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El Salvador

Un candidato 'outsider' desafía el bipartidismo en las elecciones de El Salvador

El candidato a la presidencia y primero en las encuestas, Nayib Bukele, por GANA.

El Salvador, el país de América Central coprotagonista de la caravana de migrantes hacia EEUU junto a Honduras y Guatemala, celebra sus elecciones presidenciales este domingo 3 de febrero en medio del desencanto popular. Después de que los tres últimos presidentes hayan estado relacionados, condenados o no, con varios casos de corrupción, en el panorama electoral  ha irrumpido una tercera fuerza política, Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), que, tal y como avanzan las encuestas, tiene altas probabilidades de ganar. Su candidato, Nayib Bukele, un carismático outsider, podría acabar así con la ya tradicional alternancia del poder entre el partido de la derecha, Alianza Republicana Nacionalista (Arena), y el de la izquierda, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), actualmente en el Gobierno.

A estas elecciones cocncurren Nayib Bukele por GANA, Hugo Martínez por FMLN, Carlos Calleja por Arena y Josué Alvarado por Vamos, todos ellos a través de campañas muy personalistas. La corrupción, la violencia y la situación económica del país se han vuelto contra Arena y FMLN, mientras que Vamos tiene un apoyo residual si bien fideliza al fuerte colectivo evangélico.

Nayib Bukele (37 años) representa para este estado centroamericano un punto de inflexión. Hijo del principal imán de El Salvador, es también el candidato mejor valorado y a quien las encuestas otorgan un 43% de los votos, esencialmente de los menores de 30 años, aunque cuenta con apoyos en todos los grupos de edad. Bukele fue expulsado del FMLN a finales de 2017 para unirse al partido que hoy preside, GANA. Un 66% de los votantes, según los sondeos, prevé que Bukele ganará estas elecciones. Pero para poder gobernar necesitará apoyarse en uno de los partidos tradicionales, dada su baja presencia en la Asamblea Legislativa, con 10 escaños.

El preferido de las encuestas no ha concretado sus propuestas políticas en su campaña aunque sí ha augurado renovación. A juicio del doctor de Historia Contemporánea Daniel Rodríguez Suárez, Nayib Bukele denota una “posición extremadamente populista”. Del discurso de Bukele sobresale que los temas que plantea no hayan sido los característicos de los últimos 25 años, centrados en la seguridad, la migración, las maras o las remesas, a pesar de que siguen siendo problemas de actualidad. “Especialmente”, matiza el experto, “a la luz de las últimas caravanas de migrantes que Trump ha utilizado como mecanismo de intercambio con los demócratas para forzar la financiación del muro, cuyo costo supera los cinco mil millones de dólares”. La campaña de Bukele ha estado más marcada por su destreza a la hora de atraer votantes a través de las redes sociales que por sus manifestaciones ante los medios de comunicación más críticos o por participar en debates políticos con los otros candidatos.

 

A pesar de acumular tantas opiniones favorables como desfavorables, Carlos Calleja, del partido conservador Arena, es quien se prevé que quede segundo en las elecciones. Las encuestas le adjudican un 24% de los votos, esencialmente de los salvadoreños mayores de 60 años. El último expresidente por Arena, Antonio Saca (2004-2009), ha sido el primero en la historia de la democracia de El Salvador que ha sido condenado a prisión por corrupción, entre otras causas, por la opacidad de los “gastos reservados” de su administración. No obstante, un 23 % de los salvadoreños encuestados estiman que Calleja ganará estas elecciones. Arena, que tiene 37 escaños, tiene y podría volver a tener el control de la Asamblea legislativa a través de la Alianza para un Nuevo País, junto con el Partido de Concertación Nacional (9), el Partido Demócrata Cristiano (3) y Democracia Salvadoreña.

 

Hugo Martínez, el candidato que puja por un tercer periodo presidencial del FMLN, podría obtener en torno a un 7% de los votos según las encuestas, un porcentaje que concentra a los mayores de 40 años. La progresiva y considerable caída del apoyo al actual partido de Gobierno (con 23 escaños actualmente) se viene produciendo en el marco de las noticias de corrupción que salpican al partido, lo que ha contribuído a la fuga de votantes hacia la plataforma GANA. El aún presidente Sánchez Cerén es la personalidad que más opiniones desfavorables acumula después de cinco años de mandato, a pesar de la reciente campaña por el 25 aniversario de los Acuerdos de Paz del 92. A través de ese pacto, Arena y el FMLN pusieron fin a doce años de guerra civil. 

 

Josué Alvarado, el cabeza de lista de VAMOS, es el menos conocido de los candidatos a la presidencia. Es una formación minoritaria de centro, sin representación en la Asamblea Legislativa y cuyo dirigente se encuentra sujeto a una demanda de inconstitucionalidad para ocupar el cargo de presidente por ser, presuntamente, pastor evangélico.

Como en Honduras, Nicaragua y Guatemala, confluyen en El Salvador la religión cristiana, la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades: un clima de desequilibrio que deja pocas oportunidades laborales a los centroamericanos, por lo que en gran medida siguen huyendo de sus países de origen.

