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Crisis en el PSOE

La situación entre los críticos del PSOE: Sánchez desdibujado, López tantea sus opciones y Armengol se descarta

Armengol y Sánchez, en una imagen de archivo.

Ibon Uría

Los críticos del PSOE no tienen, a día de hoy, un líder capaz de unir a ese sector y dispuesto a hacer frente a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en el próximo Congreso Federal socialista: el ex secretario general Pedro Sánchez está desdibujado y su grupo de incondicionales va reduciéndose; Patxi López, exlehendakari y ex presidente del Congreso, tantea sus opciones pero sin dar por ahora más pasos; y la presidenta balear Francina Armengol, a quienes algunos han dirigido sus miradas, no se plantea optar a liderar el partido.

Varias de las fuentes consultadas por infoLibre señalan que el conjunto de voces críticas en el partido es heterogéneo. Comparten su oposición a Díaz y la necesidad de que no se aplace la celebración de las primarias, pero no están aglutinados en torno a un nombre para dar la batalla por el poder en el PSOE frente a la líder andaluza. Algunos cargos, además, admiten en conversación con este diario que si quieren tener alguna opción precisamente en esa batalla contra la líder andaluza necesitan encontrar a un candidato capaz de sumarlos a todos.

El primero de los nombres en la mente de parte de los críticos el de Pedro Sánchez. El ex secretario general, que se vio obligado a dimitir tras su derrota en el Comité Federal del 1 de octubre, cuenta como elemento a su favor con el respaldo de parte de los militantes socialistas, que simpatizan con su decisión de mantener el no es no a Rajoy hasta el final. En las últimas semanas, sin embargo, Sánchez está casi desaparecido, pues desde que dejara Ferraz y posteriormente su escaño en el Congreso sólo ha participado en dos actos y ha perdido además la conexión con varios de sus fieles.

Sánchez: sin hoja de ruta

Su última aparición en público hasta la fecha fue hace ya más de diez días, el 10 de diciembre, cuando protagonizó un mitin en Asturias en el que exigió que la gestora fije cuanto antes la fecha del Congreso Federal y señaló que en el PSOE "no sobra nadie", sino que "falta la voz y el voto" de las bases. Antes, el 26 de noviembre, había acudido a la agrupación valenciana de Xirivella, donde exigió "votar en unas primarias y en un Congreso Federal que sirva para unir al PSOE" y dirigió un mensaje contundente a los integrantes de la dirección transitoria de Ferraz: "Vuestro tiempo acabó".

Pero de Sánchez, que se comunica principalmente a través de mensajes en Twitter, se sabe poco más: sigue sin confirmar si se presentará a las primarias, su equipo de colaboradores no ha organizado a los inscritos en su página web –como inicialmente se propuso hacer–, y sus afines en el PSOE afirman que se han enterado "por la prensa" de sus actos o que, directamente, no les ha llamado desde que dejara el acta de diputado. Cargos próximos, desconcertados por su falta de respuestas, le plantearon hace una semana un ultimátum para que "después de navidad" les comunique si está dispuesto a dar la batalla.

Así las cosas, en torno a Sánchez hay ahora mismo dos posiciones: por una parte, hay un reducido "bunker" –en palabras de un dirigente socialista– que se mantiene fiel el líder. Entre sus componentes, añade esta fuente, están varios parlamentarios –como el secretario provincial del partido en Valencia y diputado, José Luis Ábalos, las asturianas Adriana Lastra y Luisa Carcedo o el leonés Ibán García del Blanco– y el que fuera su jefe de gabinete, Juanma Serrano

En segundo lugar, están algunos diputados del no y los promotores de las plataformas de militantes. Entre los díscolos que votaron contra la investidura de Rajoy, hay quienes albergan dudas sobre su futuro, su capacidad para unir al partido y sobre su determinación para competir nuevamente para tomar el mando del PSOE. Y las plataformas, fundamentalmente, reclaman la convocatoria cuanto antes del Congreso Federal y que se mantenga el mecanismo de elección del secretario general a través de primarias, y aunque muchos de sus participantes sintonizan con Sánchez, la posición no es unánime.

Sánchez, de hecho, no ha acudido a ninguno de los actos de la treintena larga de plataformas de militantes que se han puesto en marcha en las últimas semanas. Sí lo han hecho muchos de los diputados del no, así como otros que finalmente acataron la abstención pero que se cuentan entre los fieles al exlíder –caso de Adriana Lastra–. En esos actos las bases han reivindicado en ocasiones la figura de Sánchez, pero también se han esforzado en presentar su iniciativa como algo que trasciende al ex secretario general.

