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Fractura en Podemos

La mayoría de los referentes intelectuales de Podemos toman partido por Más Madrid

El filósofo Carlos Fernández Liria junto a Pablo Iglesias en una imagen de archivo.

En un partido como Podemos, ideado y gestado en los pasillos de la Universidad Complutense de Madrid, son múltiples los referentes intelectuales de la formación. Muchos de sus principales teóricos –algunos conocidos, como Juan Carlos Monedero o Íñigo Errejón, y otros con menor perfil público, como Jorge Moruno, Germán Cano o Jorge Lago– terminaron involucrándose directamente en política de la mano de Podemos. Otros, por el contrario, no han tenido cargos orgánicos ni públicos con la formación, pero sí han participado públicamente en sus debates: entre ellos se encuentran nombres como los de Carlos Fernández Liria, Santiago Alba Rico, Clara Ramas, Javier Pérez Royo o Julio Anguita.

Dentro de este último grupo son mayoría los intelectuales que han visto con buenos ojos la alianza del ex número dos de Podemos, Íñigo Errejón, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para concurrir a las próximas elecciones con la marca Más Madrid. El anuncio produjo un terremoto con consecuencias que aún están por ver, pero lo cierto es que Alba Rico, Ramas, Fernández Liria, Pérez Royo o el filósofo José Luis Villacañas –otro de los intelectuales que estuvieron en el germen de Podemos– han saludado el movimiento. Son muchos menos los artículos y argumentaciones que critican a Errejón, aunque también los ha habido, fundamentalmente por boca de Monedero y Anguita.

  Santiago Alba Rico

El filósofo ha estado muy próximo a Podemos desde su nacimiento, pese a lo cual en los últimos años ha expresado su desencanto con él y se ha ido alejando paulatinamente de los planteamientos de la actual dirección. Por ello, no sorprende que, apenas unos días después de hacerse público el movimiento de Carmena y Errejón, Alba Rico asegurase en un artículo que la operación "tiene al menos la ventaja no pequeña de dejar fuera la única opción que era sin duda perdedora y sin retorno": la de concurrir a las elecciones como Unidos Podemos.

En su artículo, Alba Rico no escatimó críticas a Podemos, una formación a la que considera "muerta". "Hasta tal punto Podemos está muerto que durante el último año, cada vez que pensaba en las próximas elecciones generales, me costaba trabajo convencerme a mí mismo –y aún más a mis amigos exsimpatizantes o militantes podemitas– de que, a pesar de todo y en medio del tsunami destropopulista, era necesario votar al partido de Pablo Iglesias", lamenta el filósofo, que asegura que "Podemos es un doble obstáculo y lo es de tal modo que, paradójicamente, cada vez que obstaculiza el paso de otra cosa mejor se lo franquea a las fuerzas reaccionarias y vuelve, por eso, más necesaria su existencia".

Y, ante esa deriva, "Más Madrid es una buena idea" para Alba Rico. "Es, de hecho, la mejor idea, si no la única, que en estas circunstancias –resignados al retraso del gesto y aceptada la batalla electoral– podría aún conservar lo ganado en estos años y anticipar la disolución fecunda de Podemos como obstáculo para la reconstrucción, con ese u otro nombre, del proyecto original", apunta el filósofo, que sostiene que, en una situación tan delicada para la izquierda, "no se trata de ilusionarse ni de tener razón ni del supremo bien ni del supremo mal; se trata de evitar que el bloque reaccionario gane las elecciones municipales y autonómicas en Madrid". "Para este cometido basta un máximo catalizador de voluntades desunidas; en otro tiempo lo fue Podemos y, porque está muerto, ya no puede serlo".

No obstante, Alba Rico mantiene una visión pesimista de cara a las próximas elecciones. "Errejón no puede ganar las elecciones en la Comunidad con Podemos en contra; tampoco las puede ganar como candidato dócil de un Podemos perdedor; y probablemente tampoco las ganará aunque Podemos se sume a Más Madrid. Pero de estas tres posibilidades, que son las únicas realmente existentes, la segunda –la de la candidatura cadavérica– conduce a una derrota segura y sin retorno. En cuanto a las otras dos, la tercera –la de un Más Madrid amplio e integrador– depararía sin duda un buen resultado electoral y abriría la posibilidad de gobernar la Comunidad con el PSOE; la primera –la de obtener un resultado discreto, sin Podemos pero superior al de Podemos– permitiría al menos empezar a pensar en reconstruir [...] un proyecto de cambio", plantea.

