria. Según datos de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, las dos entidades que organizan la marcha, este viernes se habían inscrito un total de 342.000 personas para participar en las cinco concentraciones que tendrán lugar en Barcelona, Lleida, Tarragona, Salt (Girona) y Berga (Barcelona), si bien esta cifra supone casi un 25% menos que los 450.000 registrados para la manifestación del año pasado, que únicamente tuvo lugar en la capital catalana.

Los partidos ya han dejado claras sus posiciones. El PDC –la antigua Convergència–, ERC y parte de la CUP acudirán a las marchas, mientras que PP, Ciudadanos y el PSC no lo harán. En el entorno de En Comú Podem, por otra parte, hay diferentes interpretaciones, ya que ninguno de los partidos que lo componen –Podemos, EUiA, ICV y Barcelona en Comú– ha anunciado oficialmente su asistencia, pero dirigentes destacados como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavi Domènech, o el líder de Podemos en Cataluña, Albano Dante Fachín, sí que concurrirán, lo que supone una novedad con respecto al año pasado.

En declaraciones a infoLibre, la ANC intenta quitar hierro a la posibilidad de que la asistencia de la manifestación sea menor a la de otros años y asegura que pondrá el foco en su tono "pacífico" y "festivo". Su secretario de Comunicación, Enric Blanes, afirma que la "repercusión internacional" de las marchas será un buen baremo para conocer su éxito, y se felicita de que, a su juicio, tras las elecciones del 26J "algunos dirigentes de En Comú están basculando hacia posiciones explícitamente independentistas", como demuestra, en su opinión, su asistencia a la marcha.

En cualquier caso, más allá de sus posturas, infoLibre ha preguntado a los partidos cómo creen que puede medirse el éxito de la manifestación. Estas son sus respuestas.

PDC

"El mero hecho de que cientos de miles de personas se manifiesten en una ciudad europea ya es, en sí, todo un éxito". Así lo piensa Carles Campuzano, portavoz adjunto del PDC en el Congreso de los Diputados, que recuerda que hay que ver con "perspectiva" la movilización y pone el foco en que es el quinto año consecutivo en el que se reunirán cientos de miles de personas en las calles.

"Se va a reiterar que hay una parte muy amplia y fundamentalmente muy transversal de la sociedad catalana movilizada" por el referéndum de autodeterminación, plantea en este sentido Campuzano, que asegura no sentirse preocupado por la posibilidad de que Colau y los suyos puedan difuminar el carácter independentista de las marchas con un discurso favorable a la consulta, pero no explícitamente a la independencia. "Que haya varios discursos no hace más que reforzar el mensaje de que la cuestión catalana es una cuestión de defensa de la democracia", sostiene el diputado.

ERC

Los argumentos de los republicanos son prácticamente calcados a los del PDC. "El mayor éxito es que vaya a celebrarse una manifestación sin parangón en Europa", sostiene Sergi Sabrià, portavoz de ERC en el Parlament de Cataluña. Sabrià, igualmente, insiste en lo masivo de las concentraciones de los últimos años y recuerda que la explosión se produjo a partir del año 2012, ya que "en 2011 salieron 10.000 personas a la calle y ahora se trata de un movimiento que desborda, al que van abuelas y niños".

Al igual que el PDC, ERC hace hincapié en que la movilización es "transversal". "Estarán representadas desde la extrema izquierda hasta la derecha", se enorgullece Sabrià, que afirma que la presencia de Colau y su entorno no empaña el "discurso" principal que quiere plantear la marcha: "Lo que nos une, al final, es el referéndum", zanja el portavoz.

Ciudadanos

El partido naranja tiene una visión muy diferente de la manifestación del domingo. "Más allá del número de gente que se concentre, ya es un fracaso que los catalanes estemos divididos por la mitad en la Diada", sostiene Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos en el Parlament, que lamenta que la fiesta nacional catalana no pueda celebrarse de manera "unitaria" y afirma que los problemas en Cataluña han sido relegados a un segundo plano "por poner el foco en el independentismo" con marchas como la del domingo. "El Gobierno y los medios de comunicación están fomentando la división y los bandos", asegura igualmente Carrizosa.

