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Transición energética

Endesa blanquea el carbón de sus centrales con una campaña de contenido patrocinado en medios

Pantallazo de la web donde se alojaba la campaña de Endesa comparando el transporte con el carbón en cuanto a sus niveles de contaminación.

Endesa, la empresa que emite más Gases de Efecto Invernadero (GEI) de España según los datos del Observatorio de la Sostenibilidad, ha lanzado esta semana una controvertida campaña para desmontar "mitos" y afirmar que el carbón que alimenta sus centrales térmicas contamina, sí, pero más contamina el transporte. La campaña se basa tanto en cuñas tradicionales de radio (ha salido, al menos, en la cadena Ser) como en contenido patrocinado en medios, es decir, publicidad encubierta. El contenido, en este caso, ha sido dictado por la compañía energética, y se ha insertado en varios digitales con apariencia de información cuando no se trata de información. Endesa no ha querido detallar a infoLibre ni el coste de la acción ni en qué publicaciones se ha colocado, pero una breve búsqueda da resultados en, entre otros, El Independiente, El Español, La Razón o El Mundo.La RazónEl Mundo En todos ellos, el titular en la portada va acompañado de un banner que indica que se trata de contenido "ofrecido" por Endesa. El Español, sin embargo, ha compartido en Facebook la campaña sin advertirlo.

 

Publicación en Facebook de El Español compartiendo la campaña de Endesa con apariencia de información.

La campaña, según el departamento de comunicación de Endesa, "pone el carbón y al transporte en perspectiva". Considera la empresa que existe un "mito" según el cual las centrales térmicas contaminan más que cualquier otra actividad. Para ilustrarlo, en el spot que sirve de pieza clave de la acción aparecen dos personajes conversando. "Que cierren las centrales de carbón, que está demostrado que el carbón es lo que más contamina", dice una chica, al ser cuestionada por usar el coche, a lo que el chico le responde que esa creencia es falsa. El texto que, en Internet, acompañaba al spot rezaba: "Ojo, nadie duda de la necesidad de descarbonizar la economía y de que el carbón tendrá que dejar de utilizarse... pero pongamos cada problema en su sitio".

 

Contenido patrocinado de Endesa junto a las noticias de Economía de El Mundo.

El verbo está en pasado porque no hay rastro de la campaña en Internet. La página donde se alojaba, ahorayalosabes.com, no funciona al cierre de la edición y al menos, como ha comprobado infoLibre, desde el mediodía de este jueves. Preguntado por este periódico, el gabinete de prensa de Endesa asegura que se trata de un error informático. Sin embargo, no hay rastro de la acción ni en la página web de Endesa, aparentemente con otro dominio y servidor (y donde estaba alojado el contenido como muestra la caché de Google), ni hay una mención al tema en las redes sociales de la compañía.

"Queremos que la gente se plantee y ponga en cuestión mitos o bulos o medias verdades aceptadas sin más porque no se sabe muy bien dónde las hemos oído", asegura a infoLibre el departamento de comunicación de Endesa, que para ello ofrece cifras: las centrales de carbón emiten el 14% de los GEI que emite España en total, mientras que el transporte es responsable del 40% de estas emisiones contaminantes. Las cifras son absolutamente ciertas. Sin embargo, la campaña, encubierta con apariencia de información en muchas de las principales cabeceras del país, ha levantado ampollas en el movimiento ecologista por dos razones. La primera, por la comparación de dos ámbitos incomparables y la utilización del y tú más,y tú más un recurso tan desprestigiado en política. La segunda, por lo que no cuenta Endesa. La otra parte del cuento del carbón que no tiene obligación de recoger porque, aunque lo parezca, no se trata de información.

Una comparación insostenible

En España hay quince centrales termoeléctricas de carbón. Y millones de coches y vehículos. Evidentemente, la responsabilidad es compartida y tanto empresas como ciudadanos tienen que arrimar el hombro, como reconoce cualquier persona sensibilizada de un lado y otro del espectro ideológico. Sin embargo, no son sectores a los que se les pueda aplicar el mismo rasero. Como apunta Carlos Calvo, de Transport & Environment, Endesa ha realizado la comparación en términos absolutos (14% vs 40%), pero ese 14% de todos los gases de efecto invernadero del carbón es para producir el 17% de la electricidad que se genera, solo una pata del mix energético. Es decir, contaminan muchísimo en comparación a lo que generan. El transporte emite ingentes cantidades de gases nocivos a la atmósfera, de manera acorde al papel que juega en el sistema energético y en el día a día de cualquier ciudadano. El coordinador de cambio climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, añade un dato: al analizar el ratio de contaminación generada por energía generada, el carbón gana por goleada a cualquier vehículo. La cifra de las centrales se sitúa entre los 500 y 600 gramos de CO2 por megavatio, afirma Andaluz.

