Cataluña ante el 1-O
Puigdemont propondrá al Parlament que declare la independencia de Cataluña
"Nos hemos ganado el derecho a un Estado independiente en forma de república", y por eso "en los próximos días trasladaremos al Parlament el resultado de la jornada de hoy" para proclamar unilateralmente la independencia. Así de claro lo dejó el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una comparecencia que realizó acompañado de todo su Gobierno y que tuvo lugar pocos minutos después de las 22.30, antes de conocerse siquiera el resultado oficial del referéndum del 1-O. Posteriormente, la Generalitat hizo público este resultado: con una participación del 42,3%, la opción independentista reunió casi el 90% de los votos.
El Ejecutivo catalán compareció en pleno después de un intensísimo día en el que las imágenes de cargas policiales para impedir el referéndum fueron la tónica general. Pugidemont fue el único en intervenir, y denunció las "claras violaciones de los derechos humanos" que, a su juicio, "no pueden quedar impunes". Pero el mensaje principal de su intervención tenía un fin claro: dar el pistoletazo de salida para la cuenta atrás hacia la declaración unilateral de independencia. "Tenemos derecho a decidir, tenemos derecho a la libertad, y queremos vivir en paz y fuera" de España, anunció Puigdemont, que ha convocado una reunión extraordinaria del Gobierno para este lunes.
El máximo dirigente de la Generalitat comenzó su discurso felicitándose por haber "conseguido celebrar el referéndum de autodeterminación que el Estado tanto se ha esforzado en impedir" y dando las gracias a todos los ciudadanos que se han movilizado. "El Estado español ha escrito hoy una página vergonzosa en la historia de su relación con Cataluña", denunció Puigdemont, que aseguró que este domingo, "pese a que estamos en la UE y en el siglo XXI, la respuesta del Estado ha sido la de siempre: violencia y represión".
"Esto se ha acabado", aseguró el president, que hizo un llamamiento a "todos los demócratas de Europa y del mundo" para que apoyen al Gobierno catalán en su camino hacia la independencia. "El camino que tenemos que hacer ahora tiene que ser juntos" y "en paz", sostuvo Puigdemont, que se dirigió de nuevo a la UE para plantear que "los catalanes" se han "ganado el derecho a ser respetados". "La UE no puede seguir mirando hacia otro lado", insistió el mandatario, quien afirmó que el problema catalán "ya no es un asunto interno, sino un asunto europeo".
Una participación ligeramente inferior al 9N
Pasadas las 00.10 de la noche comparecieron en Barcelona los consellers de Presidencia y Asuntos Exteriores, Jordi Turull y Raül Romeva, y el vicepresident Oriol Junqueras. Según los datos oficiales proporcionados por Turull, se contabilizaron un total de 2.262.424 papeletas, de las cuáles 2.020.144 (un 90%) se inclinaron por la independencia y 176.556 por mantener la Cataluña autonómica, con 45.585 votos en blanco. Turull hizo hincapié en que hubo "400 escuelas" en las que no se pudo votar por la intervención policial, lo que según sus cálculos afectó a 770.000 votantes. Sin esta acción policial, aseguró Turull, la participación podría haber ascendido "hasta el 55%".
No obstante, la Generalitat permitía a los ciudadanos votar en el centro que quisieran, por lo que, contando con el censo completo, la participación fue de poco más del 42%. En términos absolutos, las 2,2 millones de papeletas recontadas son una cifra ligeramente inferior a los 2,3 millones de votos que se recogieron en la consulta del 9 de noviembre de 2014, donde la opción independentista alcanzó el 80,76% de los sufragios.
Las imágenes de la acción policial fueron protagonistas durante toda la jornada, y según cifras oficiales han dejado un total de 844 heridos, la mayor parte de ellos de carácter leve. No obstante, pese a este operativo, la Generalitat promovió durante todo el día el voto en el referéndum. "Pedimos a la gente que acuda a votar [...] de manera serena y pacífica", sostenía el conseller de Presidencia, Jordi Turull, que señaló a las 18.00 de la tarde que en 319 de los más de 2.000 colegios electorales habilitados no se había podido votar porque habían sido clausurados. "Esta noche nos podremos contar por millones", aseguró Turull.
Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, se felicitó nada más iniciarse el recuento por la "capacidad de respuesta, organización y plantar cara de la ciudadanía de Cataluña" y denunció la "represión policial" que, a su juicio, "es inconcebible en una sociedad democrática y avanzada". "El Estado sabe que la democracia es imbatible, y no entendemos y no podemos perdonar nunca que nos hagan sufrir", criticó Tardà. Junto a él compareció el portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, que fue más allá y exigió reacciones internacionales contra España por la actuación policial de este domingo. Bosch aseguró incluso que su partido pedirá la expulsión de España de la UE por utilizar "fuerza militar contra sus ciudadanos".
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ANC, Òmnium y la CUP llaman a la huelga
Las entidades independentistas también se pronunciaron durante la tensa mañana del domingo: Jordi Sánchez (ANC) denunciaba que "la Policía española" estaba utilizando la "violencia" contra el "civismo", mientras que Jordi Cuixart (Òmnium Cultural) tachaba las cargas policiales de "ataque flagrante a las libertades nacionales y sociales de Cataluña". En torno a las 22.00, ambos líderes comparecieron en un escenario en la Plaza Catalunya de Barcelona para pedir explícitamente el apoyo a la huelga general convocada el día 3 de octubre por varios sindicatos minoritarios.
Ese posicionamiento, hasta ahora, sólo lo había defendido abiertamente la CUP, que volvió a llamar a la huelga por boca del portavoz de su secretariado nacional, Quim Arrufat, que además pidió que la independencia quede proclamada por el Parlament la semana que viene. "No queda alternativa dentro del Estado español para garantizar la protección de la gente, de sus derechos, la libertad y la construcción de un futuro con paz y justicia social", aseguró Arrufat, que sostuvo que "la represión y el aplastamiento del Estado será peor" si no se produce esta declaración.