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Cataluña ante el 1-O

El PSOE reduce a "reflexión personal" la propuesta de su número tres de una quita de deuda para Cataluña

José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, este lunes en Ferraz.

Ibon Uría

El PSOE vuelve a enredarse con la situación de Cataluña y las medidas para hacer frente a la escalada independentista. El último tira y afloja se ha producido a cuenta de la idea lanzada este lunes por el número tres del partido, José Luis Ábalos, de realizar una quita en la deuda a comunidades autónomas como Cataluña. “Hay una deuda importante que tiene Cataluña y que el Estado deberá contribuir a resolver, porque es una deuda que se va acumulando y hay que plantear algún tipo de quita”, dijo en una rueda de prensa en Ferraz.

Ábalos insistió en que es importante que en Cataluña no “colapse la institucionalidad” y que pueda “atender a los servicios que presta”, y mencionó también los casos de la Comunitat Valenciana y de Castilla y León como ejemplos de comunidades con una financiación inadecuada. Horas después, ante los primeros conatos de polémica, precisó en una entrevista en la Cadena SER que él no había querido plantear una “medida” sino una “opinión personal”. Eso sí, insistió en que la quita sería “razonable” –“con otros países del tercer mundo España lo ha venido practicando, cómo no lo va a hacer con sus territorios”, llegó a decir– y que era una idea “perfectamente compartida” por otros en el PSOE, aunque no hubiera sido “objeto de ninguna reunión”.

Las palabras del secretario de Organización socialista sorprendieron porque apenas 72 horas antes, el viernes, las direcciones del PSOE y el PSC mantuvieron una reunión conjunta y aprobaron la llamada Declaración de Barcelona [ver en PDF], donde en ningún momento se mencionaba la posibilidad de que el Estado asumiera como propia toda o parte de la deuda de las comunidades autónomas, tampoco de Cataluña. El texto hablaba, por ejemplo, de negociar los 46 puntos que Puigdemont planteó a Rajoy, desarrollar el Estatuto de Autonomía de Cataluña, de reconocer singularidades, reformar la Constitución, de invertir en infraestructuras o de renovar el sistema de financiación autonómica, pero nada de quitas.

Reflexión personal

A primera hora de este martes, la portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Margarita Robles, replicó a preguntas de los periodistas que la quita sugerida por Ábalos es una “opinión personal”, pero no la posición del PSOE. “Es una opinión a título particular, personal de él, ya lo ha aclarado”, subrayó Robles, quien dijo que la idea de Ábalos es “muy respetable” pero dejó claro que el posicionamiento del partido es el plasmado en la Declaración de Barcelona. El portavoz de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Óscar Puente, dijo por su parte que el planteamiento de Ábalos "no se ha debatido" en la dirección del partido.

En ese mismo sentido, fuentes tanto de la dirección socialista como del grupo parlamentario señalan a infoLibre que la cuestión de la quita no se ha abordado en ningún momento en relación con la actual situación en Cataluña, y coinciden en reducir a la categoría de "reflexión personal" la idea lanzada por Ábalos. Un integrante de la dirección del grupo comenta, por ejemplo, que en la reunión mantenida este martes no se abordó el tema. Un miembro de la dirección del partido resalta que, en todo caso, el secretario de Organización "no habló de una quita sólo para Cataluña" e insiste en que la suya fue una "reflexión general", no una posición del PSOE.

Iceta lo apoya

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, sí apoyó, en cambio, la posibilidad de explorar una quita. En una entrevista en La Cafetera, afirmó que le "parece una cosa muy razonable" y que le "gustaría saber" qué opinan otros partidos sobre esta propuesta y cuál es su planteamiento para resolver la situación financiera de las comunidades autónomas. Iceta consideró que "el esfuerzo de reducción del déficit público se ha cargado en exceso" sobre la administración autonómica, llevándola "casi a la quiebra" –"el Estado ha abusado, por así decirlo, de las comunidades", comentó– y que una forma de "compensar eso" es "reducir la deuda de las comunidades autónomas". 

El líder de los socialistas catalanes, de hecho, recordó que ya en 2014 él planteó la posibilidad de hacer una quita "no sólo para Cataluña". Lo hizo, en efecto, en una conferencia poco después de la consulta soberanista del 9N en la que pidió que el Ejecutivo central asumiera parte de la deuda autonómica como primer paso para establecer un nuevo modelo de financiación. "Serviría para facilitar la discusión y aprobación" de ese nuevo sistema, consideró entonces Iceta, que agregó que eso serviría para que todas las regiones "salieran ganando" al tener una "situación financiera más saneada" y con una rebaja en su "gasto en concepto de pago de intereses de la deuda".

Críticas dentro y fuera

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Sin embargo, las palabras de Iceta fueron las únicas elogiosas hacia la propuesta de Ábalos. El portavoz del Gobierno andaluz, Juan Carlos Blanco, afirmó por ejemplo que la quita se puede barajar pero sólo si no implica "cerrar la puerta" a que haya más dinero para financiar al resto de comunidades. "No queremos que se utilicen posibles condonaciones por la gatera para evitar el compromiso de dar más dinero a las comunidades", advirtió el portavoz del Ejecutivo andaluz, quien exigió al Gobierno de Rajoy que "cumpla su compromiso con Andalucía y no se dedique sólo a condonar deuda, sino a dar a cada comunidad lo que le corresponde y a Andalucía lo que merece".

Jesús Fernández Vaquero, secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, apuntó por su parte preguntado por el planteamiento de Ábalos que "los catalanes siempre son a los que más dan y a los que menos quitan" y consideró que, además de ese supuesto trato de privilegio, "los catalanes siempre quieren que les den más y que les quiten menos", mientras que el Gobierno de García-Page se confirma con "justo la mitad". "O que nos den más o que nos quiten menos".

Las críticas al número tres de la dirección de Sánchez no sólo llegaron desde el propio PSOE, sino también desde el Gobierno y otras fuerzas políticas. Iñigo Méndez de Vigo, portavoz del Ejecutuvo, tachó la posible quita de "ocurrencia" ante el "desafío secesionista". "Parece que [los socialistas] quieren premiar a los secesionistas: quiebran ustedes la ley y encima les quito la deuda", insistió el ministro, para quien la idea es un "sinsentido" propio de un partido que va de "ocurrencia en ocurrencia. La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, consideró que "no sería útil" y que "la única solución posible" es un referéndum de independencia "pactado".

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