Se trata, además, de una cuestión de justicia climática. Endesa, para defenderse del "mito" de que el transporte contamina menos que el carbón, pone al mismo nivel la responsabilidad ante los retos ambientales de una gran empresa y de la política energética del Gobierno central, que se resiste a abordar su inevitable final, que la de ciudadanos que, si bien siempre pueden contribuir, son el eslabón débil y en muchas ocasiones dependen de movilidad fósil, contaminante y privada para trabajar (y sobrevivir). Calvo apunta a una diferencia adicional entre los dos ámbitos: la complejidad. Las predicciones de la Comisión de Expertos para la Transición Energética, no sospechosa precisamente por sus posturas radicales, plantean un futuro a 2030 con una presencia mínima del carbón sin que suponga ningún problema, más allá de la obvia y necesaria reconversión de los trabajadores de esta materia prima en las comarcas mineras y de la planificación que tendrá que establecer el Gobierno. Redefinir la movilidad, sin embargo, implica redefinir la manera de moverse de millones de personas, con el esfuerzo en infraestructuras, en energía, en concienciación, en urbanismo, en política y en la industria que va adjunto. Lo que no implica que no se tenga que acometer.

Lo que no cuenta Endesa

Sin negar, al menos sobre el papel, la obligatoriedad (que no la urgencia) de la descarbonización, Endesa realiza una defensa velada de las centrales térmicas de carbón sin mencionar los privilegios con los que han contado durante estos años a la hora de interpretar las directivas europeas en materia de emisiones, como denunció hace unos meses el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (Iidma). A partir del 1 de enero de 2016 entró en vigor la Directiva de Emisiones Industriales (DEI), que establece rigurosos límites de emisiones para las instalaciones de combustión. Sin embargo, también establece dos excepciones a la que pueden acogerse las centrales. Una es el Plan Nacional Transitorio (PNL), aprobado en noviembre de 2016. Y para la segunda excepción, la Exención por Vida Útil Limitada (EVUL). El Iddma denunció que las instalaciones se acogieron a los niveles menos restrictivos del PNL mucho antes de que entrara en vigor. Las cinco centrales térmicas de carbón de Endesa están bajo el paraguas de ese mismo PNL.

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Endesa, sin embargo, plantea cerrar dos de sus térmicas en Castilla y León: la de Compostilla y la de Anllares, de la que posee un tercio, de cara a 2020. En las centrales de As Pontes (A Coruña) y Carboneras (Almería),  proyecta 300 millones de inversión para reducir las emisiones, afirma la compañía: fruto, probablemente, de que el Plan Nacional Transitorio llega a su fin en 2020.

Al final del texto de la campaña, desaparecido de la red, se aseguraba que cerrar una central que utilice carbón encarecería la factura eléctrica un 15%. Tampoco menciona Endesa que ningún grupo, ni partido, ni movimiento mínimamente organizado pide el cierre de una central térmica de carbón de un día para otro. Todos los movimientos ecologistas y de acción climática piden un cierre planificado, a largo plazo, que establezca mecanismos de compensación tanto a empresas como a particulares empleados, que ofrezca una alternativa a las comarcas mineras y, sobre todo, que plantee la sustitución del carbón en el mix eléctrico para evitar que el 17% de la electricidad generada no contamine el 14% de todo lo que se contamina, en cuanto a gases causantes del cambio climático, en España. Y también para evitar subidas bruscas en el recibo de la luz. Piden el mismo cierre planificado ya presente en todos los países de la Europa occidental, menos en España.

Esta es solo la primera campaña para derribar "mitos" que prepara Endesa. La empresa confirma que a lo largo de las próximas semanas publicará nuevas acciones en defensa de sus baluartes: como, por ejemplo, una campaña que defenderá que el coche eléctrico no emite nada en carretera. Algo evidentemente cierto. El movimiento ecologista, sin embargo, estará atento, como confirman fuentes, para detectar y evidenciar las posibles medias verdades.

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