Andalucía
El ex líder andaluz de IU se pasa a las filas de Susana Díaz
Diego Valderas, coordinador andaluz de IU entre 2000 y 2013, ha dado el sí a Susana Díaz. El ex vicepresidente de la Junta de Andalucía (2012-2015) ha aceptado la propuesta de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz (PSOE), de convertirse en comisionado de la ley de memoria histórica de la comunidad autónoma, un cargo ad hoc, actualmente inexistente. La figura no está recogida en la ley, aprobada en marzo, y debería convivir con la dirección general de memoria democrática de la Consejería de Cultura, desde donde se ha impulsado la norma. Valderas acepta contra el criterio expreso de la dirección de la coalición a la que pertenece, liderada por Antonio Maíllo, que considera que con ello se presta a "blanquear" el pacto "conservador" del PSOE con Ciudadanos y hace el juego a una maniobra de Díaz para "meter los dedos" en el debate interno de IU. Valderas, cuya decisión causó este lunes enfado y decepción en la dirección de IU, forma parte de una minoría crítica con Maíllo por su estrategia de confluencia con Podemos.
El nombramiento deberá ser adoptado por el Parlamento de Andalucía, donde Díaz llevará la propuesta este miércoles. Díaz, que tras su derrota orgánica ante Pedro Sánchez busca revitalizar su agenda política andaluza, llamó el domingo a Antonio Maíllo, según fuentes del entorno del líder de IU. La presidenta le pidió su opinión y que trasladase su propuesta a Valderas, a lo que Maíllo replicó solicitando más información. El líder de IU pensó que en realidad no le pedía opinión, sino que le informaba de una decisión ya adoptada, como una pura formalidad. No llamó a Valderas, ni Valderas lo llamó a él. En la mañana de este lunes la cadena SER informó de los planes de Díaz: llevar la propuesta el miércoles al pleno para someterla a votación, para lo que ya cuenta con el apoyo de Ciudadanos, partido con el que tiene un pacto de investidura que en teoría ambas formaciones van a intentar acelerar ahora que la presidenta vuelve a "centrarse en Andalucía". Si Valderas acepta, está hecho.
Y Valderas ha aceptado, según ha confirmado él mismo a infoLibre. "La propuesta me ha ilusionado. Me parece un reto. La ley de memoria histórica de Andalucía es la más avanzada de España. Hay que ponerla en marcha, que llegue al pueblo. Y hacerlo con diálogo. También hay que crear los instrumentos reglamentarios necesarios. Hay mucho trabajo que hacer", señala en una breve conversación telefónica, en la que prefiere no entrar en detalles. Valderas afirma que no quiere hablar "hasta que se pronuncie el Parlamento". "No quiero ser imprudente. Primero que hable el Parlamento, que es mi dueño. Allí la presidenta hará la propuesta, y será el Parlamento quien se pronuncie", afirma.
Valderas, que fue el promotor de la ley durante su época como vicepresidente, pone el énfasis en el Paramento, pero no niega que el cargo deberá depender del Gobierno de Díaz. El ex vicepresidente no aclara de qué consejería. En teoría debería ser de Cultura, que tiene las competencias de memoria histórica. Cultura está dirigida por Rosa Aguilar, que siendo alcaldesa de Córdoba por IU se pasó en 2009 de un día para otro al Gobierno de José Antonio Griñán, del PSOE. Valderas le reprochó públicamente aquella maniobra en términos muy duros, acusándola de "deslealtad", aunque lo cierto es que con el tiempo la relación entre ambos se normalizó. ¿Trabajará ahora Valderas en un cargo dependiente de la Consejería de Cultura que dirige Aguilar? "No lo sé. No sé qué va a ocurrir en el Gobierno de cara al futuro, hay que verlo. Todo esto hay que construirlo y ser respetuosos", dice.
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El ex coordinador andaluz de IU, de 64 años, asegura que no acudirá al pleno del miércoles, en el que PSOE y Ciudadanos votarán a favor de su nombramiento. Eso sí, estará muy pendiente. "Hay que escuchar al Parlamento. Si sale adelante, me tendré que desjubilar", bromea. Sobre las primeras reacciones de la dirección de IU, muy críticas con su decisión, afirma: "Si mi gente se cabrea, es que se cabrea por nada. Lo único que puedo decir es que me debo a una decisión del Parlamento".
Valderas fue presidente del Parlamento de Andalucía de 1994 a 1996, en la conocida como legislatura de la pinza. En 2000 accedió a la coordinación andaluza de IU. Su momento de mayor protagonismo político tuvo lugar tras las elecciones autonómicas de marzo de 2012, cuando siendo líder de IU la coalición formó un gobierno con el PSOE, del que fue vicepresidente hasta enero de 2015 (primero con Griñán y luego con Díaz como presidentes). Entonces Díaz lo cesó a él y a los otros dos consejeros de IU y convocó elecciones. Para entonces el líder de IU ya no era Valderas, sino Antonio Maíllo, crítico con el pacto. Díaz justificó el adelanto de elecciones argumentando que Maíllo barajaba consultar a las bases de IU sobre la continuidad del pacto, lo cual no garantizaba la "estabilidad" del gobierno, a juicio de la presidenta.
Valderas estaba en total desacuerdo con la estrategia de Maíllo y, para cuando se rompió el acuerdo, el alejamiento entre ambos era más que evidente. Su relación con Díaz, en cambio, fue de confianza mutua durante el periodo de gobierno conjunto y, con el paso del tiempo, se ha ido haciendo de una abierta complicidad. Díaz se suele referir a Valderas en positivo como referente de IU, en contraste con sus dirigentes actuales, a los que considera "entregados a Podemos". Díaz y Valderas vivieron en su día un doloroso episodio político para el entonces vicepresidente y para el conjunto de IU, cuando la jefa del Ejecutivo le impidió viajar a los campos de refugiados del Sahara porque ello enturbiaría las relaciones con Marruecos. Díaz destacó este lunes el "prestigio y reconocimiento" de Valderas como motivos para su nombramiento.