El doble examen de las andaluzas para el PP: Casado y Moreno ponen a prueba sus liderazgos

Pablo Casado logró imponerse a Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso Extraordinario del Partido Popular que se celebró el pasado julio tras la marcha de Mariano Rajoy de la presidencia de la formación conservadora. Esa fue su primera gran victoria a nivel interno. Pero le quedan otras muchas batallas hasta que lleguen las elecciones generales y se examine en primera persona. La primera de ellas, antes de que arranque un 2019 en el que habrá europeas, autonómicas y municipales tendrá lugar el 2 de diciembre en Andalucía. El jefe de los conservadores podrá medir si el llamado efecto Casado del que hablan sus fieles es tal efecto Casado . Es decir, si ayuda a mejorar el resultado en los comicios.

Lógicamente, el verdadero examen es para Juan Manuel Moreno, líder de los conservadores andaluces. El dirigente conservador se juega mucho en clave interna: apostó por Santamaría en el congreso nacional de la sucesión de Rajoy. Es decir, por el bloque perdedor. "En función del resultado, Juanma [Moreno] tendrá más o menos futuro al frente del partido", valora uno de los dirigentes consultados.

Una de las primeras decisiones que tomó Casado nada más asumir la presidencia del PP fue la de ratificar a Moreno como candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Los rumores sobre un posible adelanto electoral ya estaban en el ambiente y el líder del PP quiso despejar todo tipo de dudas, máxime cuando el presidente regional de la formación se había puesto del lado de la exvicepresidenta junto a pesos pesados del PP andaluz como Javier Arenas o el exdelegado del Gobierno Antonio Sanz.

La dirección nacional se muestra optimista respecto a lo que pueda pasar en Andalucía y evitan hablar del temor, instalado entre algunos dirigentes, a que Ciudadanos acabe ocupando la segunda posición. Esto sería un mazazo en toda regla para Casado y su nuevo equipo, que en las últimas semanas contemplan también cómo Vox, partido fundado por Santiago Abascal, un exmilitante del PP, gana protagonismo.

"La partida de cartas" de Susana Díaz

El Parlamento andaluz tiene 108 escaños. A día de hoy, 47 escaños corresponden al Partido Socialista, 33 al Partido Popular, 15 a Podemos, 8 a Ciudadanos y 5 a Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía.

Este lunes, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, denunció que "Susana Sánchez esté jugando con los andaluces como si estuviera en una partida de cartas", en la que "su jugada pasa por que Sánchez no asome sus propuestas por las provincias andaluzas".

A su juicio, "no hay momento malo para empezar el cambio". "En el PP vamos a seguir volcándonos en Andalucía", sostuvo, porque "al contrario que el PSOE, nosotros no tenemos que ocultar a nuestro líder nacional, queremos que se le conozca, visite Andalucía y dé la cara donde otros como el presidente Sánchez no puede presentarse".

La dirección nacional del PP no tiene dudas de que la implicación de su presidente en la campaña de Casado debe ser máxima. La idea, en precampaña, es que el jefe de los conservadores esté uno o dos días a la semana en Andalucía. Ya, en campaña, multiplicará sus actos, al igual que harán otros dirigentes de la cúpula.

"No ha habido saneamiento democrático"

"Partimos de la base de que Pablo [Casado] suma y por eso se va a volcar en las próximas semanas y hasta las elecciones en Andalucía", señala un dirigente nacional. Uno de los puntos fuertes de la campaña de los conservadores va a ser el de insistir que ha llegado el momento de poner fin a cuatro décadas de gobiernos socialistas en Andalucía. 

"El drama de esta tierra es que durante 40 años no ha habido alternancia, no ha habido saneamiento democrático, no ha habido ninguna luz para cambiar lo que se estaba haciendo mal, precisamente por la red clientelar, por la corrupción. Eso es lo que tenemos que cambiar", señaló el líder del PP este domingo en un acto en Málaga.

La relación con Ciudadanos

Los conservadores dicen no creerse el anuncio del líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, de que los votos de su formación no van a servir para que Susana Díaz sea presidenta de la Junta. Señalan que no es la primera vez que desde el partido naranja se hace una promesa de este tipo y que queda en papel mojado. E intentan que el partido de Albert Rivera se retrate con declaraciones como las del número tres, Javier Maroto: "La única opción política que no ha estado en el gobierno ni lo ha sustentado, es el Partido Popular”. Para ello, añadió, "la mejor de todas las opciones, es tener a Juanma Moreno de presidente de la Junta, quizás, en un gobierno de coalición con Ciudadanos".

Comisión de investigación

Los conservadores dieron muestras de que la precampaña y la campaña de estos comicios va a ser dura la semana pasada. Poco antes de que la presidenta de la Junta de Andalucía anunciase la convocatoria de las elecciones para el próximo 2 de diciembre, la cúpula del PP andaluz, con Juan Manuel Moreno a la cabeza, convocó a la prensa a las puertas de un prostíbulo ya cerrado de Sevilla, el Don Angelo. En esa ubicación, los conservadores desvelaron un atestado de la Guardia Civil según el cual hubo hasta ocho tarjetas en la extinta Fundación Fondo Andaluz de Formación y Empleo (Faffe) con las que se habrían gastado un total de 31.969 euros en "doce juergas" en prostíbulos de las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba. Esto habría ocurrido, al menos, entre 2004 y 2010.

Otro momento delicado tendrá lugar el 8 de noviembre en el Senado, cuando está previsto que la presidenta de la Junta de Andalucía acudirá a comparecer ante la comisión de investigación sobre la financiación de los partidos políticos.

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Gaspar Zarrías, exvicepresidente de la etapa de Manuel Chaves, lo hará el miércoles 31 de octubre. Y el propio Chaves y José Antonio Griñán también serán llamados.

En el PP niegan querer interferir en la posible precampaña andaluza. Aseguran que cuando estudiaron la agenda de la comisión no estaba anunciado el adelanto. A los comparecientes se les requerirá que rindan cuentas sobre el escándalo de los ERE, "el mayor caso de corrupción", a ojos de los conservadores.

Quienes reciben la citación para asistir a una comisión de investigación parlamentaria están obligados a acudir y a decir la verdad.