Los contactos de López

Segunda opción: Patxi López. El ex presidente del Congreso fue integrante de la Ejecutiva de Sánchez y se mantuvo fiel al entonces líder cuando los críticos dimitieron en bloque para provocar su caída, aunque acabó distanciándose de él y ahora tantea, a través de su núcleo duro, los posibles apoyos en distintas federaciones. Algunos de los hombres de confianza del exlehendakari son Rodolfo Ares, histórico del socialismo vasco, y Miguel Ángel Morales, secretario de Organización del PSE, uno de los territorios que, junto a La Rioja, podrían apoyarle si se decidiera a competir por la Secretaría General.

El primer paso de López fue un artículo en El País a principios de noviembreUn nuevo proyecto para un nuevo siglo– en el que desgranó su propuesta para renovar el proyecto socialista. Algunos afines a Sánchez desconfiaron de aquella maniobra porque advirtieron en ella una "operación en ciernes" para debilitar, desmoralizar y dividir al sector crítico partidario a ultranza del ex secretario general. Varias de esas fuentes apuntaron directamente a que el impulso a López podría estar dirigido por Rubalcaba, que pertenece al Consejo Editorial del diario de Prisa.

La posible sombra de Rubalcaba provocó desconfianza porque él y sus seguidores –como Elena Valenciano, quien fuera vicesecretaria general del PSOE– jugaron un papel muy importante en la operación de debilitamiento y derribo de Pedro Sánchez. Y, además, entre muchos sanchistas también hay dudas sobre el propio Patxi López: creen que, con el proceso congresual ya avanzado, podría acabar pactando con Susana Díaz.

Armengol se descarta

Existen, en tercer lugar, críticos alejados de Sánchez y que desconfían de Patxi López, y que en los últimos tiempos han vuelto sus miradas hacia la presidenta balear Francina Armengol. Armengol fue la única de las presidentas regionales socialistas que permaneció en el bando de Sánchez, fue defensora a ultranza del no a Rajoy –de hecho los dos diputados baleares en el Congreso votaron contra el candidato del PP en la investidura– y en varias ocasiones se ha mostrado a favor de explorar la vía de un Gobierno junto a Podemos y grupos nacionalistas, argumentando que ella misma gobierna Baleares bajo esa fórmula.

Fuentes próximas a la dirigente balear, sin embargo, aseguran a infoLibre que "no se plantea" encabezar el sector crítico. Entre otras cuestiones, agregan, porque defiende que no se puede compatibilizar la Secretaría General del partido y la Presidencia autonómica. Estas mismas voces apuntan, eso sí, que Armengol considera que Sánchez "no puede ser" quien dirija el PSOE tras el escenario de división total con el que salió de Ferraz. Si se hubiera tratado de elegir candidato a la Moncloa, "quizá" lo habría considerado viable, pero opina que el número uno del partido debe ser otra persona. En cuanto a Patxi López, personas de la máxima confianza de Armengol sostienen que "lo que llega es que Patxi tiene ganas" y ha mantenido contactos con distintos territorios para tantear sus opciones, nada más por ahora.

Pese a las reticencias de Armengol a dar el salto a la política nacional, hay algunos miembros del sector crítico que no descartan por completo que pueda acabar encabezando a los críticos o que, al menos, están dispuestos a seguir explorando esa vía o a presionar a la dirigente balear para reconsidere que su posición.

El PSC se mantiene al margen

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Los socialistas catalanes, finalmente, siguen sin tomar partido de cara a la futura batalla orgánica. Su primer secretario, Miquel Iceta, prometió a Susana Díaz a finales de noviembre neutralidad en la pelea por la Secretaría General del PSOE, en un intento por calmar las tensiones entre Ferraz y el PSC –ahora mismo sometidas a un proceso de revisión en una comisión bilateral– y también para no dar más argumentos a Díaz para expulsar a los militantes catalanes de las primarias.

La dirigente andaluza y las federaciones que maniobraron para hacer caer a Sánchez –a excepción de la Comunitat Valenciana– son partidarias de excluir al PSC de los órganos federales y de esa votación, mientras que Iceta defiende que el actual protocolo de colaboración entre el PSOE y el socialismo catalán ha funcionado "razonablemente bien" y que sacar al PSC de los órganos federales sería tanto como "cargarse" su discurso.

 

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