Club de lectura

Tánger desde 'Tangerina'

Tánger desde “Tangerina”

Lola Montenegro

Los clubes de lectura forman un tejido muy importante en la vida cultural. Les dejamos esta sala para que comenten sus lecturas y nos ayuden a componer nuestra biblioteca. Si formas parte de un club de lectura, puedes escribirnos a losdiablosazules@infolibre.es para contarnos vuestra historia y hacernos llegar vuestras recomendaciones.losdiablosazules@infolibre.es

En el club de lectura Coma, de Sanlúcar la Mayor,está integrado por 20 personas, que, una vez al mes, desde hace unos ocho años, nos reunimos para compartir las sensaciones que nos produce la lectura de un libro. Al principio se trataba de elegir una publicación, leerla a lo largo del mes, y, después, vernos y comentarla. Es decir, cada uno y por turnos decía lo que le había parecido el libro. A medida que nos íbamos conociendo, fuimos incorporando lo que nos aportaba personalmente y las anécdotas que habían surgido relacionadas con su lectura.

Poco a poco las reuniones se han hecho más enriquecedoras. Incluso los que llegamos diciendo que el libro no nos ha gustado o no hemos sido capaces de terminarlo, después de la reunión cambiamos de opinión porque el punto de vista de los demás nos ha hecho descubrir cosas que no hemos visto antes.

También pasamos a tener más actividades, como encuentros con autores, lectura de poesía en voz alta o lecturas dramatizadas de obras de teatro.

Y llegamos más allá. Después de leer El hereje de Miguel Delibes decidimos hacer la ruta de El hereje por Valladolid. Luego seguimos la senda de Antonio Machado por Baeza, nos acompañó Lorca por Granada, fuimos a conocer la Salamanca de Carmen Martín Gaite, Unamuno, El Lazarillo de Tormes, La Celestina..., y así hasta Tánger, cuando hemos leído el  El pan a secas de Mohamed Chukri. Pero el viaje surgó también por Tangerina de Javier Valenzuela, periodista y colaborador de este diario, que es el libro que yo os quiero recomendar y que nos sirvió de guía durante el viaje. TangerinaJavier ValenzuelaMartínez RocaBarcelona2015Tangerina

El granadino Javier Valenzuela es periodista y escritor. Ha trabajado durante 30 años en el diario El País, donde ha sido director adjunto en la redacción de Madrid y corresponsal en Beirut, Rabat, París y Washington. En 2013 fundó la revista tintaLibre, especializada en la crónica y el reportaje. Es autor del blog Crónica Negra, donde nos cuenta las relaciones entre la actualidad y el thriller literario y cinematográfico. Tiene publicados ocho libros periodísticos. Después de haber vivido en distintas ciudades por los cuatro continentes, se define como defensor de las identidades múltiples. Por eso también se considera tangerino de adopción. En febrero de 2015 publica su primera novela Tangerina.

En Tangerina nos sumergimos en dos historias que suceden en la misma ciudad, Tánger, pero en tiempos diferentes. En la que se desarrolla en el Tánger contemporáneo, vivimos una investigación policíaca que lleva a cabo el protagonista, Sepúlveda, profesor del Instituto Cervantes, cuando un amigo suyo es detenido de forma extraña. En el transcurso de la investigación, Sepúlveda descubrirá conexiones entre los servicios secretos españoles en el norte de África y narcotraficantes reconvertidos en yihadistas. Y, casualmente, una revelación fundamental, familiar, acontecida en el Tánger de los cincuenta.

En sus pesquisas le ayudará el escritor Mohamed Chukri y su novia Leila, alumna con la que mantiene una relación clandestina. En la historia paralela disfrutamos del Tánger internacional en los años cincuenta, donde viven políticos, espías, ricos herederos europeos, grandes escritores y pintores. Es el tiempo de vino y rosas en Tánger, donde de la mano de sus protagonistas, Olvido, la mujer más bella de Tánger, y Carlos, periodista del Diario España (los padres de Sepúlveda), recorremos los locales de moda de la época.

La enfermedad de la belleza

La enfermedad de la belleza

Para nuestro viaje nos vino muy bien conocer cómo era el antes y el después de la ciudad. Pudimos contemplar, por ejemplo, las ruinas del Teatro Cervantes sabiendo cómo había sido en su esplendor; merendamos en el Minzah viendo fotos de Chukri a la entrada; estuvimos en el Instituto Cervantes contemplando toda la publicación del Diario España; paseamos por el zoco chico y tomamos té en el café Central, imaginándonos desde allí el café Tingis y el hotel Fuentes, cómo Tennesse Williams cuando disfrutaba del espectáculo; pudimos ver cómo Chukri vendía cigarrillos a la entrada del Cervantes cuando era chavalito.

Recomiendo vivamente la lectura de este libro. Cuando empecéis, no podréis dejar de leerlo hasta acabarlo. Su lectura es fácil y amena, mantiene la intriga hasta el final. A muchos os darán ganas de leerlo más de una vez. Y si queréis viajar al norte de África, no dudéis que la mejor guía que tendréis para Tánger será Tangerina.

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