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28A | Elecciones generales

Unidas Podemos: una campaña marcada por las "cloacas" en la que Iglesias reivindicó la Constitución

El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, en un mitin.

Prácticamente desde la fundación de Podemos, la formación morada tiene un mantra: las campañas les sientan bien. Y no parece que la del 28A haya sido una excepción, ya que las últimas semanas parecen haber servido para reavivar a una coalición, Unidas Podemos, que hasta hace muy pocas fechas se encontraba sumida en una grave crisis. Con la vuelta de su candidato, Pablo Iglesias, y su actuación en los debates preelectorales, Unidas Podemos parece estar remontando en unos sondeos que, no obstante, le auguran una caída en representación con respecto a 2016. Y en los últimos días, la coalición morada se ha centrado en uno de los mensajes clave de su campaña: su papeleta es la única que garantizará que el PSOE no pacte con Ciudadanos.

La situación en la que llegó Unidas Podemos al inicio de la campaña electoral es muy diferente al de hace tres años. Por aquel entonces, el pacto entre Podemos e IU acababa de estrenarse y casi todos los sondeos coincidían en augurar un sorpasso al PSOE que, finalmente, no se produjo sorpasso por la pérdida de más de un millón de votos. El 21,1% de los votos obtenido por la coalición morada entonces supuso una fuerte decepción, pero tres años después, ese porcentaje se antoja una cifra inalcanzable a tenor de las encuestas, que hasta la semana pasada –la última en la que pudieron publicarse sondeos– situaban a Unidas Podemos por debajo del 15%.

Por ello, durante la campaña, la formación ha centrado sus mensajes en reivindicarse como el complemento imprescindible para que un Gobierno socialista haga políticas de izquierdas, aunque eso implique asumir el papel de hermano pequeño del PSOE. "Estamos más cerca que nunca de gobernar" y "es una evidencia que el próximo gobierno va a ser de coalición" han sido dos de las frases más repetidas en la campaña para levantar la moral de las huestes moradas. Y, tal y como señaló Iglesias en el debate de Atresmedia, muchas de las medidas económicas de Unidas Podemos y los socialistas coinciden, pero "para que el PSOE cumpla algunas de sus propuestas va a ser necesario que estemos en un gobierno". 

No obstante, habida cuenta de su situación, Unidas Podemos se ha esforzado durante los últimos días de la campaña en combatir las llamadas del PSOE al voto útil, que podría perjudicar a la coalición morada especialmente en las provincias más pequeñas donde se juega mantener la representación. El verdadero voto útil, han asegurado Iglesias y los suyos, es el de Unidas Podemos, porque "vale doble", como se encargó de repetir el candidato en uno de los últimos mítines de la campaña, el celebrado el jueves en Vigo. Y es así, sostuvo Iglesias, porque sirve tanto para "frenar a la derecha" como para sacar adelante propuestas en materia social.

Pero, además, los dirigentes de Unidas Podemos han querido transmitir un tercer mensaje durante la campaña para atraer a los electores progresistas indecisos: la coalición morada es la única opción nítidamente de izquierdas, porque el PSOE no ha sido claro sobre su negativa a pactar con Ciudadanos. "Si el PSOE está fuerte después del 28A, pactará con Rivera. Ya lo ha hecho antes, lo han pedido Narbona y Ábalos, y Sánchez no lo ha querido descartar", denunciaba este mismo viernes el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique. Y en esa misma idea hacía hincapié Iglesias durante los dos debates preelectorales, cuando exigió al PSOE que dejase claro que no iba a pactar con Ciudadanos para conseguir apenas que Pedro Sánchez afirmara que no lo tiene entre sus "planes".

 

Un Iglesias defensor de la Constitución

Sin embargo, el hecho de que Unidas Podemos se haya reivindicado durante la campaña como una fuerza claramente de izquierdas –"Nadie nos pregunta si vamos a alcanzar un acuerdo con el PP, Ciudadanos o Vox porque es evidente" la respuesta, afirmaba el jueves Iglesias– no implica que haya mostrado un talante radical. De hecho, Iglesias comenzó su particular precampaña con un tono muy duro en su mitin de regreso y ha ido modulándolo con el paso de los días hasta erigirse, en los dos debates preelectorales, como defensor de los artículos sociales de la Constitución frente a quienes "se dicen constitucionalistas" pero la utilizan para arrojarla "como un ladrillo" y sólo se acuerdan "del artículo 155". De hecho, la coalición morada diseñó una versión resumida de su programa con formato de Carta Magna para reforzar esta idea.

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En cualquier caso, aun con un tono más relajado que hace unas semanas, la campaña de Unidas Podemos y de Iglesias ha estado trufada de duras críticas contra el sistema de medios de comunicación y las "cloacas del Estado". Y si ha sido así es, en buena parte, porque el regreso del secretario general de Podemos a la primera línea coincidió con la revelación y judicialización de que la policía política del Ministerio del Interior controlado por Jorge Fernández Díaz (PP) había espiado a colaboradores de Iglesias y había tratado de fabricar pruebas falsas contra Unidos Podemos en 2016, con la supuesta colaboración de personajes como Eduardo Inda, director de OkDiario.

La corrupción en el seno del Ministerio del Interior y la Policía han formado parte del discurso de Unidas Podemos durante toda la campaña electoral, pese al silencio del resto de partidos. "Lo que hemos visto con las cloacas del Estado es a poderes económicos utilizando medios de comunicación que se compran con dinero fabricando pruebas falsas para evitar un Gobierno en el que estuviera Podemos", denunció en el segundo debate preelectoral Iglesias, que llamó la atención sobre "el silencio del resto de formaciones", incluido el PSOE, "con respecto al espionaje" a rivales políticos.

Está por ver si la estrategia seguida durante la campaña funciona a Unidas Podemos, aunque algunos sondeos internos de los principales partidos de los últimos días –que por ley no se pueden publicar– registran una subida en la intención de voto de la coalición morada a partir de los debates. Debates en los que Iglesias, que no ha ahorrado en autocrítica durante la campaña, pidió una última oportunidad a los votantes progresistas. "Hemos podido cometer muchos errores, pero creo que hemos demostrado que a nosotros no nos compra nadie, y por eso nos montaron las cloacas, para que no estuviéramos en un Gobierno. Y lo que le quiero pedir a la gente que piensa que la política no sirve para nada es que nos dé una oportunidad, una sola, para estar en un Gobierno cuatro años. Y si después de esos cuatro años no hemos conseguido cambiar nada, no nos voten nunca más".

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