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La ingenuidad, ¿es una virtud o un defecto?

Otras maneras de usar la boca, de Papi Kaur.

Otras maneras de usar la bocaRupi KaurTraucción e introducción de Elvira SastreEspasaMadrid2017Otras maneras de usar la boca

La poesía cambia porque la tierra gira, los mapas se quedan antiguos, la ciencia descubre lo inimaginable, las reglas del juego se alteran, la historia se reescribe… La poseía cambia para no estar en manos de las estatuas, sino de personas reales que se dirigen a quienes viven a su alrededor, necesitan hacerse oír y luchan porque las entiendan. Pero la literatura que avanza es la que sabe conservar a la vez que descubre, la que entiende que la tradición es la viga maestra de la novedad: no hay Shakespeare sin Ovidio, ni Alberti sin Góngora, y así hasta el infinito. En lo que respecta a la nueva poesía que felizmente ha estallado en España y se ha extendido como la pólvora; que ha puesto en el centro de la diana un género que suele considerarse minoritario y lo ha llenado de juventud y de actualidad; que ha renovado su público y ha hecho de los versos sueltos y los aforismos dos de las grandes estrellas de las redes sociales, que guste más o guste menos son una parte inevitable de nuestra realidad, ésa también va a ser la raya que separe, dentro de unos años, lo que valga su peso en oro de lo que sea una moda pasajera. Por ahora, sin embargo, está bien que las redes sean tupidas y no descartar nada: el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.

Otras maneras de usar la boca, de la poeta indocanadiense Rupi Kaur, recién publicado en nuestro país por el sello Espasa, reúne todas las características de este fenómeno que empezó en Internet, de ahí pasó a los bares y ha acabado por llegar a las editoriales más prestigiosas. La autora es casi una adolescente, nacida en 1992 en Punyab, India, aunque vive en Toronto. Su presencia en el universo digital es continua. Su primer libro ha vendido, según se dice, un millón de ejemplares en siete meses. Y llega a nuestro país gracias a la traducción que ha hecho de él la magnífica Elvira Sastre, ella misma una voz principal de la nueva poesía española, que acaba de desembarcar en la editorial Visor con su libro La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida. Las dos primeras cosas que se nota al leerla son sus veinticuatro años y su talento. Tiene cosas que decir, aunque muchas ya las hayamos oído, es descarada, aguda, militante y promete una carrera que, a primera vista, da la impresión de que merecerá la pena seguir.

Algunos de sus temas recurrentes son los que podrían esperarse de su edad, desde el melodramatismo natural en ese periodo de formación —“hay tristeza / viviendo en partes de ti / en las que la tristeza no debería vivir”—; hasta la exhibición de un personaje heroico que se abre en canal cuando pone negro sobre blanco lo que le ocurre: “lo que pasa con la escritura es / que no puedo saber si me está curando / o destrozando”; desde las odas a la independencia —“no me fui porque / dejara de quererte / me fui porque cuanto más tiempo / me quedaba menos / me quería a mí misma”—, hasta la defensa de la libertad sexual y las proclamas de autofirmación tras una ruptura: “soy un museo lleno de arte / pero tenías los ojos cerrados”.

Sin embargo y por fortuna, a menudo no se limita a abrillantar el tópico, sino que lo trasciende, y es entonces cuando puede nadar en aguas más profundas, como en este poema con alma de microrrelato en el que dirige el haz de la linterna a una zona oscura, el lugar donde se pueden encontrar las fuentes psicológicas que conforman la naturaleza de una mujer que se resigna a ser maltratada: “cada vez que / le hablas a tu hija / que le gritas / sin amor / le enseñas a confundir / la rabia con la amabilidad / lo que parece una buena idea / hasta que crece y / confía en hombres que le hacen daño / porque se parecen demasiado / a ti”. O en las ocasiones en que se presenta como una soldado del feminismo y, una vez más, como una sutil indagadora de sus orígenes: “cuando mi madre abre la boca / para tener una conversación durante la cena / mi padre mete la palabra silencio / entre sus labios y le dice que / no hable nunca con la boca llena / así es como las mujeres de mi familia / aprendieron a vivir con la boca cerrada”.

La ingenuidad, ¿es una virtud o un defecto? Depende de en qué momento, de qué estemos hablando y con qué fines. En el caso de Rupi Kaur, sin ninguna duda es más lo primero que lo segundo, porque el aire fresco que sopla al pasar las páginas de esta obra, cuyo título original es Milk & honey, resulta muy agradable y los aciertos de sus poemas los llenan de motivos para no dejarlos pasar. “Perderte / fue el comienzo / de mí misma”, dice. Leer este primer asalto de su obra, te hace anotar su nombre y ponerla bajo vigilancia.

*Benjamín Prado es escritor. Su último libro, Benjamín PradoMás que palabras (Hiperión, 2015).

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