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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

26M | 'Superdomingo' electoral

Todo lo que necesita saber sobre las municipales del 26M

Así será el recuento el 26M

Un mes después de los comicios generales que dieron una clara victoria al PSOE de Pedro Sánchez, 34.803.653 españoles están llamados este domingo a las urnas para elegir a sus representantes europeos, autonómicos –una docena de Ejecutivos regionales están en juego– y municipales. Unos nuevos comicios locales en los que se renovará la composición de los 8.131 ayuntamientos existentes en España y se repartirán 67.010 ediles –321 menos que en la anterior cita con las urnas–. Todos los partidos entienden este 26M como una suerte de segunda vuelta de las generales del pasado 28 de abril. Así, mientras que los socialistas buscan una nueva victoria que confirme su posición, el PP de Pablo Casado lo asume como una prueba de fuego tras la debacle sufrida hace un mes, el ascenso de Ciudadanos y la entrada en las instituciones de la formación de extrema derecha Vox. Podemos, a diferencia de 2015, se presenta concurriendo con su propia marca y con la aspiración de mantener parte de los denominados ayuntamientos del cambio.

De los cinco principales partidos, el PSOE es el que aspira a sentar más alcaldes en los consistorios. La formación capitaneada por Pedro Sánchez concurrirá este domingo, según los cálculos de infoLibre, en más de 7.200 municipios, lo que equivale a casi el 90% del total. Los conservadores, por su parte, presentan lista en más de 6.900, casi el 86%. Son, de lejos, las dos formaciones con mayor implantación local. A mucha distancia quedan Ciudadanos, Podemos y Vox. El partido presidido por Albert Rivera pugnará por 2.180 consistorios, algo menos del 27% del total, mientras que los de Pablo Iglesias y los de Santiago Abascal aspiran a conquistar 1.043 y 729 alcaldías, lo que equivale al 12,8% y casi el 9%, respectivamente. País Vasco y Cataluña son, con diferencia, los principales agujeros de las formaciones de ámbito estatal. Dos comunidades en las que el músculo local recae, principalmente, en los partidos nacionalistas e independentistas: PNV, EH Bildu, ERC y el PDeCat.

  8.131 alcaldías en disputa

España cuenta en la actualidad con 8.131 municipios. Son nueve más que en las pasadas municipales, un incremento que evidencia el absoluto fracaso de la reforma local impulsada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Castilla y León es, de lejos, la comunidad autónoma que cuenta con un mayor número de localidades: 2.248, de las cuales 371 corresponden a Burgos, la provincia con mayor tejido local. Le siguen, por orden, Cataluña –947, de los que 311 son de Barcelona–, Castilla La-Mancha (919) y Andalucía (785). En el extremo contrario encontramos a Canarias, Asturias, Baleares y Murcia, con 88, 78, 67 y 45 ayuntamientos, respectivamente.

De estos 8.131 municipios en los que se renovarán los consistorios este domingo, el 61,43% –4.995– tienen una población de 1.000 habitantes o menos, mientras que sólo 145, lo que equivale al 1,78%, superan los 50.000 residentes.

El tamaño de las corporaciones municipales viene claramente establecido en la Ley del Régimen Electoral General (Loreg), según el tamaño de la localidad:

— Hasta 100 personas: 3 concejales.

— Entre 101 y 250 personas: 5 concejales.

— Entre 251 y 1.000 personas: 7 concejales.

— Entre 1.001 y 2.000 personas: 9 concejales.

— Entre 2.001 y 5.000 personas: 11 concejales.

— Entre 5.001 y 10.000 personas: 13 concejales.

— Entre 10.001 y 20.000 personas: 17 concejales.

— Entre 20.001 y 50.000 personas: 21 concejales.

— Entre 50.001 y 100.000 personas: 25 concejales.

— Más de 100.000 personas: 25 concejales y otro más por cada 100.000 residentes o fracción; si el número resultante es par, se añade otro más. Madrid, con 57 ediles, es la corporación más grande de España; Barcelona elige 41.

  El PSOE, el partido que concurre en más municipios

La papeleta del PSOE podrá encontrarse este domingo en 7.250 municipios –incluyendo Ceuta y Melilla–, lo que supone el 89,16% del total. Los socialistas optarán por las alcaldías de todos los pueblos asturianos, extremeños y murcianos y presentarán lista en la práctica totalidad de las localidades andaluzas, madrileñas, canarias y castellanomanchegas –sólo se ausentarán en la pugna por cuatro ayuntamientos de todos los que están en juego en esas regiones–. En el extremo contrario se encuentran Cataluña y Navarra, donde la presencia de sus candidaturas se reduce al 55% y el 23,9% de todos los municipios, respectivamente.

