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El debate de investidura

Esquerra presiona a Sánchez y a Iglesias para que pacten un acuerdo: “Por nosotros no será” que la investidura fracase

Los portavoces parlamentarios del PSOE y de Esquerra, Adriana Lastra y Gabriel Rufián, en el Congreso de los Diputados.

Fernando Varela

Con la negociación encasquillada y sus los principales protagonistas intercambiando mensajes a través de los medios de comunicación, este martes fue Esquerra Republicana quien movió ficha al pedir al PSOE y a Unidas Podemos que se sienten a hablar y que no se levanten de la mesa hasta haber alcanzado un pacto. Su portavoz, Gabriel Rufián, incrementó la presión sobre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para que se pongan de acuerdo sugiriendo que su partido no va a bloquear la investidura, lo que apunta como mínimo a una abstención. “Por nosotros no será”, llegó a afirmar en rueda de prensa después de reunirse durante una hora con su homóloga socialista, Adriana Lastra, en dependencias del Congreso, pese a que la formación liderada por Oriol Junqueras no tomará la decisión final hasta el próximo viernes.

Rufián pidió “responsabilidad” al PSOE y a Unidas Podemos porque están “condenados a entenderse”. “Ningún ministerio ni ningún veto merecen lo que está pasando en los últimos días”. Por eso les pidió expresamente que “dejen de hablarse y amenazarse a través de los medios de comunicación” y se pongan de una vez de acuerdo en la conformación de un Ejecutivo porque entre ambos aglutinan más de 10 millones de votos y “muchísima ilusión”. Si la negociación fracasa, se repiten las elecciones y se da a Casado, Rivera y Abascal “una segunda oportunidad” de gobernar, añadió, no importará quién haya sido más responsable, si Sánchez o Iglesias. La sociedad va a meter a todos “en el mismo saco, sobre todo a la izquierda”. “Aquí palmamos todos”.

“Hubo gente que el 28A salió a votar con la nariz tapada para frenar al fascismo y dar la oportunidad a la política. Pedimos que no decepcionen a toda esa gente”. A los políticos se les vota para “aportar soluciones y no problemas y más conflictos”.

El portavoz republicano remarcó que la ciudadanía quiere que se pongan de acuerdo y que haya gobierno en julio y admitió que para su partido será mucho más complicado facilitar las cosas en septiembre, coincidiendo con la Diada y con una más que probable condena de sus compañeros de partido juzgados por su participación en el procés.

Decidan lo que decidan el viernes, aclaró Rufián, Esquerra no condicionará su voto a lo que haga Unidas Podemos.

Aunque está pendiente de lo que apruebe la ejecutiva republicana del próximo viernes, la disposición de ERC a facilitar la investidura, confirmada por Lastra, y el aviso de Rufián de que esperar a septiembre “nos complica la vida a todos”, reforzó la idea de que si la investidura no sale adelante la semana que viene será muy difícil intentarlo después del verano y habrá nuevas elecciones.

Esquerra tiene 15 escaños en el Congreso —14 en realidad, porque su líder, Oriol Junqueras, sigue suspendido y en prisión preventiva a la espera de sentencia por parte del Supremo— y su voto a favor de la investidura, o al menos su abstención, darían a Sánchez la llave del Gobierno siempre y cuando sea capaz antes de llegar a un acuerdo con Iglesias para que UP vote a favor de su reelección. Así que el anuncio de que quieren facilitar la investidura para poner en marcha una legislatura basada en el diálogo devuelve a Sánchez y a Iglesias todo el protagonismo para desbloquear la situación, porque si Esquerra se abstiene o vota a favor, el voto en contra de PP, Ciudadanos y Vox no obligará a repetir las elecciones.

PSOE y UP, sin embargo, no dieron a lo largo de la jornada ninguna muestra de estar dispuestos a dar su brazo a torcer. Si el lunes fue Sánchez el que dio a conocer su punto de vista a través de la Cadena SER, Iglesias eligió al día siguiente una entrevista en La Sexta para  difundir sus argumentos. El líder de Unidas Podemos retó a Sánchez a explicar por qué no quiere que forme parte del Consejo de Ministros en un Gobierno de coalición PSOE-UP. Y aseguró reiteradamente que Sánchez nunca le ha dicho que no quiere que esté en el Gobierno pero, a preguntas del periodista que le entrevistaba, aseguró que si así fuera tendría que ser el presidente en funciones el que explicase los motivos.

