ENCUESTA DE POBLACIÓN ACTIVA
Así ha cambiado el mercado de trabajo en la última década
Así ha cambiado el mercado de trabajo español en la última década. Terminó 2006 aún en pleno apogeo económico, que se rompió en 2009 cuando el paro superó los cuatro millones de personas, sufrió los cambios originados por la reforma laboral –los ERE aumentaron un 21%, se disparó el empleo a tiempo parcial– y vive ahora la recuperación con trabajos precarios y salarios devaluados. Lo explican las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Para volver a las cifras de empleo de hace una década, la economía española debe crear unos 500.000 empleos anuales durante los tres próximos años.
- Población activa a la baja. La tasa de actividad, el porcentaje de la población mayor de 16 años que se encuentra en disposición de trabajar, es ahora similar a la que había en el cuarto trimestre de 2006, el 58,95%. No ha dejado de caer desde el segundo trimestre de 2012, cuando llegó a su máximo y rozó los 23,5 millones. Desde entonces, España ha perdido 746.000 activos.
- La mujer se incorpora al mercado de trabajo, el hombre se desanima. La tasa de actividad masculina ha caído casi cinco puntos en una década, mientras que la femenina ha crecido dos.
- Los extranjeros vuelven a sus países. Uno de los motivos del descenso de la población activa fue el regreso a sus países de origen de los inmigrantes que no encontraban trabajo en España. En 10 años los activos extranjeros se han reducido en 216.700 personas, un 7,5%.
- Menos gente trabajando. España tiene 1,68 millones de ocupados menos que hace 10 años. Entonces superaba la cifra mágica de los 20 millones de trabajadores que enarbolan Mariano Rajoy y Fátima Báñez como objetivo para 2020. Hay 1,82 millones de hombres trabajando menos que en 2006, pero 136.000 mujeres más.
- El número de parados se multiplicó por 2,3 en una década. En el cuarto trimestre de 2006 los parados españoles ascendían a 1,81 millones; hoy son 4,23 millones. Alcanzó su máximo en el primer trimestre de 2013, cuando los desempleados llegaron a 6,2 millones. Entonces la tasa de paro se elevaba al 26,9% de la población activa. En 2016 terminó con un 18,63%. Diez años antes era sólo del 8,26%.
- Paro juvenil. En 2006 693.700 menores de 30 años se encontraban sin trabajo. Una década después la cifra ha aumentado hasta 1,12 millones.
- Más de dos años sin empleo. Los parados de larga duración, quienes llevan más de un año sin trabajar, se han multiplicado por cinco en una década: eran 454.500 al finalizar 2006; hoy ascienden a 2,39 millones. Peor aún son los datos de quienes llevan más de dos años sin un empleo. Su número de ha multiplicado nada menos que por ocho, hasta alcanzar los 1,75 millones de personas.
- Hogares con todos sus miembros en paro. En 2006 había sólo un 3,29% de familiares en las que nadie tenía empleo. En 2016 son el 10,36%: 1,38 millones.
- La construcción pierde 1,6 millones de trabajadores desde 2008 –la EPA no ofrece datos anteriores para este parámetro–. Fruto del desplome del ladrillo, fue el sector que más acusó la recesión y se ha quedado con menos de la mitad de sus ocupados. La industria destruyó 773.000 empleos en los últimos 10 años. Por el contrario, los servicios han aumentado sus plantillas en 315.000 personas. Y el sector público ha crecido con 65.400 empleados más, hasta alcanzar los 2,98 millones.
- La tasa de temporalidad ha caído siete puntos desde 2006. Entonces estaba encaramada en el 33,82%, con 5,6 millones de trabajadores que tenían contratos temporales. Diez años después, con 1,26 millones de asalariados menos que entonces, el número de empleados eventuales es de 4,07 millones. Por el contrario, el 73,5% de los españoles trabaja con contratos indefinidos, siete puntos más que hace 10 años. Entre los temporales, los más breves, aquéllos que no duran más de un mes, han aumentado un 48% desde 2008. Entonces 121.400 personas tenían uno de estos contratos exprés; hoy son 180.100.
La población activa se hunde hasta la cifra más baja desde hace una década
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- Decaen los contratos a tiempo completo. También tomando como fecha de comparación el año 2008, las personas que trabajan con jornadas de ocho horas han descendido un 13,8%. Se han perdido 2,51 millones de empleos a tiempo completo. En cambio, quienes trabajan a tiempo parcial han crecido un 16,38%: hay 398.800 más que en 2008. Pese a que este tipo de contrato es mayoritariamente femenino, la precarización del empleo lo ha masculinizado. Mientras el número de mujeres con trabajo por horas ha crecido un 6,36%, el de hombres se ha disparado un 55%. Otra señal de la precarización: también se ha duplicado la cifra de quienes están empleados a tiempo parcial porque no han podido encontrar un trabajo a jornada completa, casi un millón de personas más que en 2006.
- Menos horas trabajadas. En el primer trimestre de 2008, el dato más antiguo que ofrece la EPA, se trabajaron 554,56 millones de horas a la semana. En el último trimestre de 2016 las horas efectivas trabajadas eran 66,05 millones menos.
- Y muchas menos horas extraordinarias. En 2008 los trabajadores hicieron 10,23 millones de horas extras; ocho años después se han quedado reducidas a sólo 5,48 millones, casi la mitad. Entonces se pagaban 6,35 millones de horas extras, hoy sólo 2,89 millones.