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Las relaciones de España con la dictadura saudí

España multiplicó por 30 la venta de armas a Arabia Saudí en los últimos cuatro años

Felipe VI y Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, rey de Arabia Saudí, el pasado enero en Riad.

"La lucha contra el terrorismo es la principal prioridad para las sociedades libres", aseguraba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado jueves, en una comparecencia que tuvo lugar pocas horas después de que se produjese el primero de los dos atentados yihadistas que sacudieron Cataluña, el de La Rambla de Barcelona. Pero el Ejecutivo que representa a la "sociedad libre" española ha multiplicado en los últimos cuatro años por 29 el valor de sus exportaciones de armas a Arabia Saudí, una monarquía absoluta basada en una de las interpretaciones más rigoristas del islam, el wahabismo, que tiene una fuerte influencia en organizaciones terroristas como Estado Islámico o Al Qaeda.

Este lunes se reunió la comisión de seguimiento del pacto antiyihadista, en la cual los partidos políticos ofrecieron mensajes de unidad. Pero apenas un día después se han hecho públicas las discrepancias con respecto a la política antiterrorista del Gobierno y, especialmente, con respecto a las relaciones que mantiene España con países que patrocinan visiones extremistas del islam. Uno de los líderes que se expresó en ese sentido fue Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, que aseguró que "para avanzar en la lucha contra el terrorismo es necesario que algunos partidos asuman lo que ha significado Arabia Saudí para el desarrollo de los mantras de los que se nutren las redes terroristas".

"Los intereses empresariales españoles en Arabia Saudí y Catar no pueden condicionar nuestra política de Estado", denunció Iglesias en su escrito. Y lo cierto es que, al menos en el sector armamentístico, las compañías españolas tienen motivos para estar contentas con cómo han evolucionado sus negocios con la monarquía saudí en los últimos años. Entre 2013 y 2016, según datos oficiales, España –cuyo Gobierno tiene que autorizar cada venta de material bélico por parte de las compañías– exportó armas a Arabia Saudí por un valor total de 1.361,42 millones de euros, nada menos que 29 veces más que en el periodo 2009-2012, cuando las empresas españolas ingresaron un total de 46,22 millones de euros por la venta de armas y material militar al reino saudí.

Estos datos convierten a España en el tercer principal exportador mundial de armas a Arabia Saudí, tras EEUU y Reino Unido, según se destaca en el informe El riesgo de la complicidad en la comisión de crímenes de derecho internacional, firmado por las ONG Oxfam, Amnistía Internacional, Greenpeace y FundiPau. Este documento, además, alerta de que ese material –que sólo el año pasado consistió en "munición, bombas, torpedos, cohetes, misiles, sistemas de dirección de tiro, equipos electrónicos y aeronaves"– puede acabar siendo utilizado en los ataques que, desde 2015, Arabia Saudí lanza regularmente contra Yemen.

Una relación empresarial fluida

El comercio de armas con la monarquía absoluta saudí, sin embargo, es tan sólo una pequeña parte del intercambio comercial que llevan a cabo España y Arabia Saudí. Según el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), sólo en 2016 las exportaciones españolas al país ascendieron a un total de 2.363,5 millones de euros, la mayor parte de las cuales –incluido el material militar– se encuadran en la categoría de "materias primas, productos industriales y bienes de equipo, que ascendió a 1.678 millones. En 2015 las exportaciones fueron mayores: su valor fue de 3.097,5 millones.

La fluidez de las relaciones empresariales entre España y Arabia Saudí quedó reflejada el pasado enero, cuando el rey Felipe VI realizó su primera visita oficial como monarca a territorio saudí. El jefe de Estado no fue, sin embargo, solo: le acompañaron representantes de nada menos que 25 organismos y empresas, cuatro de ellas (Acciona, ACS, Indra y Técnicas Reunidas) pertenecientes al Ibex 35. De igual forma, la CEOE y la Cámara de Comercio también mandaron emisarios a la visita.

