El Gobierno de Madrid tacha de “capricho de unos niños” la petición de la Asamblea para que cambie el nombre del Hospital Infanta Cristina

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, ha afirmado que no cambiará el nombre del Hospital Infanta Cristina por Hospital de Parla tal y como reclama una Proposición no de Ley aprobada este jueves en la Asamblea de Madrid, por "capricho de unos niños que no saben hacer política".

La Cámara autonómica dio ayer luz verde a una PNL de Podemos en la que pedía cambiar el nombre del Hospital Infanta Cristina tras la sentencia del Caso Nóos, pero, en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, el consejero del ramo ha afirmado que no está "obligado a ello".

"Para cambiarlo tengo que gastar 400.000 euros y lo que no voy a hacer es poner en riesgo cualquier aspecto, por mínimo que sea, de la sanidad. ¿En que consiste cambiar el nombre? ¿Cambiar el nombre de las colchas, de las sábanas, almohadones, pijamas...?", se ha preguntado.

"¿Cree que si no estoy obligado por ley voy a gastarme 400.000 euros? Seguramente usted no me lo perdonaría y los ciudadanos madrileños que han votado a Cristina Cifuentes tampoco. He venido aquí a hacer una sanidad pública cercana, humanizada, eficaz, pero eficiente y no sería eficiencia derrochar 400.000 euros por el capricho de unos niños que no saben hacer política en la Comunidad de Madrid", ha continuado.

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Es este sentido, ha indicado que solamente con la internalización de la tarjeta sanitaria acaban de ahorrar 380.000 euros. "¿Cree que el consejero que está tratando de ahorrar euro a euro va a derrochar 400.000 euros?", se ha preguntado.

En cuanto a la PNL ha considerado que el objetivo de Podemos es "hacer ruido mediático, buscar el titular fácil, hacer demagogia y venir a la Asamblea con un tema que no es de Asamblea". "¿Qué es lo que están buscando? Desde luego mejorar la sanidad pública madrileña no", ha destacado.

El consejero ha afirmado que sale del Parlamento "con un bochorno tremendo que puede costarle al gobierno más de 400.000 euros" y ha remarcado que, "desde luego, el consejero de Sanidad tiene otras prioridades en este momento".