El PP, por su parte, peleará por hacerse con el control del 85,61% de los consistorios. En total, concurre en 6.962 municipios, 288 menos que los socialistas. Los conservadores hacen pleno en Asturias, Cantabria, Galicia y Murcia, donde se presentan en todas las localidades. El gran agujero del partido liderado por Pablo Casado se encuentra, sobre todo, en País Vasco y Cataluña, donde sólo compiten por 402 de los 1.198 municipios que conforman ambos territorios. No obstante, es mucho más profundo en suelo catalán que en vasco. Así, mientras que en Euskadi concurren en el 68,5% de las localidades, en Cataluña sólo aspiran a gobernar el 24,3% de los consistorios en disputa.

Ciudadanos será el tercer partido con mayor presencia local este 26M. Su papeleta estará en 2.180 municipios, el 26,81%. De todas las comunidades autónomas, es en Murcia donde la formación presidida por Albert Rivera tiene más músculo municipal, concurriendo en 39 de las 45 localidades que conforman la región. Le siguen Canarias y la Comunidad de Madrid, donde las listas naranjas estarán en los colegios electorales del 68% y 63% de los municipios, respectivamente. En el extremo contrario, La Rioja y País Vasco, donde competirán en el 8,05% y el 3,59%.

Los de Pablo Iglesias se presentarán en 1.043 localidades, lo que equivale al 12,83% del total. De las diecisiete comunidades autónomas, Murcia es en la que Podemos tiene una mayor implantación municipal, concurriendo en el 53,3% de los ayuntamientos, mientras que en Navarra y Castilla y León es donde registran los agujeros más importantes –no consiguen llegar al 5% de las localidades–. Además, en al menos uno de cada cuatro municipios en los que se presentan tendrán que competir en las urnas contra IU, con la que no han conseguido cerrar acuerdos de confluencia en todas las regiones.

El partido de extrema derecha Vox, por su parte, dará la batalla en 729 de los 8.131 municipios españoles, un 8,97% del total. En Murcia o la Comunidad de Madrid, las regiones donde tiene mayor tejido local, la papeleta de la formación presidida por Santiago Abascal pugnará con el resto de fuerzas políticas por controlar más de la mitad de los consistorios en disputa. Los mayores agujeros los tiene, principalmente, en La Rioja y Navarra, donde concurren en menos del 3% de las localidades. En Aragón, Cataluña, Castilla y León y Galicia esa cifra está por debajo del 5%.

De todas las regiones, Cataluña y País Vasco son en las que los principales partidos políticos de ámbito estatal están menos presentes. En estos territorios, el liderazgo local recae en manos de las fuerzas independentistas y nacionalistas. Así, en suelo catalán, ERC es el partido que concurre en un mayor número de municipios –802 de los 947, el 84,7%–, seguido por las listas de Junts per Catalunya, que estarán presentes en los colegios electorales de 764 localidades, lo que equivale al 80,68%.

En territorio vasco, por otra parte, la hegemonía está en manos del PNV y EH Bildu, pugnando los primeros por 213 de los 251 consistorios (84,86%) y los segundos por 209 (83,27%). En el caso de Navarra, una comunidad autónoma en la que en más de una treintena de localidades no se ha presentado candidatura, las listas de Navarra Suma –PP, Cs y UPN– serán las que estarán presentes en más municipios (27,21%), seguidas por las del PSOE y EH Bildu, que se podrán ver en poco más del 23%. En la comunidad foral son múltiples las listas de agrupaciones locales.

  Diez elecciones municipales en democracia

Hasta la ruptura política de 2015, los comicios locales siempre estuvieron marcados por un claro bipartidismo al que acompañaba un tercer partido a mucha distancia: el PCE hasta 1983 e IU en adelante.

En las primeras municipales, que se celebraron en 1979, la UCD de Adolfo Suárez salió de las urnas como el partido más votado, con el 30,63% de los votos –5.018.784 papeletas– y 28.960 concejales, frente a los 12.059 ediles que logró el PSOE con el 28,17% y los 3.727 y el 13,06% del voto con el que se quedó el Partido Comunista. Desde 1983, este bipartidismo quedó en manos de los socialistas y Alianza Popular –PP a partir de 1991–. De las diez elecciones locales que se han celebrado, el PSOE ha salido victorioso de cuatro, siendo las de 1983 en las que cosecharon un mejor resultado: más del 40% de los votos. El PP, por su parte, se ha impuesto en cinco de estas citas con las urnas, consiguiendo su resultado más abultado en 2011, cuando obtuvo un respaldo del 37,5%. En el caso de IU, hay que remontarse hasta 1979 para ver su mejor resultado: un 13% del entonces PCE.