De los desplazamientos intrarregionales a la caravana de migrantes

La violencia generalizada y la inestabilidad sobrevenidas durante la última década han hecho de El Salvador uno de los países en que una mayor proporción de población ha sido obligada a emigrar tanto a EEUU como a otros países de América del Sur, según pone de relieve el Centro de Seguimiento de los Desplazados Internos. De las 6,3 millones de personas que configuran la población salvadoreña, entre 300 mil y 500 mil personas han tenido que partir cada año de Centroamérica a Estados Unidos. 

Hasta hace cinco años, la mayor parte de los migrantes irregulares que llegaban a la frontera de Estados Unidos para después ser detenidos eran de nacionalidad mexicana. Pero desde 2014 existe otra mayoría que procede de Honduras, Guatemala o El Salvador. El 80 % de las chicas y mujeres que transita en las caravanas de migrantes han sido violadas en sus países de origen o durante el viaje, sostiene Save The Children. La ONG denuncia que no existen vías legales para entrar en Estados Unidos, una circunstancia que favorece y alimenta el “lucrativo negocio” de las maras: la delincuencia organizada con quienes los migrantes contraen deudas que deberán pagar una vez entren en EEUU, probablemente trabajando de forma ilegal, pues conseguir un visado de trabajo supone tres años de espera frente al consulado estadounidense.

El deterioro progresivo de los países del Triángulo Norte ha provocado que el número de solicitudes de asilo presentadas en EEUU se duplicara. Indica la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que, con ello, se incrementó la llegada, y las detenciones, de menores migrantes no acompañados. En el mismo año, la Patrulla Fronteriza de EEUU detuvo a más de 50 mil menores centroamericanos no acompañados. En 2015, otros 36 mil eran detenidos por el Instituto Nacional de Migración de México. En 2016, otras 220 mil personas huían del conflicto en El Salvador, de las cuales solo 400 se marcharon a causa de los desastres naturales.

Según el último examen del PNUD sobre El Salvador, entre 2007 y 2017 se contabilizaron 4.913 homicidios de mujeres, de las cuales 44 % eran jóvenes. Si bien destaca la insuficiencia de denuncias, el informe resuelve que los feminicidios constituyen la principal causa de muerte para este grupo de población, por encima de las causadas por enfermedades y accidentes. La violencia estructural en el país impide a las personas salir de noche, dejar que los niños y las niñas salgan a jugar a la calle, dejar la casa sola, poner un negocio o transitar con libertad, ante la falta de espacios públicos para el esparcimiento. Además, señala el PNUD que la población joven tiene serias dificultades para acceder al mercado de trabajo si no es bajo condiciones precarias. Estas circunstancias alimentan lo que califica como el “círculo vicioso de la migración”, un impedimento múltiple para que la población ejerza sus derechos fundamentales

Background presidencial de El Salvador

Después de que los anteriores gobiernos de Antonio Saca y Mauricio Funes se hayan visto inmersos en varios casos de corrupción, entre los que destaca el de la constructora brasileña Odebrecht, se prevé un cambio de signo político de cara a la próxima presidencia: de junio de 2019 a junio de 2024. Poco antes de la convocatoria, la Organización de Estados Americanos y El Salvador firmaban un acuerdo para la observación electoral.

La cada vez más cercana cita de la ciudadanía con las urnas terminará con el mandato del actual presidente, Sánchez Cerén. A pocos meses de las elecciones, la administración del aún presidente de la República bloqueaba a la autoridad competente la fiscalización de unos 147 millones de dólares, acumulados durante su mandato, en calidad de “gastos reservados”, según relata El Faro. Sobre corrupción, el investigador del CIDOB Martí i Puig considera que El Salvador necesita replantearse su cultura política, la función del Estado y “su relación con la ciudadanía”, y sobre todo cambiar la percepción de los recursos públicos “como botín”. Asimismo, alerta de que la frontera entre lo público y lo privado sigue siendo borrosa aunque El Salvador dejara "de golpe una dictadura para desarrollar una democracia".

El presidente de la República de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, fue uno de los cuatro mandatarios que asistieron el 10 de enero a la controvertida investidura de Nicolás Maduro, junto a Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua) y Miguel Díaz-Canel (presidente del Consejo de Estado de Cuba y del Consejo de Ministros).

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Hoy, como hace 15 o 20 años, "los países de América Central" son pequeños y tienen "poca capacidad para desenvolverse a nivel global" e implementar políticas nacionales. "La región hoy tiene grandes problemas para poder impulsar el desarrollo humano" dado que la integración de sus economías se basa más en la competitividad que en la complementariedad, advierte el investigador. Recuerda también que "los retos de la Agenda 2020 son la seguridad alimentaria, la lucha contra la pobreza extrema, la educación y la formación" y la igualdad de género, y advierte de que Centroamérica es un "corredor humano": “una región de crisis humanitaria”.

El ciclo de conferencias América vota de la Casa de América de Madrid celebró esta semana una mesa de expertos en análisis electoral sobre las próximas elecciones de El Salvador. Moderada por la directora de esglobal, Cristina Manzano, estuvo integradaa por el experto en Ciencias Políticas e investigador del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB Salvador Martí i Puig; la doctora en Ciencias Políticas María del Mar Martínez Rosón; y el doctor en Historia Contemporánea Daniel Rodríguez Suárez. 

 

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