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En memoria del embajador Andrei Karlov

Juan José Torres Nuñez

Un embajador es un diplomático que representa al Gobierno de su país en el extranjero. El asesinato del embajador ruso Andrei Karlov en Ankara, Turquía, el día 19 de diciembre ha sido un atentado contra Rusia. Se trata, pues, de un atentado bien escogido debido al momento crucial de las negociaciones para garantizar un alto el fuego en la guerra civil de Siria, algo que todos deseamos. Andrei Karlov fue tiroteado por la espalda por un terrorista vil y cobarde: al llegar al hospital murió.

Después del derribo de un caza ruso en noviembre de 2015, las relaciones entre Turquía y Rusia casi no existían. El embajador ruso desempeñó un papel muy importante tanto en la normalización de las relaciones entre Ankara y Moscú como en la evacuación de los civiles inocentes atrapados en el este de Alepo y los rebeldes. Era un profesional muy respetado en Turquía. Como ha dicho el ministro de Exteriores turco: “El embajador Karlov era un diplomático único que se había ganado el aprecio de todo el Gobierno por su competencia profesional y personal que ha realizado con éxito en un momento difícil. Su memoria siempre estará con nosotros. No permitiremos que este atentado ensombrezca la amistad entre Turquía y Rusia”. La fecha también ha sido escogida: un día antes de la reunión en Moscú de los ministros de Exteriores de Rusia, Irán y Turquía para encontrar una solución al conflicto sirio. Con este asesinato se intentaba sabotear estas negociaciones.

El objetivo de este asesinato parece claro: torpedear la cooperación entre Rusia y Turquía. Y descubrimos más cosas. Según el EIR (Executive Intelligent Review, 21 de diciembre), “Hace ya más de doscientos años que el Imperio Británico ha procurado por todos los medios impedir una alianza entre Rusia, Irán y Turquía. Ahora, su política ha fracasado”. Este atentado terrorista, como lo ha calificado la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zakhrova, no va a conseguir su objetivo porque “el terrorismo no pasará. Tomaremos las medidas necesarias contra él”. Es decir, el atentado ha conseguido lo contrario de lo que se perseguía. Ankara y Moscú ya han manifestado que “el asesinato de Karlov no afectará para nada las relaciones entre Rusia y Turquía. Los responsables se encontrarán y se llevarán a los tribunales”.

Michael O. Billington, editor del EIR, asegura que “el asesinato del embajador ruso ha sido un ataque al trabajo que Putin ha realizado en Siria”. No olvidemos que la intervención rusa en Siria ha conseguido frenar los cambios de régimen de países soberanos. Es decir, frenar la política de Obama y sus aliados. En una guerra hay que hablar de los efectos, sin olvidar las causas que la han originado. Luis Goytisolo, en su artículo “El otro corazón de las tinieblas” (una alusión al imperialismo de las potencias europeas que vemos en el libro El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad), comenta que “si Libia era un país con el nivel de vida más elevado del norte de África, Siria fue uno de los países con una vida cotidiana más tolerante de Próximo Oriente”. Termina señalando que el problema “no reside en repartir así o asá los refugiados sino en que deje de haber refugiados”. Para Goytisolo, “Putin y sus aliados iraníes parecen tenerlo claro […] reconstruir lo destruido [y] propiciar el retorno a casa de los exiliados”. En realidad, Putin ha parado la desintegración de Siria.

En este asesinato hay cosas que no se ven muy claras. Por ejemplo, ¿cómo pudieron los agentes de seguridad confundir a este pistolero turco de 22 años con alguien de la escolta del embajador? ¿Es que cada agente no sabe quién es quién? Este pistolero era policía dese 2014, pero en la actualidad se encontraba fuera de servicio. Estaba radicalizado según indica la literatura de Al Qaeda encontrada en el apartamento que compartía con otro. El grupo terrorista al-Nusra ha reivindicado el atentado.

Se sabe que en la intentona de golpe del 15 de julio en Turquía había “former coleagues” [antiguos colegas] de Barack Obama implicados. También se cree que la OTAN estaba implicada. ¿Nos dice esto algo? Unos cuantos días antes del asesinato del embajador, el 15 de diciembre, Obama prometió en una cadena de radio NPR represalias contra Rusia por las supuestas injerencias de Putin en las elecciones estadounidenses. Sus alegaciones sobre los ciberataques rusos son cuestionadas por el presidente electo Donald Trump. Obama dijo que no tenía ninguna duda sobre el hackeo ruso en las elecciones. Y afirmó que se reservaba “the right to attack at a time and place of our choosing” [el derecho de atacar en el momento y lugar que nosotros elijamos]. ¿Nos dice esto algo? Los EEUU, según nos ha informado Edward Snowden, controlan la información a nivel mundial con su agencia de seguridad, la NSA (National Security Agency), hasta nuestras llamadas telefónicas. Estas amenazas de Obama han dado lugar a que Lyndon LaRouche advierta: “Put Obama on the first of suspects” [Pongan a Obama como el primero de los sospechosos]. La carta que los republicanos Justin Amash y Walter B. Jones enviaron a Obama el 19 de diciembre merece ser citada: “A la vista de las informaciones conflictivas de su administración [y] la falta de pruebas contra Rusia […] nosotros exigimos […] pruebas para respaldar sus alegaciones”.

El asesinato del embajador ruso ha sido condenado en todo el mundo. Entre las primeras condolencias podemos destacar la de Federica Mogherini, encargada de la política exterior de la Unión Europea; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el secretario de EEUU, John Kerry; el portavoz de las Naciones Unidas; el presidente electo Trump que expresó sus condolencias afirmando que en su presidencia “trabajará con Rusia y con cualquier país que se dedique a limpiar el mundo de la plaga terrorista”. El presidente chino Xi Jinping se ofreció también para “cooperar con Rusia y la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo”. Obama, sin embargo, se fue de vacaciones a jugar al golf y ha mantenido silencio.

Desde Rusia María Zakhrova ha manifestado que “la memoria de Andrei Karlov, un destacado diplomático ruso que ha luchado tanto contra el terrorismo, siempre estará en nuestros corazones”. Desde España, este hombre sereno y de mirada limpia: descanse en paz. _______________________

Juan José Torres Nuñez es socio de infoLibre

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