Unión Europea
Bruselas pide a las plataformas que luchen contra la desinformación y controlen los contenidos patrocinados
La Unión Europea no legislará contra las noticias falsas. O, al menos, no por ahora. Bruselas dio este miércoles un nuevo paso firme para hacer frente al fenómeno de la desinformación, un asunto que preocupa en suelo comunitario. Pero no lo hizo, como pedían desde muchos sectores, a través de propuestas legislativas, sino que ha preferido apostar por la autorregulación. A través de una comunicación –un tipo de acto que no tiene efecto jurídico vinculante–, la Comisión Europea ha propuesto crear, con la colaboración de las plataformas online –Facebook o Twitter, entre otras–, un Código de Prácticas para combatir las fake news. Un texto que deberá estar listo para el próximo mes de julio, en el que se refuerce el control de los contenidos patrocinados, entre otros aspectos.
"Hacemos un llamamiento a todos los agentes, en particular a las plataformas y redes sociales, que tienen una clara responsabilidad, para que actúen sobre la base de un plan de acción destinado a establecer un planteamiento común europeo, de manera que los ciudadanos estén capacitados y protegidos eficazmente contra la desinformación", señaló en rueda de prensa la comisaria de Economía y Sociedad Digital, Mariya Gabriel. El departamento que dirige la política búlgara se ha mostrado en los últimos meses reacio a impulsar propuestas de carácter legislativo porque es complicado hacerlo ante este tipo de fenómenos. Sin embargo, Gabriel ha indicado que "si los resultados no fuesen satisfactorios" pondrán sobre la mesa medidas "de carácter reglamentario".
Gabriel compareció ante los medios acompañada por el comisario de Seguridad, Julian King, que apuntó que "la militarización" de las fake news y la desinformación "supone una seria amenaza para la seguridad de nuestras sociedades". "La subversión de canales fiables para esparcir contenidos perniciosos y divisorios exige una respuesta lúcida basada en una transparencia, rastreabilidad y rendición de cuentas reforzadas", aseveró el británico. Al igual que varios eurodiputados, King era partidario de impulsar una respuesta legislativa firme para combatir las noticias falsas. Y así se lo trasladó a Gabriel a mediados de marzo a través de una misiva en la que pedía "medidas de obligado cumplimiento", según desveló el diario The Financial Times.
Pero la titular de Economía y Sociedad Digital ha preferido dar el paso siguiendo las recomendaciones que le han llegado desde el grupo de expertos que el Ejecutivo comunitario puso en marcha a comienzos de año, con 39 profesionales de todos los ámbitos, para analizar el asunto de las noticias falsas tras las continuas sospechas de injerencias en los procesos electorales de varios Estados miembro. Un equipo que hace tan solo un mes le trasladó un informe en el que ponían sobre la mesa varias medidas y se mostraban en contra de legislar en caliente. Y ello a pesar de que el último Eurobarómetro realizado sobre la materia mostraba que casi un 83% de los encuestados aseguraban estar preocupados por el fenómeno de la desinformación.
La comunicación de Bruselas se sustenta sobre media decena de pilares en los que se engloban a todos y cada uno de los potenciales actores que pueden verse involucrados en el problema. infoLibre repasa, a continuación, todas las medidas que ha puesto sobre la mesa el Ejecutivo comunitario para acabar con una lacra que "erosiona la confianza en las instituciones y en los medios" e impide a los ciudadanos tomar "decisiones informadas".
1. Código de Prácticas sobre Desinformación
Para la Comisión Europea, la "inacción no es una opción". Por ello, busca que las plataformas digitales pongan toda la carne en el asador para atajar el problema. Con este objetivo en la cabeza, Bruselas pide a las redes sociales que colaboren en la elaboración de un Código de Prácticas sobre Desinformación. Pero, ¿qué pasará si las plataformas lo incumplen? Por el momento, nada. Pero el Ejecutivo comunitario avisa de que en octubre quiere tener sobre la mesa los primeros resultados cuantificables. Y si no se pasa el examen y el enfoque de la autorregulación falla, entonces las autoridades europeas se pondrán manos a la obra en la elaboración de reglamentos de obligado cumplimiento.
Con el código de conducta, la Comisión espera avanzar en varios frentes. Bruselas pretende que las plataformas digitales refuercen "el escrutinio de las colocaciones publicitarias" y la "transparencia en los contenidos patrocinados" –pide que se informe, por ejemplo, de la identidad del patrocinador o las cantidades gastadas–. Además, busca que se intensifiquen los esfuerzos para el cierre de cuentas falsas en redes sociales, se establezcan "sistemas de marcado claros" para bots, se impulse "la capacidad de búsqueda de contenidos fiables" y se mejore el acceso de investigadores a los datos de las plataformas para que puedan estudiar el fenómeno de las fake news.
