Investigación
Un 'boliburgués' venezolano fue clave en el despegue del mayor grupo de VTC de Madrid
El empresario venezolano Pedro Trebbau López, vicepresidente en su país de la compañía energética Derwick y con otros negocios en España, es uno de los nombres propios en la sombra del sector VTC en España. A través de una empresa creada en Panamá, denominada New Magic Group Inc, Trebbau inyectó un millón de euros en 2017 en la sociedad española Auro New Transport SL (entonces llamada Gesstaxi), que es la líder en vehículos de transporte con conductor en Madrid. Así lo demuestran documentos de los Registros Mercantiles de Panamá y Madrid a los que ha tenido acceso infoLibre.
Auro ha estado siempre comandada por el extaxista José Antonio Parrondo, aunque las diferentes rondas de inversión han diluido su participación en el capital hasta el 26,5%. A cambio han ganado peso tres inversores en proyectos digitales –Zaryn Dentzel,Félix Ruiz Hernández y Hugo Arévalo–, que en conjunto controlan un 59,92% de la sociedad. Fuentes de la compañía aseguraron a este periódico que, antes del verano de 2018, la sociedad panameña de Trebbau salió de Auro al vender su parte a otros accionistas.
Fuentes del sector señalan a Auro, que suma más de 2.500 licencias de VTC y tiene una alianza en exclusiva con Cabify para trabajar con esta plataforma, como una de las compañías que tiene mejor proyección de futuro en un mercado competitivo y agitado por incertidumbres regulatorias y movilizaciones en contra por parte de los taxistas.
El ‘boliburgués’ Trebbau y su empresa panameña
Pedro Trebbau y su primo y socio Alejandro Betancourt, presidente ejecutivo de Derwick e inversor de creciente importancia en España, tienen como clientes a algunas de las empresas más poderosas del sector público venezolano. La página web de Derwick recoge cinco proyectos con la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), entre ellas dos plantas eléctricas. Tambiéncuenta con cuatro proyectos de plantas eléctricas para Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Los proyectos dieron comienzo entre 2009 y 2011, con Hugo Chávez en la Presidencia de la República de Venezuela. Trebbau es considerado un "boliburgués" o "bolichico", término que hace referencia a los empresarios que hicieron fortuna con contratos con el sector público durante el chavismo. En algunos casos, han cambiado de bando y forman parte de la oposición al régimen.
Pedro Trebbau fue uno de los primeros inversores que apostó por Auro. Esta empresa de VTC fue fundada en febrero de 2013 por el exlíder gremial del taxi José Antonio Parrondo, con 3.006 euros de capital. Aunque como accionista única figuraba su madre, la compañía la montó el extaxista. A partir de julio de 2017, la empresa comenzó una clara ofensiva de captación de dinero para crecer. En menos de un año registró siete ampliaciones de capital, por las que entraron en la compañía 11,4 millones de euros (la inmensa mayoría desembolsado en concepto de prima de emisión).
En las dos primeras ampliaciones de capital, aprobadas el 25 de julio de 2017 y el 3 de octubre del mismo año, participaron cuatro sociedades españolas y una panameña. Esta última se llama New Magic Group Inc y está controlada por Pedro Trebbau. En total, por vía de esas dos primeras ampliaciones, se inyectaron en Auro 3,03 millones de euros. De ellos, 997.915 euros los puso la compañía panameña; es decir, el 33% del total. Sólo un inversor puso en aquel momento más dinero: Zaryn Dentzel, a través de la sociedad Big Avocado SL, que suscribió participaciones por importe de casi 1,4 millones de euros (el 47% del total).
Amplios poderes en Panamá
New Magic Group Inc se constituyó ante la notaría décima de Panamá el 21 de julio de 2015. Como representante de la compañía actuó el bufete Quijano y Asociados, que además puso a empleados suyos como los directivos de la sociedad. Es el procedimiento habitual en Panamá para ocultar la identidad del verdadero dueño de la compañía, a quien luego se suelen otorgar amplios poderes para que administre la sociedad. Entre los fines que New Magic Group Inc declara en su escritura de constitución se encuentran "participar en otras sociedades y compañías", así como el de "recibir y/o pagar regalías y comisiones".
El 29 de septiembre de 2015, dos meses después de su constitución, Trebbau fue apoderado para dirigir New Magic Group Inc. Se trata de un poder amplísimo [puedes consultarlo aquí en pdf], que lo faculta para que "planifique y lleve a cabo todos los actos y todos los negocios que a su juicio sean convenientes para la buena marcha de la sociedad". La entrega de dicho poder fue protocolizada el 6 de octubre de 2015, también ante la notaría décima de Panamá, según los documentos a los que ha tenido acceso infoLibre.
Negocios de Trebbau en España
Pedro Trebbau y su primo Alejandro Betancourt han realizado múltiples negocios en España durante los últimos años. Su desembarco fue sonado. Betancourt, habitual en las crónicas de la pujante jet set madrileña, adquirió en 2012 la finca con mansión que había pertenecido al expresidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán en Santa Cruz de Retamar (Toledo). No obstante, su gran apuesta fue invertir en la empresa española de venta de gafas de sol Hawkers, de la que Betancourt es presidente.
Trebbau, menos expuesto públicamente, también ha ido progresando empresarialmente en España en proyectos compartidos con el propio Betancourt. Aparece en el consejo de la empresa Zigor Corporación (dedicada a la energía), Compañía de Inversiones Agrícolas Trieste y Eiffel Real State (inmmobiliaria). Y a ello suma su incursión en el sector VTC a través de Auro.
infoLibre ha tratado insistentemente desde el pasado miércoles de recabar el testimonio de Trebbau a través de mensajes y llamadas telefónicas a sus empresas en Venezuela (Derwick) y en España (Zigor Corporation, Trieste y Eiffel Real State). El empresario venezolano no ha respondido a ninguna de las preguntas trasladadas.