En muchos de estos comicios, socialistas y conservadores han obtenido resultados muy similares. Sin embargo, no es algo que haya sucedido siempre. En concreto, hay tres citas con las urnas en la que una de las dos formaciones se impuso claramente. Una de ellas es la de 1983, cuando el PSOE se hizo con el 43,03% de los votos frente al 25,61% que logró la denominada Coalición Popular, que aglutinaba a Alianza Popular, PDP y PL. Otra, la de 1995, en la que el PP sacó casi cinco puntos a los socialistas –35,27% frente a 30,84%–. Y, por último, las de 2011, en las que los conservadores sacaron casi diez puntos al PSOE. Las primeras, confirmaron el despegue del PSOE de Felipe González. Las otras dos, adelantaron la llegada de José María Aznar y Mariano Rajoy a la Moncloa.

Por lo general, los partidos que se han impuesto en las municipales han gobernado España después. Pero, como siempre, hay alguna excepción. En 2007, por ejemplo, el PP ganó las locales aunque por la mínima sacando al PSOE algo más de 150.000 votos, pero en las generales los que vencieron fueron los socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero.

  La ruptura del bipartidismo en 2015

Y esa fue la tónica general que se mantuvo en democracia hasta los comicios de 2015, que marcaron un antes y un después en la escena política. En aquella cita con las urnas, el desembarco de Ciudadanos y sobre todo las confluencias respaldadas por Podemos diezmaron la fuerza del bipartidismo. Así, en las pasadas municipales, el PP fue el partido más respaldado por los electores, consiguiendo el 27,06% de los votos –6.070.176 papeletas– y sentando en los ayuntamientos a 22.744 concejales, aunque experimentó una pérdida de apoyos a nivel local respecto a 2011 de diez puntos. Los socialistas, por su parte, también retrocedieron respecto a los comicios anteriores un par de puntos, arañando en las urnas un 25,02% de los votos y colocando a 20.858 ediles. Y el recién llegado Ciudadanos, que acababa de poner en marcha su expansión local por toda España, se tuvo que conformar con 1.469.875 apoyos, el 6,55%, un respaldo con el que sólo consiguió 1.516 concejales.

A diferencia de lo que hizo la formación liderada por Albert Rivera, Podemos prefirió no concurrir a aquellos comicios con marca propia. En lugar de eso, apostó por integrarse en proyectos municipalistas. La fórmula funcionó. Manuela Carmena y Ada Colau conquistaron, con las marcas Ahora Madrid y Barcelona en Comú, los ayuntamientos de las dos principales ciudades españolas. Pero estas fuerzas progresistas también consiguieron hacerse con el control de los consistorios de A Coruña, Cádiz, Ferrol, Santiago de Compostela, València –aunque en este caso está gobernado por Compromís– y Zaragoza. Nacieron así los denominados ayuntamientos del cambioayuntamientos del cambio, una de las señas de identidad de la que hace gala la formación liderada por Pablo Iglesias. Y aparecieron de la nada nuevos referentes de la izquierda en la escena política municipal. Es el caso, por ejemplo, de José María González, Kichi, en suelo gaditano o Pedro Santisteve en Zaragoza.

  ¿Quién gobierna en las grandes ciudades?

Especial atención se prestará este domingo a las urnas en las dieciséis principales ciudades españolas, aquellas que superan los 250.000 habitantes. De ellas, seis están actualmente en manos del PSOE, cuatro las controlan los conocidos como alcaldes del cambio, tres están gobernadas por el PP y las tres restantes las dominan otros partidos.

En el caso de los socialistas, lideran a día de hoy los consistorios de Las Palmas de Gran Canaria, Córdoba, Sevilla y Valladolid, que consiguieron arrebatar al PP en los pasados comicios. También Vigo, una ciudad en la que el partido liderado por Pedro Sánchez ha gobernado durante siete de las diez legislaturas locales: en los periodos 1995-1999 y 2003-2007 estuvo en manos del PP y en 1999-2003 el regidor perteneció al BNG, aunque con el apoyo del PSOE. Y, por supuesto, L’Hospitalet de Llobregat, que con poco más de 260.000 habitantes es un feudo socialista inexpugnable. Siempre, desde la primera cita con las urnas de 1979, los alcaldes de este municipio han pertenecido al PSC.

