LOS ABUSOS DE LAS EMPRESAS
“Vestas no se vende”: miles de leoneses apoyan en la calle a la plantilla de la multinacional a 12 horas del ERE
Miles de personas han salido a la calle en León para apoyar a los 360 trabajadores de la fábrica de aerogeneradores que la multinacional danesa Vestas quiere cerrar en Villadangos de Páramo. Tras una pancarta, En defensa de la industria y los puestos de trabajo, no al cierre, y convocados por los tres sindicatos presentes en el comité de empresa, CCOO, UGT y CGT, los leoneses no sólo exigen la continuidad de la factoría de Vestas, sino que también protestan por el desmantelamiento industrial de la provincia.
“El sentido de la manifestación es concienciar a la ciudadanía de que, cuando una fábrica se cierra, muere parte de una ciudad y de una provincia”, ha declarado a los periodistas el presidente del comité de empresa, Juan Francisco Cabezas.
“Vestas no se vende” gritaban los 5.000 leoneses, según calcula la Policía Local, que han recorrido el centro de la ciudad este jueves. A la manifestación se han unido incluso el alcalde de León, Antonio Silván, y el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, ambos del PP. También ha acudido desde Madrid el secretario general de CCOO, Unai Sordo. “No podemos admitir que una multinacional que recibió recursos públicos se marche sin ningún ejercicio de responsabilidad”, ha advertido, no sin antes recordar los “beneficios millonarios” que ha obtenido.
La compañía danesa recibió subvenciones públicas, procedentes de la UE y gestionadas a través del Gobierno y la Junta de Castilla y León, por importe de 13,5 millones de euros. En el último semestre, Vestas ha anunciado unos beneficios de 286 millones de euros. Sin embargo, parece determinada a continuar adelante con el cierre de la factoría leonesa y a trasladar su producción a China, India, Argentina y Brasil. En julio clausuró también la que tenía en Vilafranca del Penedés (Barcelona), despidiendo a sus 44 trabajadores. Aún mantiene otras dos, en Viveiro (Lugo) y Daimiel (Ciudad Real).
Este viernes los responsables de la empresa se han citado a las nueve de la mañana con los representantes de la plantilla en una reunión que, temen los trabajadores, servirá para presentarles el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). De momento, Vestas sólo les ha ofrecido “recolocaciones”, en otras empresas de la zona y en las fábricas de Viveiro, Daimiel, Argentina y Brasil. “A garantizar un plan de recolocaciones está obligada la empresa como parte del ERE”, replica Pablo Martínez, representante de UGT en el comité. “No nos valen”, concluye.
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Así que la plantilla no oculta su decepción por la respuesta de Vestas a los requerimientos del Gobierno central y de la Junta de Castilla y León para que mantenga la actividad en Villadangos de Páramo, un municipio de poco más de 1.000 habitantes. El fabricante de aerogeneradores es casi la única planta industrial de la provincia. De ella dependen, además, una cuarentena de empresas, por lo que la desaparición de la factoría pone en peligro hasta 1.500 empleos indirectos. La compañía también ha prometido a sus trabajadores hacer un estudio para determinar qué fábricas podrían implantarse en Villadangos. Mientras, la Junta castellanoleonesa se ha comprometido a buscar un comprador. “La empresa es muy jugosa, viable, con instalaciones nuevas y trabajadores muy cualificados”, asegura Ángel Manuel Santos, responsable de Industria de CCOO en León.
La razón que la multinacional danesa aduce para cerrar en León es que uno de los tres modelos de aerogeneradores que fabrica allí está obsoleto y otro casi ya no tiene demanda en Europa. “Pero se sigue vendiendo en 74 países del resto del mundo”, opone Pablo Martínez. “El tercer modelo ha bajado en ventas, pero no tanto como para cerrar la planta”, subraya. “El eólico es un mercado en auge, y los modelos que se fabrican en Villadangos del Páramo son los Ferrari de ese mercado”, apunta además Ángel Manuel Santos.
La consejera de Economía de Castilla y León, Pilar del Olmo, cree que la decisión de Vestas obedece “a razones oscuras” que no han sido “suficientemente explicadas”.