Parrondo y los ‘startaperos’
Más allá del dinero venezolano, Auro ofrece una imagen marcada por la coalición entre un histórico del sector del taxi y un ramillete de exitosos emprendedores digitales. El impulsor es José Antonio Parrondo, un nombre clave del sector VTC. Parrondo no sólo fue taxista, sino que llegó a ser presidente de la Asociación Gremial del Taxi entre 2007 y 2009. No obstante, ha acabado siendo uno de los referentes del sector VTC, considerado por las principales asociaciones de taxistas como su bestia negra.
Parrondo fundó la empresa en 2013 y, tras las ampliaciones de capital llevadas a cabo en 2017, se sumaron al consejo de administración tres empresarios del universo startup: Zaryn Dentzel, fundador de la red social Tuenti; Félix Ruiz Hernández, también fundador de Tuenti y presidente de Job and Talent; y Hugo Arévalo, inversor en startups como Job and Talent, Cabify y Glovo, entre otras, así como expresidente de Hawkers y presidente de The Power MBA. De modo que el hombre del taxi que conoce los secretos del sector (Parrondo) y los jóvenes con visión de futuro y conocimientos financieros y tecnológicos (Dentzel, Ruiz y Arévalo) han convertido a Auro en una marca reconocible en el competitivo mercado del VTC.
En la actualidad, según datos de la propia empresa, José Antonio Parrondo controla el 26,5% del capital de Auro (a través de dos sociedades limitadas). Por su parte, Dentzel, Ruiz y Arévalo suman entre los tres el 60% de las participaciones. El 13,5% restante está en manos de otros accionistas.
El grupo Auro integra además a la empresa Cibeles Comfort Cars, con la que Parrondo y sus socios también explotan licencias. La acumulación de autorizaciones por parte del grupo los ha situado como líderes del sector en Madrid. José Antonio Parrondo afirma que Auro recibe con asiduidad ofertas de inversores para entrar en el capital. "La movilidad es la cuarta revolución industrial. Este sector es muy apetecible para gente del mundo financiero", afirma. En enero Parrondo y sus socios vendieron a Cabify una de sus empresas, Prestige and Limousine, explotadora de licencias en Madrid y Barcelona.
Moove y las Islas Vírgenes
Auro es una pieza clave del sector VTC, cuyo auge ha puesto en pie de guerra a los taxistas y ha desatado una controversia política y social. Se trata de un sector conocido sobre todo por las empresas Uber y Cabify, que tienen su sociedad de control en Holanda y Delaware (Estados Unidos), respectivamente. Ambas compañías basan su negocio en la intermediación a través de aplicaciones, reduciendo al mínimo la formalización de su relación laboral con los conductores, como hacen en otros sectores empresas como Deliveroo o Glovo. La mayoría de los conductores de Uber y Cabify son autónomos o trabajadores de otras empresas. Precisamente esas otras empresa constituyen el tejido empresarial más espeso surgido al calor de la eclosión del fenómeno de los VTC [vehículos de transporte con conductor, definición que excluye al taxi].
Se trata de compañías que trabajan para Uber y Cabify y explotan la mayoría de las casi 13.000 licencias VTC que existen en España, según datos oficiales del Ministerio de Fomento. Destacan tres grupos empresariales. Uno es Auro, con más de 2.500 licencias y por encima de los 1.500 trabajadores, según la propia compañía. Otro es Vector Ronda, con unas 1.500 licencias y unos 2.000 trabajadores, de acuerdo con las cifras aportadas por la empresa, a la que pone rostro el empresario sevillano Rosauro Varo. El tercero es Moove, que presume de liderazgo por superar los 2.000 empleados y tener más de 3.000 licencias entre las ya concedidas y las que están en proceso de adjudicación, con previsión de alcanzar las 5.000.
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El grupo Moove, como ha desvelado este periódico, se despliega en una red de más de 140 empresas de VTC en España, cuya titularidad final está oculta en una sociedad del paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas. Esta compañía, Stone Peak Plum 4 Ltd, camuflada detrás de cinco sociedades pantalla –dos en España y tres en Luxemburgo–, inyectó 157,5 millones en 2018 a la parte española del grupo.
Los vericuetos legales, sumados a la opacidad de las Islas Vírgenes, permiten a los dueños del grupo líder de VTC mantenerse en el anonimato. Mientras tanto, el grupo ha anunciado más de 700 despidos en Cataluña a raíz del decreto de la Generalitat que obliga a contratar los VTC con 15 minutos de antelación. Fuentes de Auro aseguran que están definiendo actualmente cómo gestionar la probable crisis laboral por el cambio regulatorio en Cataluña.
Las revelaciones de este periódico ya han puesto de relieve cómo la fachada de los pujantes grupos del sector VTC no coincide necesariamente con la trastienda. En el caso de Moove, la compañía rehúsa desvelar quiénes son sus accionistas en última instancia. Sólo quedan a la vista sus consejeros, entre los que están cuatro analistas del fondo de inversión estadounidense King Street; inversores como Jaime Castellanos (Lazard), Pedro del Corro (Torreal) y Rafael García-Tapia (Corpfin); o el exdirectivo de ADIF Manuel María Puga. Pero es una incógnita quién se esconde detrás de la empresa de las Islas Vïrgenes y, por tanto, conocer la verdadera identidad del principal grupo de VTC en España.