Además de las cuatro del Ibex, entre la nómina de compañías presentes en el viaje de Felipe VI a Arabia Saudí se encontraban algunas como ADIF, el Grupo Villar-Mir, Renfe o Navantia. Las tres primeras forman parte del consorcio hispano-saudí que construye el AVE a La Meca, un macroproyecto que fue adjudicado inicialmente por 6.736 millones en el año 2011, pero que el año pasado tuvo que ser renegociado para ampliar su plazo de entrega y para hacer frente a un sobrecoste de 150 millones. Navantia, por su parte, negocia desde hace meses un contrato para construir cinco corbetas para el ejército de Arabia Saudí.

En su respuesta por escrito a la pregunta formulada por varios diputados del PSOE en el Congreso, el Gobierno únicamente explicó que el "objeto" del viaje de Felipe VI y los empresarios a Arabia Saudí fue "el fomento de las oportunidades de colaboración y trabajo conjunto entre ambos países, identificando aquellos sectores de interés". "No se ha cerrado ningún acuerdo comercial entre España y Arabia Saudí", y "el contrato con la empresa Navantia no se ha formalizado, ya que su firma sigue pendiente de ratificación", señaló igualmente el Gobierno.

No obstante, nada se explicaba sobre si las empresas privadas habían aprovechado su viaje a la monarquía árabe para alcanzar acuerdos. Además de las ya citadas, enviaron responsables a la cita las compañías Adif, Arpa, CAF, Elecnor, FCC, FCC Aqualia, el Grupo MCI, Herbert Smith Freehills, Idom, Ineco, Mondragón Wintec, Sacyr, Sener, Talgo, TSK, Typsa y X-Elio, así como el Consejo de Seguridad Nuclear. Así lo confirmó el Gobierno a preguntas por escrito de Unidos Podemos en el Congreso.

La "profunda y duradera amistad" entre monarquías

Pero las buenas relaciones entre las autoridades españolas y las saudíes no vienen de ahora. Según informa el ICEX, desde 2013 diferentes autoridades españolas han viajado nada menos que diez veces a Arabia Saudí. El ministro de Economía, Luis de Guindos, lo hizo en 2013, mientras su entonces homóloga en Fomento, Ana Pastor, acudió tanto en 2014 como en 2015. Por su parte, el exministro de Defensa, Pedro Morenés, se entrevistó con el entonces príncipe heredero y ahora monarca, el rey Salman, también en 2014.

Sin embargo, desde hace años la relación hispano-saudí mejor engrasada es la de las casas reales de ambos países. Desde que Felipe VI fue proclamado rey ha viajado en dos ocasiones a Arabia Saudí: la primera en 2015, con motivo del fallecimiento del rey Abdalá, y la segunda en enero de este año, junto a los empresarios españoles. Su padre, el rey Juan Carlos I, también mantuvo una relación especialmente fluida con la monarquía absoluta saudí, que el fallecido rey Abdalá definía como de "profunda y duradera amistad".

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La última vez que el rey emérito estuvo en Arabia Saudí fue el pasado abril, cuando el rey Salman lo recibió con todos los honores en Riad, la capital. Pero la buena relación entre ambos viene de lejos, y fruto de la misma los monarcas saudíes han obsequiado a Juan Carlos I con regalos como el yate Fortuna en 1979, un barco que la familia real española usó durante 20 años. Las visitas no sólo se han producido en territorio saudí, ya que el rey emérito visitaba frecuentemente al fallecido rey Fahd en su palacete en Marbella (Málaga).

Y es que Juan Carlos I aseguraba sentirse tratado "como un hermano" entre los muros de los palacios de sus homólogos saudíes, tal y como declaró en el año 2005, cuando fue invitado a rendir honores al rey Fahd, recientemente fallecido. En 2007, el Consejo de Ministros aprobó un decreto por el cual el entonces monarca concedió la orden del Toisón de Oro –la más alta distinción de la casa real española– al sucesor del rey Fahd, el rey Salman.

La religión también ha estado presente en la larga relación que ha unido a las monarquías española y saudí. Juan Carlos I y el entonces príncipe Salman inauguraron en 1992 la madrileña mezquita de la M-30, el centro de culto islámico más grande de España. Su construcción fue mayoritariamente financiada por Arabia Saudí, y el rey Salman aprovechó la inauguración para destacar su buena sintonía con "España, Corona, Gobierno y pueblo".

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