  Carlos Fernández Liria

Mucho más optimista se mostró al respecto el también filósofo Carlos Fernández Liria, otro de los referentes intelectuales de Podemos que, tras Vistalegre II, también fue experimentando un progresivo alejamiento del partido. El mismo día en que Errejón y Carmena hicieron su anuncio, Fernández Liria publicó un artículo en el que, bajo el título "Vuelve Podemos", argumentaba que la alianza "nos devuelve el entusiasmo con el que hace cinco años pensábamos que podíamos reinventarlo todo".

Para el filósofo, Más Madrid representa las esencias del verdadero Podemos, y por ello asegura que la formación de Carmena y Errejón supone en realidad la vuelta del partido morado "al centro del tablero político". "Aquí lo importante no son las siglas. Más Madrid, Unidos Podemos, Ahora Madrid, Adelante Andalucía o Podemos a secas no son ataduras fetichistas, sino el nombre que en cada caso recibe la fuerza de los votantes y la gente que quiere organizarse para cambiar las cosas. Y quienes pueden cambiar las cosas en la Comunidad y seguir cambiándolas en la ciudad de Madrid son Manuela Carmena e Iñigo Errejón", sostiene Fernández Liria, que insiste en que "la única posibilidad de que la derecha PP-Ciudadanos-Vox no arrase en Madrid es una alianza entre Carmena y Errejón".

Una alianza que, para el intelectual, no debería suponer la expulsión de Errejón de Podemos, ya que –según Fernández Liria– el ex número dos "no hace más que lo que se le había encomendado: ganar Madrid, un mandato que refrendó la militancia antes del verano, aceptando la condición de tener vía libre para decidir los términos de las campañas, las alianzas y las siglas". "Me parece obvio que Podemos se inclinará por sumarse a este apasionante proyecto", pero "por otra parte no tiene opción: o se suma con un entusiasmo activo y eficaz, o tendrá que presentarse contra Manuela Carmena y contra Iñigo Errejón", y eso "sería una enorme irresponsabilidad que solo debilitaría a la actual dirección de Podemos", analiza.

Días más tarde, el pasado 21 de enero, Fernández Liria publicaba otro artículo en el que criticaba la negativa inicial de Podemos a concurrir junto a la plataforma de Errejón a las elecciones y comparaba su actitud con la que mantuvo IU en 2014 precisamente a raíz de la irrupción de Podemos. "Desde la dirección de Podemos se ha hecho todo lo posible por impedir el tándem electoral Errejón-Carmena, poniendo todo tipo de obstáculos y zancadillas para poder controlar las listas electorales", denuncia el filósofo, que se pregunta si "Podemos estaba realmente interesado en que la izquierda ganara la Comunidad y el Ayuntamiento o si, más bien, privilegiaba seguir teniendo la sartén por el mango, aunque fuese al precio de quedar reducido a una exigua oposición (algo que tanto recuerda a la antigua lógica de Izquierda Unida)".

"Más bien", lamenta, esa dirección deseaba "una derrota aplastante en Madrid, que sepultara a Iñigo Errejón de por vida". "Y sin embargo, de pronto, ha surgido Más Madrid, como un proyecto abierto, del que también Podemos podría formar parte. Nada se lo impide. No se entiende siquiera por qué no lo celebra con entusiasmo. Por qué, en lugar de ello, se airea el espantajo de la división de la izquierda, exactamente del mismo modo que lo hizo IU en su momento, cuando Pablo Iglesias no cesaba de combatir esas mismas objeciones", denuncia Fernández Liria, que pide no acabar con la "ventana de oportunidad" que supone Carmena a la hora de arrastrar votos.

