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'Dulce hogar', de Dorothy Canfield Fisher

Portada de Dulce hogar, de Dorothy Canfield Fisher.

Pablo Bonet

Dulce hogarDorothy Canfield FisherPalabraMadrid2016Dulce hogar

Dulce hogar es la historia familiar de Evangeline, una obsesiva ama de casa que vive entregada a sus hijos en una pequeña ciudad americana, y cuyo ímpetu perfeccionista altera la vida de su familia a la vez que crea en ella misma un desencanto y hartazgo que provoca su propia infelicidad. Su obsesión es ser una buena esposa y madre y a ello dedica su abnegada vida. Vive junto a su marido Lester, poeta, soñador que trabaja a disgusto como administrativo en unos grandes almacenes y que no encuentra sentido a su vida. Junto a ellos, tres hijos de diferentes edades a los que su madre presiona a diario para que sean ejemplares, creando un ambiente de frustración entre todos. Todo cambiará con un impactante cambio de roles cuando Lester, el padre, tenga un accidente que lo postre para siempre en una silla de ruedas y tenga que ser ella la que deba ponerse a trabajar, fuera del dulce hogar, para sostener económicamente a la familia.

Evangeline reflexiona sobre su oscuro papel en el hogar, se dedica en cuerpo y alma a los suyos pero no encuentra ninguna plenitud en su vida, irascible por el rol de ama de casa que le ha tocado desempeñar, discutiendo casi siempre con los suyos e incomprendida, así habla sobre la maternidad con una asombrosa actualidad hace casi un siglo: “Un profundo abatimiento la invadió. Aquellos eran los momentos en la vida de una madre sobre los que nadie te advertía, sobre los que todo el mundo guardaba un engañoso silencio, los que no mencionaban los maravillosos libros ni los elocuentes oradores que tenían tanto que decir sobre el carácter sagrado de la maternidad. Nunca te decían que llegarían momentos en los que verías impotente —aunque con meridiana claridad— que tus hijos no iban a estar nunca a tu nivel, que ni siquiera se acercarían, porque no eran el mismo ser humano que tú, porque no eran tus hijos, sino, simplemente, otros seres humanos de los que tú eras responsable. ¡Qué sola le hacía sentirse aquello!”. 

Otra de las profundas y vigentes reflexiones de esta novela en la que unos pequeños grandes almacenes son uno de los ejes centrales de la narración (en ellos trabaja Lester hasta que lo despiden y luego lo hará Evangeline desarrollando todo su potencial allí), va directamente a criticar el consumismo y en la manipulación sobre la mujer que conlleva: “Para Jerome Willing, el buen hombre de negocios era aquel que estudiaba a las mujeres de su región –como el cazador estudia a sus confiadas presas—, con el fin de ver cómo cogerlas desprevenidas y utilizar en beneficio propio una de sus mayores y más trágicas debilidades: su afán de comprar cosas. Su ideal de negocio era aprovecharse de uno de los más bajos instintos humanos –el deseo de bienes materiales—, y alimentarlo, atizarlo, estimularlo…, hasta que adquiriera las monstruosas proporciones de una universal monomanía. (…) A Lester no le importaba mucho el modo en que aquel veneno sutilmente inoculado consumía las entrañas de las mujeres sin hijos. Le importaba bien poco que se dejaran llevar de su patológica ansia por el último modelo y estuvieran dispuestas a conseguirlo a cualquier precio y a permitir que ese deseo paranoide las aislara del resplandeciente mundo de las satisfacciones impersonales y duraderas. No hacías daño a nadie más que a sí mismas. (…) Y, por supuesto, lo que Jerome Willing quería era que todos y cada uno de sus empleados lo secundaran con todas sus fuerzas en esta conspiración para forzar a las mujeres a someterse todavía más rendidamente a aquella esclavitud consumista”.

Dulce hogar es una de las once novelas que Dorothy Canfield Fisher escribió a lo largo de su carrera literaria. Nacida en el seno de una familia de profesores universitarios y artistas, viajó por el mundo y estudió en la Universidad de Nebraska, donde se hizo amiga de Willa Cather. Se doctoró en Francés y, aunque no ejerció la enseñanza, escribió más de cien cuentos, libros infantiles e infinidad de artículos. Conoció en Roma el método Montessori cuyos principios se encuentran en muchos de sus libros, entre ellos, éste.

Esta novela escrita en 1924, sorprende por la vigencia de sus temas, por el trato que hace de la emancipación de la mujer, de la búsqueda de sentido a la vida, los roles en la familia y la conciliación de la vida laboral y personal además del papel educador de los padres en el desarrollo de sus hijos. Escrita con una prosa magistral, como un fogonazo de reflexión y sentimientos que experimenta una mujer independiente que lucha contra los prejuicios de una época y una sociedad demasiado atrasada, una mujer que sabe reinventarse y luchar y ser útil y madura para reencontrarse consigo misma y ocupar el lugar que merece. Dorothy Canfield Fisher se nos descubre como una impresionante narradora que sorprende y deleita con Dulce hogar, otro acierto de la colección Roman de la editorial Palabra.

*Pablo Bonet es poeta y librero de guardia en la Librería Muga de Madrid. Pablo Bonet

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