Educación superior
Profesores de Universidad indignados con el repentino endurecimiento de los criterios para ascender
La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) ha despertado la indignación de cientos de profesores e investigadores de Universidad, que ven cómo han estado años preparándose para ascender de categoría y, de repente, sus esfuerzos no sirven de nada. Es lo que denuncian sindicatos del profesorado funcionario de Universidades de toda España, a los que ha pillado por sorpresa la publicación el pasado viernesla publicación el pasado viernes, por parte de la Aneca, de los nuevos criterios para ascender en la escala de los distintos estatus de los docentes investigadores. En concreto, se han endurecido los méritos para ascender de Profesor Contratado Doctor a Titular, y de Titular a Catedrático. Aseguran que los criterios son mucho más exigentes y que se han cambiado bajo la más estricta arbitrariedad y sin tener en cuenta ni una de las peticiones de los sindicatos.
Los profesores de Universidad se dedican, en caso de querer promocionar y subir a un estamento superior de su carrera funcionarial, a ir recopilando méritos: estancias en el extranjero, investigaciones publicadas, dirección de comités o grupos internacionales de trabajo, horas de docencia, etcétera. Como se trata de un trabajo a largo plazo, dedican años a adaptar su actividad a los criterios en curso. Si se endurecen, de golpe, esos criterios, el trabajo se va a la basura. "Tengo 10 meses de estancia en el extranjero. Ahora no me sirve ninguno", relata una profesora de Universidad que prefiere no revelar su nombre. Los hizo en periodos cortos de tiempo, por entre otros motivos su maternidad. Ahora la Aneca exige que esos periodos sean, mínimo, de tres meses. No los cumple, por lo que tiene muy difícil, si no imposible, ascender a catedrática: algo por lo que ha estado luchando años.
Ella es profesora titular y reconoce que, aunque tiene difícil obtener la acreditación para ser catedrática a partir de ahora, lo tienen más complicado los contratados que quieran optar a su plaza, y que están sujetos a la temporalidad y a sueldos más bajos. Curro Villarejo, secretario de la Junta sindical de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Sevilla, explica otros criterios que se han endurecido. "Ahora se consideran los niveles de impacto en las publicaciones. Antes no. También se exigen seis méritos específicos, como la participación en comités o dirigir proyectos internacionales. Aparte de que conseguir esos méritos tarda, no depende de uno mismo. Muchas de esas direcciones las asumen catedráticos, que ya no pueden ascender más", asegura.
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El proceso de cambio de los criterios para la acreditación en la Universidad empezó en junio de 2015, cuando el Ministerio de Educación, a través del Real Decreto 415/2015, anunció que comenzaba el proceso de cambio de dichos criterios, estables desde 2007. A partir del 31 de diciembre de 2015 se cerró la puerta a nuevas acreditaciones y empezó un proceso de negociación. Al tapón en las nuevas contrataciones en la Universidad por la ausencia de nuevas plazas a concurso se sumaban los candidatos que tenían méritos y no los han podido acreditar. Los sindicatos educativos con representación (CSI-F, UGT y CCOO) llevan meses negociando y, asegura Villarejo, no han visto sobre lo aprobado el pasado viernes ni una sola de sus reivindicaciones. "Se reunían las comisiones y se planteaba un aumento de los méritos en documentos que se presentaban en la misma reunión. Los sindicatos no tenían tiempo de reflexionar", afirma el profesor.
Las fuentes consultadas coinciden en interpretar que, más allá del endurecimiento de los méritos, es injusto el cambio constante en estos criterios, dado que el trabajo para adecuarse a ellos se extiende durante varios años. Y que forma parte de una estrategia del Gobierno para perjudicar a la Universidad pública en fomento de la privada. "Y la CRUE (la Conferencia de Rectores), callada. Nos vendría genial que ellos, que ya lo han conseguido todo, se pronunciaran", reclaman.