Iglesias gana la consulta de forma ajustada y el sector de Errejón celebra el logro de una "victoria moral"

Los resultados de la consulta a las bases de Podemos, que entre los días 18 y 20 de diciembre escogieron el sistema de votación por el que se regirá Vistalegre II, responden a "un mandato para alcanzar acuerdos". Es la interpretación común de las tres corrientes principales del partido –pablistas, errejonistas y anticapitalistas–, según manifestaron dirigentes de los tres sectores a infoLibre tras el recuento de los votos emitidos por la militancia.

La opción del secretario general del partido, Pablo Iglesias –basada en el sistema de votación DesBorda, diseñado por Pablo Echenique–, se ha hecho con un total de 40.830 sufragios (el 41,57%), mientras que la propuesta de Íñigo Errejón, Recuperar la ilusión, se ha quedado en 38.419 (39,12%) apoyos. El ala anticapitalista, finalmente, se hizo con 10.313  votos (10,5%).

El escaso margen entre el proyecto ganador y el segundo supone para la corriente errejonista un motivo de celebración y una puerta abierta a negociaciones. Las tres principales facciones defienden que, precisamente, la llegada a acuerdos es su máxima aspiración de cara al congreso estatal que se celebrará en febrero.

La "victoria moral" de Íñigo Errejón

Los afines a Íñigo Errejón entienden los resultados como "un mandato para ponerse de acuerdo". Así lo aseguró el propio Errejón este jueves en rueda de prensa. "La única forma de llegar a un acuerdo es que cada uno presente sus ideas y proyectos organizativos", consideró.

"Ningún bloque puede intentar aplastar al otro", explica un dirigente en declaraciones a este diario. "Ya nadie puede decir que la mitad de Podemos es de Cebrián", señala gráficamente un dirigente del equipo de Errejón, en referencia al presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián.

De este modo, el ala errejonista entiende que lo ajustado de los resultados puede ser interpretado como "una victoria moral", que abrirá las puertas a una etapa de acuerdos en pro de "más proporcionalidad, democracia, el fin de las listas planchas y el fin del plebiscito". Aunque el número dos de Podemos prevé que ambos bloques tratarán de negociar, señala que de no ser así, el movimiento que representa seguirá apostando por un partido "más ganador, más abierto, más democrático" y deja abierta la posibilidad de presentar su propia lista al Consejo Ciudadano, aunque niega postularse como nuevo secretario general.

Según el sistema ganador DesBorda, defendido por Iglesias y diseñado por Pablo Echenique, "la votación del Consejo Ciudadano Estatal y la votación de la Secretaría General son votaciones independientes", pero todo candidato y toda lista podrán presentarse "vinculados como equipo".

Finalmente, las fuentes próximas a Errejón consultadas por este diario se mostraron convencidas de que "el resultado ha sido una sorpresa para la gente de Pablo". El motivo principal es que la campaña del equipo pablista contó con una "evidente" implicación de su secretario general –el líder de la formación aseguró que una derrota en Vistalegre II supondría apartarse de la Secretaría General y además publicó un vídeo personal llamando a la participación–, " que se ha demostrado insuficiente para alcanzar una victoria holgada".

Iglesias asume la "obligación" de negociar

El dirigente de Podemos, que subrayó este jueves la ausencia de "vencedores y vencidos", entiende que su labor de aquí en adelante consiste en "buscar acuerdos amplios en un debate basado en qué Podemos necesita España y qué Podemos necesitamos para ganar". Reconoció que si bien la imagen que ha transmitido la organización "no ha sido la mejor", su intención ahora es trabajar por "una imagen de unidad de un partido que no habla sobre sí mismo, sino sobre cómo vencer a la gran coalición".

En este sentido, incidió en que todos los movimientos aportan aspectos "valiosos", y recalcó que su intención pasa por "incorporar a Íñigo Errejón, a Miguel Urbán y a las ideas que representan". Alabó aspectos del sector anticapitalista como la "necesidad de no perder de vista a los movimientos sociales", y de igual forma destacó virtudes del ala errejonista, que defiende "la importancia de las instituciones y de los que faltan".

Fuentes próximas a la facción liderada por Iglesias aseguraron a este diario que "la gente pide entendimiento y acuerdos, y como ha dicho Pablo [Iglesias], él asume la responsabilidad de tratar de buscar esos acuerdos sobre el Podemos que necesitamos".

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El tercer pilar más fuerte de la formación morada, la facción anticapitalista, obtuvo un 10,5% en la consulta con las bases. En el movimiento apoyado por dirigentes como Miguel Urbán, Teresa Rodríguez o José María González, Kichi, admiten que los resultados no han sido buenos para ellos, pero lo explican como el "fruto de un clima de gran polarización, a nivel mediático y organizativo, entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias". Así lo ha interpretado un cargo del sector en conversación con infoLibre, al tiempo que ha señalado que el resultado "establece que hay tres opciones en Podemos" y, aunque admite que la de anticapitalistas "es más pequeña", también subraya que "no es una foto fija" de su poder en el partido.

El sector coincide en que "hay que buscar acuerdos sobre el método de funcionamiento de Podemos", y sostiene que la nueva etapa abre "un debate político y organizativo para poder presentar propuestas sin más límites que sus propias convicciones". En este sentido, pronostica que "va a haber diferencias sobre el tipo de proyecto político", hecho al que resta importancia porque, considera, "los acuerdos no se pueden imponer, sino que deben de ser fruto del debate". 

En cuanto al panorama resultante, las mismas fuentes aseguran que las predicciones apuntaban a un resultado "bastante ajustado". "Pablo Iglesias tiene muchísima legitimidad, pero se ha equivocado claramente defendiendo un sistema no proporcional sino mayoritario y no propicio a los acuerdos", critican. El ala anticapitalista del partido entiende que la consulta a las bases traslada "una lección que Pablo y su equipo deben anotar", y es que "la mayoría apuesta por los sistemas proporcionales, por la descentralización y por que el poder se reparta internamente".