PSC

Los socialistas catalanes admiten que "no se puede hablar de fracaso" de las marchas –en las que no tienen pensado participar– si consiguen reunir a "centenares de miles" de personas, como todo apunta. Así lo reconoce Ferran Pedret, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Socialista en el Parlament, que no obstante señala que se percibe "menos movilización" en la sociedad catalana, un hecho que Pedret achaca, entre otros factores, a que "no se están alcanzando los objetivos" planteados por el independentismo.

No obstante, Pedret no cree que los independentistas puedan sumarse el tanto de haber unido a su manifestación a dirigentes que no piden la secesión, como Colau. "No creo que exista una ampliación del espectro independentista hacia el soberanismo o el confederalismo", sostiene el portavoz adjunto del PSC, que afirma que el "discurso" de las marchas será "netamente independentista" y critica que quienes se suman a ella sin tener este perfil "le van a hacer el juego" a los secesionistas. "Colau va a pescar, a ampliar su base electoral", denuncia Pedret.

Catalunya Sí que es Pot

"Si nosotros asistimos es porque queremos mostrar un gesto de mano tendida hacia todos los sectores", sostiene por su parte Joan Giner, número dos de Podemos en Cataluña y diputado de Catalunya Sí que es Pot en el Parlament. Y es que Giner señala que el año pasado su formación no estuvo presente en la manifestación de la Diada porque se utilizó como un acto "preelectoral" –esa misma noche comenzaba la campaña para las elecciones del 27 de septiembre–, pero asegura que Podemos quiere mostrar con su participación en las marchas de este año que defiende "el derecho a decidir". "Queremos decir que defendemos Cataluña con todas sus consecuencias", insiste el número dos del partido morado.

Con respecto al éxito o fracaso de la movilización, Giner plantea que "la tensión de la movilización está en decadencia" en los últimos meses, y coincide con Pedret en señalar como una de las causas el hecho de que "no se vea cercano conseguir un plebiscito". "Una parte de los que se activaron políticamente se han apagado, pero la manifestación va a seguir siendo masiva", sostiene el número dos de Podemos en Cataluña, que no obstante asegura que las marchas seguirán siendo "masivas".

PP

Incluso Juan Milián, vicesecretario de Estudios y Programas del PP en Cataluña, admite que a la manifestación de la Diada "irá muchísima gente", si bien señala que las marchas se celebran en un momento en el que "el independentismo está más dividido que nunca". "Que haya una Diada tomada por el independentismo, independientemente de los números que se manejen, es un fracaso previo", lamenta de igual forma Milián.

No obstante, el dirigente conservador plantea una serie de factores que, a su juicio, revelan que el independentismo está perdiendo fuelle y que la manifestación no será tan exitosa como otros años. En primer lugar, sostiene Milián, el hecho de que se haya "descentralizado" en cinco marchas es una manera, a su juicio, de tratar de "evitar la foto comparativa" con la concentración del año pasado. Además, para el dirigente, los independentistas se están viendo obligados a "calentar" la manifestación lanzando mensajes para inflamar a sus partidarios, y pone como ejemplo la polémica desatada por el rechazo del Ministerio del Interior a inscribir el nuevo nombre de la antigua CDC, Partit Demòcrata Catalá, por parecerse demasiado al de otro partido. Este rechazo ha sido calificado de "despropósito" por el portavoz del PDC en el Congreso, Francesc Homs.

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CUP

Para los anticapitalistas, a la hora de analizar el éxito o el rechazo de la manifestación no es tan relevante el número de personas que asistan a la misma como capacidad de los independentistas para difundir su mensaje. "Si después del día 11 la llamada a organizar un referéndum se ve como una llamada de toda la sociedad civil, podrá decirse que la movilización ha sido un éxito", sostiene Xevi Generó, portavoz del Secretariado Nacional de la CUP.

De igual forma, Generó considera positivo que fuerzas no abiertamente independentistas como En Comú Podem participen en las marchas, pero asegura que "hay que ser consecuente" con los postulados de las mismas. "Reclamar el derecho a decidir es bueno", pero eso implica, sostiene, implicarse con opciones como la "unilateralidad". "Si la gente pide un referéndum vinculante, hay que buscar la forma para hacerlo", zanja el portavoz.

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