XIX Congreso Nacional del PP

El PP opta por la línea dura

El nuevo presidente del PP, Pablo Casado.

El exvicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, se hizo este sábado con la presidencia del partido tras una campaña con un marcado discurso ideológico. El PP, pues, opta por la línea más dura para escribir su futuro. La de los "principios y valores" tradicionales de la formación conservadora. En el otro lado tenía a Soraya Sáenz de Santamaría, exvicepresidenta del Gobierno y que hizo de su experiencia como gestora su principal baza. A grandes rasgos, la ideología ha vencido a la gestión. Pablo Casado, 37 años, ha logrado dar la vuelta a la primera votación, la de la militancia, en la que su rival, derrotada este sábado, le ganó por 1.500 votos. 

De los 2.973 sufragios emitidos al Comité Ejecutivo Nacional se hizo con 1.701 (57%) frente a los 1.250 de la otra candidata. Y de los 2.971 a la Junta Directiva Nacional logró 1.689 (56,8) frente a 1.251. 

Para esta victoria, Casado se dejó arropar de referentes de la derecha como María San Gil o Esperanza Aguirre. Su exjefe, José María Aznar, no llegó a apoyarle en público de forma expresa. Pero a nadie en el PP se le escapa que contaba con su respaldo. También incorporó a su equipo de trabajo a los otros candidatos que quedaron fuera de la primera ronda. A tenor del resultado, el hecho de que la secretaria general saliente, María Dolores de Cospedal, abogara por él ha sido clave. Decían sus rivales en campaña que se equivocaba si intentaba extrapolar y sumarse los apoyos que la también líder del PP de Castilla-La Mancha había tenido en la primera fase a esta última. Pero ha resultado que sus cálculos, los de que ganaban, eran los buenos. Y no la "cuenta de la vieja", como ridiculizaban desde la otra candidatura.

También se vistió del discurso que más gusta al sector más conservador del electorado del PP: bandera, lengua, defensa de la vida y la familia, liberalismo en lo económico, oposición a la eutanasia... Y críticas sin matices a la Memoria Histórica: "Yo no gastaría un euro en desenterrar a Franco", ha dicho.

Su reto ahora es articular la "integración" que ha prometido. Él tiene que demostrar que estaba por la integración real. Y, los derrotados, que están dispuestos a cerrar las rencillas del pasado.

"Solo os digo esto, que a nadie le preguntéis a quién ha votado", pidió a sus compañeros en una intervención en la que dio las gracias a Santamaría por una campaña "limpia" y de la que salen "más fuertes y más unidos". "Todos hemos votado al PP y todos habéis ganado", dijo.

Ahora toca, a su juicio, hacer oposición al Ejecutivo de Pedro Sánchez y no permitir que "deshaga" la labor del PP; "recuperar" la base electoral perdida; y "enarbolar" las "señas de identidad de siempre" de la formación.

En una intervención más breve que la de primera hora de la mañana, desgranó su "contrato con España". "El PP ha vuelto", sentenció.

Moción de censura

El proceso que culmina este sábado comenzó el día que Mariano Rajoy perdió la moción de censura que le planteó el socialista Pedro Sánchez.

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El presidente saliente de PP evitó dimitir para esquivar la moción de censura. Pero empezó a escribir su salida del partido y el 11 de junio, en una Junta Directiva Nacional convocó este congreso extraordinario con los estatutos aprobados en el XVIII Congreso Nacional, celebrado en Madrid en febrero de 2017. En esta cita, los conservadores aprobaron un nuevo sistema para la elección de líderes. Unas primarias asimétricas si se tiene en cuenta que en la primera fase votan todos los militantes inscritos y, en la segunda, sólo los compromisarios

Sólo con 100 avales cualquier militante del PP al corriente de pago podía optar a suceder a Rajoy en un cónclave para el que sólo se esperaba a Alberto Núñez Feijóo. Al final, se presentaron seis. De los grandes nombres, María Dolores de Cospedal se quedó fuera de la primera fase. Pasaron los dos que este sábado se han enfrentado en las urnas con un resultado muy apretado. Santamaría sólo superó a su rival en 1.500 votos.

El líder del PP saliente optó por no decantarse. No votó en la primera de las fases y tampoco votó este sábado. Cuentan quienes le conocen bien que no ha estado cómodo con cómo se ha desarrollado el proceso, sobre todo por las críticas que se han lanzado desde la candidatura de Casado a momentos clave de su gestión como presidente del Gobierno, concretamente sobre la aplicación del artículo 155 en Cataluña.

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