2. Red de inspectores de datos
Por otro lado, el Ejecutivo capitaneado por Jean-Claude Juncker se compromete a impulsar la creación de una red europea independiente de inspectores de datos con el objetivo de "establecer métodos de trabajo comunes, intercambiar mejores prácticas, lograr la cobertura más amplia posible en la UE y participar en actividades conjuntas de verificación de datos y otras relacionadas". Este equipo, explica la comunicación, estará compuesto por miembros de la Red Internacional de Verificación de Información que deberán regirse por la "imparcialidad", la "transparencia de las fuentes y financiación" o la "transparencia de la metodología". Y sus correcciones deberán ser "abiertas y honestas".
La Comisión asegura que no interferirá con la actividad de esta red. Desde Bruselas sólo se proporcionará apoyo operativo. En este sentido, está previsto lanzar una "plataforma segura online" sobre desinformaciónonline" para facilitar el trabajo de los inspectores de datos e investigadores. El objetivo es ofrecerles "herramientas transfronterizas de recopilación y análisis", así como acceso a "datos abiertos" de toda la Unión Europea. "Esto permitirá que los miembros de la red actúen como marcadores de confianza. También facilitará una comprensión más profunda de la desinformación online y la formulación de estrategias basadas en la evidencia para limitar aún más su propagación", sostiene el Ejecutivo comunitario.
3. Seguridad y resiliencia de procesos electorales
Para Bruselas, la seguridad en los procesos electorales requiere una "especial atención" en la lucha contra las noticias falsas. "La desinformación forma parte de la amplia gama de herramientas usadas para manipular los procesos electorales, como también los hackeos, el derribo de páginas web o el acceso y filtración de información personal de los políticos", explica la comunicación, en la que se recuerda que en los últimos años el uso de este tipo de tácticas han sido detectadas durante los comicios de al menos 18 países.
Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, Bruselas anuncia que iniciará "un diálogo continuo con los Estados miembros" para gestionar los riesgos de ciberataques y campañas de desinformación durante las citas con las urnas. El primer encuentro se celebró este miércoles y jueves. A finales de año, la Comisión Europea espera que el NIS Cooperation Group tenga listo un compendio de recomendaciones y medidas para que los Estados miembro puedan aumentar la seguridad durante los procesos electorales. También para finales de año está preparado un encuentro al más alto nivel con los países del club comunitario para enfrentar estas amenazas cibernéticas.
4. Educación y respaldo al periodismo de calidad
El departamento que dirige Gabriel, además, es consciente de la importancia que tiene la educación en esta materia. Por eso, en la comunicación presentada también se recomiendan más "actividades de alfabetización mediática". De hecho, se compromete a organizar una Semana Europea sobre este asunto. Pero también pone la pelota en el tejado de los Estados miembro, a los que alienta a "incluir en sus políticas educativas" temas como la ciudadanía digital, la alfabetización mediática y actividades para sensibilizar sobre la desinformación. "La Comisión alentará a los inspectores de datos y las organizaciones de la sociedad civil a que proporcionen material educativo a las escuelas", completa.
El área de Economía Digital de la Comisión Europea tampoco se olvida de los medios informativos de calidad, que "desempeñan un papel importante" en la lucha contra las fake news. "Al garantizar un entorno de medios pluralista y diverso, se puede descubrir, contrarrestar y diluir la desinformación", apunta Bruselas. En este sentido, son conscientes de la pérdida de independencia y calidad del periodismo desde el estallido de la crisis económica. Y eso es un problema en la batalla contra las noticias falsas. Por eso el Ejecutivo europeo alienta a los países miembro a considerar planes de ayuda para "corregir las deficiencias del mercado que obstaculizan la sostenibilidad del periodismo de calidad” así como “medidas de apoyo para actividades específicas".
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5. Investigación y comunicación estratégica
La Comisión Europea también considera que las nuevas tecnologías, como por ejemplo la inteligencia artificial o el blockchain, "tienen el potencial para jugar un papel central". Con el objetivo de "movilizar estas tecnologías", Bruselas apuesta por hacer "pleno uso" del programa para proyectos de investigación Horizonte 2020. Además, desde el Ejecutivo comunitario se promoverá el uso de "sistemas voluntarios de identificación electrónica" para reforzar "la rastreabilidad y la identificación de los proveedores de información".
Por último, Bruselas pretende hacer frente a la desinformación con una "política de comunicación estratégica coordinada", dirigida por los servicios de la Comisión Europea. Para ello, apostará por actividades de divulgación dirigidas a contrarrestar los discursos falsos sobre Europa.