Cumbre de fondos buitre: colectivos en defensa de la vivienda se manifiestan contra la especulación inmobiliaria

La imagen entre el interior y el exterior del Hotel Palace de Madrid será, durante este martes y miércoles, más distinta que nunca. Dentro del edificio, los grandes directivos de los principales actores del sector inmobiliario se reúnen, organizados por el Gri Club, para discutir sobre las oportunidades de inversión en el mercado inmobiliario español. Fuera, activistas y colectivos por el derecho a la vivienda se manifiestan contra las jornadas y lo que entienden como la consolidación de los fondos buitre, principales responsables del encarecimiento de los precios de la vivienda. 

El Gri Club se autodefine como "un club global del sector inmobiliario" donde "los líderes de la industria" se reúnen para "entender y lanzar nuevas tendencias e intercambiar experiencias para definir la dirección estratégica para sus empresas". ¿Y quiénes son? Fondos de capital riesgo, conocidos como fondos buitre, grandes inmobiliarias y constructoras, socimis y entidades financieras. Como Cerberus, Sareb, Hispania act Inmob, The Beaupost Group, Grupo Lar, Merlín Prop, Neinver, Grey Star, Urdís Kapital, Q 21 Real State o Grosvernor. Participarán en mesas redondas a las que, para estar presentes, hay que pagar un precio de inscripción de 3.600 euros, según informó a infoLibre Mercedes Revuelta, activista por el derecho a la vivienda y una de las participantes en las protestas que, en el exterior del hotel, se desarrollaron a lo largo de todo este martes: comenzaron a las 13.00 horas dando la "bienvenida a los buitres" y culminaron a las 20.00 horas de este martes con la convocatoria de Rodea el Palace, una concentración alrededor del edificio. 

 

Las mesas de debate llevan títulos como Residencial-La Estrella del momento-¿Seguirá en crecimiento o se puede pronosticar una caída?. Pero el fin último de las empresas y fondos asistentes, según los manifestantes, es debatir cómo controlar el mercado inmobiliario para subir su precio a su antojo, según denunciaron a través de las redes sociales con hashtags como #ContraforoGRI2018 o #FueraBruitresDeNuestrasCasas. Este es el objetivo de las jornadas: ver si hay negocio en el sector de la vivienda, en el de las residencias de ancianos y en el de las residencias de estudiantes.

Así funcionan los fondos buitre: buscando el mayor beneficio en el menor tiempo posible, en este caso, en el sector del ladrillo, según explica Vicente Losada, activista de Audita Sanidad. "Vienen a los países que han sufrido grandes crisis para aprovecharse de esos momentos en los que compran muy barato y pueden aguantar un poco hasta poder revender o alquilar a unos precios más altos cuando se va recuperando la economía", coincide Revuelta. "Los tres millones y medio de casas vacías que tenían los bancos las están comprando en la inmensa mayoría estos fondos buitre", continúa. 

En este sentido, muchos de los que visitan Madrid durante estos dos días ya están instalados en la ciudad. Otros, en cambio, vienen buscando el negocio más rentable. "Muchos de los fondos que vienen ya están instalados en Madrid –y funcionan en todo el mundo–, pero vienen muchos otros a otear el panorama", denuncia Revuelta. 

Trabajan, según continúa, en tres líneas concretas: la del alquiler –haciéndose con edificios enteros que reforman para volver a arrendarlos a un precio más alto–, la venta –comprando paquetes para sacarlos al mercado sin renegociar con los inquilinos, provocando los conocidos como "desahucios invisibles"– y el turismo –pues tienen el 85% del alquiler turístico–. Y hay ejemplos concretos. En el año 2013, bajo la gestión de Ana Botella, la Empresa Municipal de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid vendió 1.860 viviendas de protección oficial al fondo Blackstone por 128,6 millones de euros y el Instituto de Vivienda de la Comunidad de Madrid (Ivima) hizo lo propio con 2.935 viviendas sociales al fondo buitre Goldman Sachs-Azora por 201 millones de euros. 

Con el objetivo de dar a conocer este tipo de situaciones y ponerles freno, el pasado mes de abril nacía la Plataforma Contra los Fondos Buitre. Y lo hizo con una vocación clara: poner límites a la especulación y crear una ley estatal que impida operar a estos fondos "que se enriquecen destrozando los derechos básicos de la población". 

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Además de la vivienda, en la Sanidad

Pero, además del ámbito inmobiliario, Losada quiso destacar la enorme presencia de los fondos buitre en el sector sanitario y la degradación que hacen del mismo. "Utilizando la deuda como justificación para las políticas de austeridad y de recortes, se pierde calidad asistencial en el servicio" dejando a los fondos buitre vía libre para actuar, denuncia. Ocurre que las consejerías de sanidad "conceden un contrato de adjudicación para la construcción de un hospital a empresas constructoras concretas" que llevan la gestión no sanitaria del hospital. A continuación, dichas empresas "venden parte del accionariado a fondos buitre" con la consecuencia de una "precarización" del servicio, "la disminución de las plantillas", una "pérdida de calidad" y la derivación a "hospitales privados o semiprivados propiedad de los fondos buitre". 

Así ocurrió por ejemplo con el Hospital Infanta Cristina, ubicado en Parla (Madrid). El centro fue escenario de la venta por parte de Sacyr del 49% de su participación en la sociedad responsable de la gestión no sanitaria del fondo LBEIP BV, cuyo único accionista es Lloyd's Bank European Infrastructure Partners LP.