Barcelona, Madrid, València y Zaragoza son las cuatro ciudades de más de 250.000 habitantes en las que las candidaturas municipalistas consiguieron expulsar a la denominada vieja política del poder. Así, Barcelona en Comú desalojó a CiU del consistorio de la Ciudad Condal, una institución históricamente socialista –entre 1979 y 2011 ha gobernado el PSC de manera ininterrumpida–. En la capital y en València, Ahora Madrid y Compromís lograron robar la alcaldía al PP a pesar de no haber sido las fuerzas más votadas, poniendo fin así a veinticuatro años de dominio conservador ininterrumpido en ambos municipios. También cambió, por último, el color en el Ayuntamiento de Zaragoza. En esta ciudad, en la que el PP se impuso en las urnas, la candidatura de Zaragoza en Común superó a la del PSOE, lo que obligó a los socialistas a ceder a la lista municipalista el bastón de mando en un municipio en el que hasta entonces habían gobernado históricamente –sólo estuvo en manos del PP entre 1995 y 2003–.

Los conservadores, por su parte, gobiernan las ciudades de Málaga, Murcia y Alicante. Los primeros dos ayuntamientos llevan bajo su control desde 1995, cuando los conservadores se los arrebataron a los socialistas en unas municipales que predijeron la salida de Felipe González de la Moncloa. El último, que también consiguieron por primera vez en aquellos comicios, lo perdieron en 2015, cuando el bloque PSOE, Guanyar Alacant y Compromís superó al conformado por PP y Ciudadanos. Sin embargo, la dimisión en abril de 2018 del entonces alcalde socialista, Gabriel Echávarri, tras ser procesado en dos causas judiciales permitió al partido liderado por Pablo Casado recuperar el bastón de mando para lo que restaba de legislatura.

Junto a Alicante, otra de las ciudades que perdieron los conservadores en la caída municipal de 2015 fue Palma, que tras cuatro años en manos del PP pasó a tener un alcalde socialista durante los dos primeros años de legislatura y un regidor de Més per Palma durante los dos últimos, tal y como pactaron en el acuerdo de gobierno ambas formaciones políticas y Som Palma –marca vinculada a Podemos–.

Completan la lista de municipios con una población superior a las 250.000 personas Bilbao y Gijón. En la ciudad vasca, no han conocido desde la recuperación de la democracia un alcalde que no sea del PNV, mientras que en Gijón la formación Foro Asturias lleva controlando el consistorio desde 2011, cuando el PSOE tuvo que ceder el bastón de mando por vez primera desde 1979.

La participación en las municipales se queda diez puntos por debajo del 28A

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  EL SISTEMA DE ELECCIÓN DE LOS ALCALDES

A nivel municipal, también se aplica la Ley D’Hont a la hora de repartir los concejales en juego en cada localidad, aunque en estos casos la distribución termina siendo más proporcional. al ser la circunscripción el propio municipio. Las corporaciones municipales se constituirán en sesión pública, según establece la Ley del Régimen Electoral General (Loreg), “el vigésimo día posterior a la celebración de las elecciones”, a no ser que se hubiera presentado un recurso contencioso-electoral contra la proclamación de los concejales electos, en cuyo caso la constitución se producirá “el cuadragésimo día posterior” a los comicios. Es en esa sesión en la que se procederá a la elección del alcalde. Pueden optar al cargo “todos los concejales que encabecen sus correspondientes listas”, con la única excepción de las localidades con una población que se mueva entre los 100 y los 250 habitantes –1.503 en toda España–, donde cualquier concejal electo puede aspirar a ocupar el sillón de mando.

El proceso de elección de los alcaldes es el mismo en los 8.131 municipios. Se celebra una votación y si alguno de los candidatos al puesto obtiene la mayoría absoluta de los votos de los ediles es proclamado electo. Si ninguno lo logra, será proclamado alcalde “el concejal que encabece la lista que haya obtenido mayor número de votos populares en el correspondiente municipio”, a no ser que haya un empate, entuerto que se resolverá por sorteo, tal y como marca la ley. Este mismo procedimiento será el que se lleve a cabo en caso de que se produzca la dimisión del regidor. Es lo que sucedió, como se ha mencionado anteriormente, en Alicante, donde el alcalde socialista dejó el bastón de mando tras su procesamiento judicial y su previsible sustituta, Eva Montesinos, no logró el respaldo de la mayoría absoluta de la corporación municipal, lo que propició que el conservador Luis Barcala se hiciese con el sillón al haber sido la lista del PP la más votada en 2015.

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