El futuro de Cataluña
El independentismo cierra su primer gran acuerdo pero ERC mantiene las reticencias sobre la investidura de Puigdemont
Puigdemont se ha llevado el gato al agua. En contra del acuerdo global que buscaban ERC y la CUP, y a pesar de la desconfianza que se ha apoderado de las relaciones entre las tres formaciones soberanistas, el president destituido ha cerrado el acuerdo que buscabacerrado para que el próximo martes 17 de enero el independentismo se haga con el control de la Mesa del Parlament en la sesión constituyente de la Cámara.
La Presidencia será para Esquerra (está por ver si será Carme Forcadell, que según algunas fuentes prefiere dar un paso atrás en atención a su delicada situación judicial), así como una de las dos vicepresidencias. Junts per Catalunya se hará con la primera vicepresidencia y una secretaría, Ciudadanos con dos secretarías y el PSC con la quinta. El soberanismo tendrá cuatro de los siete votos de la Mesa, la misma mayoría absoluta que en el Pleno.
Fue en una cena en Bruselas a la que asistieron el propio Puigdemont y la número dos ERC, Marta Rovira. En ella los republicanos, que hasta ahora pretendían cerrar un acuerdo global que incluye la investidura, han acabado cediendo al pactar la composición de la Mesa sin que esté claro que el candidato de Junts per Catalunya, como pretende, pueda defender a distancia su investidura, bien por videoconferencia, bien delegando su representación en otro diputado de su grupo.
Para salir de dudas, y de paso garantizar que el procedimiento se ajusta a la legalidad vigente, Esquerra ya ha anunciado que en relación con los planes de Puigdemont estará a lo que le indiquen los servicios jurídicos del partido y los letrados de la Cámara, porque el reglamento del Parlament no prevé una investidura no presencial y es necesaria una interpretación ad hoc por parte de la Mesa.
En esa apelación a las normas, Esquerra viene a coincidir con el expresidente Artur Mas, que en declaraciones s Catalunya Radio defendió que las reivindicaciones independentistas se mantengan dentro de la ley. El resultado del 21D, explicó, permite mantener el rumbo hacia la independencia pero no a cualquier precio: “Se tendrá que hacer en los marcos establecidos por el Estado español”, lamentó.
Si eso ocurre, Ciudadanos, PSC y PP ya han anticipado que recurrirán al Constitucional para evitar que Puigdemont sea elegido president desde Bélgica. Y si el Alto Tribunal le impide el regreso a la Presidencia de la Generalitat, a Puigdemont sólo le quedarán dos opciones: bloquear indefinidamente la elección de president —y forzar nuevas elecciones que se celebrarían probablemente en junio— o renunciar a ese puesto y proponer en su lugar a otro diputado o diputada de Junts per Catalunya. En ese escenario, calculan los seguidores de Puigdemont, Esquerra ya no podría recuperar la idea de proponer a Oriol Junqueras porque para entonces ERC ya se habrá hecho con la Presidencia del Parlament.
Los diputados son “insustituibles”
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Paradójicamente, mientras Junts per Catalunya intenta conseguir que Puigdemont pueda ser investido a distancia, el abogado defensor de Oriol Junqueras ha pedido este miércoles al Supremo que permita al líder de Esquerra acudir a votar al Parlament con el argumento contrario. El letrado cita el artículo 4.1 del Reglamento del Parlament para proclamar que “los diputados tienen el deber de asistir a los debates y votaciones del Pleno”. La persona del diputado “es insustituible” y “su voto es indelegable”, sostiene el escrito presentado en nombre de Junqueras.
En este complicado juego de equilibrios en busca de una mayoría, del que también forma parte la necesidad de despejar cuántos diputados soberanistas ahora en Bélgica renunciarán a sus actas y si el juez permitirá acudir a las votaciones a los tres parlamentarios que siguen presos, hay que tener en cuenta a la CUP. Los anticapitalistas celebraron este miércoles el acuerdo anunciado para la Mesa pero fueron ambiguos a la hora de expresar el alcance de compromiso con la investidura de Puigdemont. Es cierto que “no serán un impedimento” para investir a un president independentista, pero su portavoz, Carles Riera, dejó claro que el apoyo expreso de la CUP sigue estando a expensas de que el candidato a a la investidura se comprometa a continuar con la vía unilateral hacia la independencia de Cataluña.
El viernes Puigdemont tiene previsto reunir en Bruselas a los diputados electos de su grupo y en los próximos días Junts per Catalunya y Esquerra deben cerrar los nombres de sus candidatos para la Mesa. Una elección muy relevante porque, en caso de que el Constitucional impida la investidura a distancia, sus miembros ya saben que su desobediencia tendrá consecuencias legales, especialmente si alguno de ellos, como Forcadell, está en imputado y en libertad provisional.