  Clara Ramas

En la misma línea de apoyo se ha expresado Clara Ramas, filósofa e investigadora posdoctoral en la Universidad Complutense de Madrid y muy próxima a los postulados errejonistas. Al igual que hace Fernández Liria, en un artículo publicado en infoLibre, Ramas asegura que Más Madrid "puede ser el primer paso para resucitar el impulso que representó el Podemos original cuando vino a cambiar para siempre la política española y, así, recuperar la iniciativa en el bloque progresista". "Estamos ante una cierta parálisis: no hay (al menos no todavía) una subida significativa del apoyo electoral a la derecha, pero sí un agotamiento de las fuerzas progresistas", plantea la filósofa, que asegura que la única fórmula para removilizar a la izquierda es la que combina "plataformas abiertas, con ideas agregadoras amplias y líderes bien valorados".

Ese tipo de plataforma "tiene probablemente mucho más futuro que partidos rígidos que se enrocan en su identidad rígida de izquierda clásica", sostiene Ramas, que asegura que "hoy por hoy, el actual Podemos hace gala de esa rigidez", que se constata en "gestos de enfado continuo, repeticiones mecánicas de eslóganes que ya suenan vacíos ('nos enfrentamos a los privilegios de los bancos y los fondos buitre')" o "reacciones defensivas que alimentan la polarización con la ultraderecha ('alerta antifascista')". "Ni siquiera logros tan prometedores como la moción de censura o los Presupuestos han servido para revertir la tendencia demostrada en las encuestas", lamenta la intelectual.

  Javier Pérez Royo

Vista la tendencia descendente de Podemos es una mala idea que la dirección liderada por Pablo Iglesias apueste por confrontar a Errejón en las próximas elecciones. Ese, al menos, es el argumento que sostiene el constitucionalista Javier Pérez Royo, próximo desde hace años a Podemos y que estuvo a punto de ir en su lista para las generales de 2015. Para el jurista, "los electores van a ver a Podemos como una nueva forma de manifestación de IU, es decir, como una opción de izquierda inserta en la tradición comunista y que depositarán su confianza en forma de sufragios en términos parecidos a como ha ocurrido con las opciones derivadas del comunismo como opción política en el pasado". Y eso puede conducir a que el partido morado ni siquiera supere el 5% y no obtenga representación en la Asamblea de Madrid, alerta Pérez Royo.

"En este momento Podemos tiene dos opciones: o integrarse en la candidatura Más Madrid, aceptando que Íñigo Errejón va a tener un margen de maniobra amplio para definir tanto el programa como las personas que van a figurar en la lista que se presentará ante los electores para solicitar su confianza; o competir contra Más Madrid con programa y candidatura alternativa. La segunda es una opción perdedora. Diría que clamorosamente perdedora. Puede comportar incluso la disolución de Podemos como opción política", insiste en su artículo el constitucionalista, que sostiene que "el electorado potencial de Podemos se va a desplazar de manera progresivamente acentuada hacia la opción Más Madrid, dejando reducido a Podemos a una posición posiblemente marginal, entre otros motivos, porque, al no concurrir Podemos a las elecciones municipales en la capital, facilita la coincidencia del voto a Más Madrid en las elecciones municipales con el voto en las elecciones autonómicas".

  José luis villacañas

"La partida es larga y no ha concluido. Viene desde Vistalegre II, cuando se supo que Errejón no era una herramienta, sino un líder". En ese cónclave de Podemos sitúa el filósofo José Luis Villacañas el origen del movimiento lanzado por Errejón. En su opinión, la dirección de Iglesias buscaba que Errejón "no tuviera fuerzas para iniciar ningún movimiento. Ese era el estado en el que deseaban verlo, más propio de un burócrata que de un líder. Tampoco querían retirar su candidatura. Todos sabían que era la mejor opción electoral. Pero deseaban dejarlo reducido a un alfil, incapaz de generar jugada propia. En ese estado, le harían una lista electoral con gente ajena. En el caso de que fuera necesario para formar Gobierno en Madrid, no aportaría su gente, tiempo atrás desmovilizada, defenestrada. Así cumpliría el ultimo servicio al Partido: como el Cid, ganaría una batalla después de muerto".

Villacañas entiende que "Iglesias está preocupado porque su aceptación entre la población española es reducida. Tiene un porcentaje alto de incondicionales, pero un techo de acero que no lo deja crecer. Por eso, hablar a los convencidos sólo es relevante para mantener el poder interno. ¿Pero cuánto tiempo soporta un partido ver limitado su crecimiento por fidelidad a una dirección que sólo tiene que ganar ya la batalla interna? La respuesta es fácil: si está dominado por los incondicionales, todo el tiempo del mundo. Miren lo que pasa en Andalucía con el PSOE".

Para escapar a este juego, sostiene el filósofo, Errejón sólo tenía dos bazas: "primero resistir retirado a la punta del tablero. Luego, lo que sabe todo jugador desesperado: recurrir a la reina. Sólo un despistado puede decir que la última jugada de Errejón le ha sorprendido. Recurrir a la reina es previsible como última jugada. Ella es libertad y garantía de esa libertad sin la que ningún político digno puede vivir. Lo que no tiene sentido es elegir a un candidato para la plaza en la que se juega el destino de España y querer maniatarlo. Esa concepción de la política no es comprensible. Errejón, al reclamar autonomía como candidato de Podemos que es, no hace sino tomarse en serio a sí mismo y a los electores".

  Julio Anguita

Por el contrario, una de las voces más autorizadas que se ha mostrado contraria a la alianza de Carmena y Errejón ha sido la del excoordinador de IU Julio Anguita, que ha tachado la decisión de "éticamente irregular tanto en el fondo como en la forma" y ha asegurado que sitúa a la izquierda "en la que su práctica desaparición está en juego". Para Anguita, las tesis errejonistas están basadas en una "mercadotecnia electoral muy cercana a la promoción de dentífricos, detergentes o fondos de pensiones" que, a su juicio, sepulta el discurso sobre la realidad material en el que debe basarse la izquierda.

"Una fuerza política de la izquierda no es otra cosa que un proyecto político (programa, instrumentos, fases y alianzas) organizado. Y ello no es otra cosa que una militancia curtida en la elaboración de propuestas, en el diseño de la línea política y en la participación democrática interna", asegura Anguita, que sostiene que "la izquierda no necesita de líderes carismáticos o de figuras creadas por los mass media". "Los líderes arrastran en su caída" y "los dirigentes son, simplemente, relevados", pero "el mensaje a plazo medio y largo acaba imponiéndose", critica el exlíder de IU.

  María Márquez

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En la misma línea que Anguita se ha expresado María Márquez, profesora de Competencia Comunicativa en la Universidad de Sevilla y candidata en las primarias de Podemos para integrar sus listas en las próximas elecciones generales. Márquez critica la decisión de Errejón y sostiene que los problemas que pueda tener Podemos no justifican las "formas" con las que el exdirigente se ha movido en las últimas semanas. "Afirmar la democracia, pero negar el aparato formal a través del cual se manifiesta (círculos, consejos, órganos de dirección, Secretario General), ignorarlo actuando de espaldas a él, o más exactamente, en contra de él, es una paradoja que finalmente equivale a negar la existencia misma de la democracia", denuncia.

"Ningún iluminado, ningún proyecto original, por más 'ilusionante' que fuere, debe estar por encima de la voluntad de las bases. Esta es justamente la seña de identidad de Podemos: la organización desde abajo, participativa, asamblearia. Y no se puede alterar por iniciativas que, tal vez bienintencionadamente, vienen a 'salvar' a Podemos ante el diagnóstico de una pretendida 'enfermedad', ya se llame verticalidad, centralismo, pérdida de ilusión o estancamiento", critica igualmente la profesora, que sostiene que "en Podemos, precisamente ahora, no podía hablarse objetivamente de ningún estancamiento".

"Nunca se había intervenido tanto y tan radicalmente en la transformación de cuestiones esenciales para la vida de la gente como la subida del salario mínimo, la indexación de las pensiones al IPC, aumento de becas, de dotación para la dependencia...", ejemplifica Márquez, que critica que Errejón viva en la "nostalgia del 15M" sin tener en cuenta "el precio inevitable que supone la entrada en las instituciones". "Nadie cree más en el líder que quien quiere destruirlo; nadie cree más en su omnipotencia: ¡Como si el líder tuviera la fuerza de cambiar el curso habitual, rígido y automatizado del sistema! Tanta fuerza tiene ese aparato que, en tiempos de transición entre un gobierno y otro, hemos podido observar cómo el Estado funciona por sí mismo, más allá, o mejor dicho, antes y más acá de los partidos", critica.

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