Iglesias afirmó que el presidente en funciones cambió su decisión inicial de formar un Gobierno de coalición, que según él le ofreció en la reunión que celebraron el 7 de mayo, la primera después de las elecciones generales, por presiones de las cloacas del Estado en general y del Íbex 35 y de los bancos en particular, porque se trata de poderes que no quieren que Unidas Podemos tengo acceso al Consejo de Ministros.

En una entrevista concedida al programaAl Rojo Vivo, aseguró seguir teniendo “la mano tendida” para negociar “en serio” con el candidato socialista, pero sólo sobre la base un Gobierno de coalición en el que su partido decida los nombres de sus representantes en el Consejo de Ministros.

Quién decide los nombres de los ministros de Unidas Podemos, y si Pablo Iglesias puede o no ser uno de ellos, es la cuestión que mantiene bloqueadas las negociaciones. “¿Por qué no intentamos un Gobierno de coalición?”, se preguntó la número dos del PSOE, Adriana Lastra, tras su reunión con Rufián. “Porque ya lo hemos intentado y se nos dijo que no. Esa es la propuesta que hizo el presidente a Iglesias el jueves por la tarde”, se respondió. “No sólo la rechazó sino que la calificó de idiotez”.

La coalición que propone el PSOE

Se trata de un gobierno con ministros de UP pero elegidos por Sánchez a partir de las propuestas que le haga Iglesias y seleccionados de acuerdo al perfil de los ministerios que vayan a dirigir. El mismo criterio, aseguran los socialistas a modo de ejemplo, que siguió el presidente cuando nombró ministros a Teresa Ribera o José Guirao para Transición Ecológica y Cultura: los dos son socialistas, pero carecen de poder orgánico y fueron elegidos por sus perfiles profesionales.

En resumen: un gobierno con miembros de UP pero sin Iglesias ni dirigentes elegidos por su peso político. Algo que el líder de Podemos sigue considerando inaceptable.  “Los nombres [para el Consejo de Ministros] se tienen que negociar, no puede decidir de manera unilateral”, subrayó en televisión. En ningún lugar del mundo, recordó, se excluye del gobierno a los dirigentes de un partido que forma parte de una coalición. Es como si el presidente de la Comunitat Valenciana, puso como ejemplo, el socialista Ximo Puig, hubiese dicho que Mònica Oltra, la líder de Compromís, no podía formar parte del Consell.

¿Por qué no quiere Sánchez a dirigentes de peso de UP en el Consejo de Ministros, como Pablo Iglesias? Lastra repitió los argumentos que expresó el lunes el presidente en funciones: porque discrepan en asuntos de Estado, como Cataluña, y su presencia en el Gobierno restaría cohesión a la acción del Ejecutivo.

Lastra aprovechó su comparecencia de la tarde, tras la reunión con el portavoz de Esquerra, para dar la réplica a los argumentos esgrimidos por Iglesias en su entrevista de la mañana. El malestar de la número dos del PSOE y, por extensión, de su líder, se hizo evidente. Acusó a Iglesias de haber decidido desde el principio votar no a la investidura de Sánchez y de tratar ahora de arropar esa decisión con una consulta “trucada” a los militantes de Podemos. “Se niega a negociar y abre una consulta que de facto es un ultimátum, una trampa” para “dinamitar” las conversaciones. “Estas son mis condiciones: o las tomas o las dejas. Una consulta se hace para ratificar un acuerdo, no para impedirlo”, reprochó. En vez de eso, “está usando esta consulta para justificar una decisión que ya había tomado hace tiempo: votar no” a la investidura de Sánchez, “esta vez acompañado no sólo de la derecha sino de la ultraderecha”.

“Esto empieza a parecerse mucho a la pinza de los años 90”, añadió en referencia a la estrategia contra Felipe González que lideraron José María Aznar (PP) y el que fuera máximo responsable de Izquierda Unida Julio Anguita.

Durante las negociaciones, subrayó Lastra, “nos hemos encontrado una posición maximalista” por parte de Iglesias: “Se niega a negociar y busca la imposición” al tratar de decidir los nombres del Consejo de Ministros. “No puede pretender tener un Gobierno a su servicio; es el Partido Socialista el que ha ganado las elecciones y es al presidente a quien corresponde nombrar ministros de su confianza”.

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La conclusión, remachó, es que el líder de UP “no está a la altura de las circunstancias”. Es él “quien se niega a sentarse a negociar y llegar a un acuerdo. Y no es capaz de ceder en absolutamente nada”, acusó.

Lastra asegura además que la acusación de Iglesias de que Sánchez y el PSOE están cediendo a las presiones de las cloacas del Estado, los bancos y el Íbex no ha hecho más que empeorar las cosas. “A todo nos ha dicho que no” y lo que dijo en la “la entrevista no ha sido precisamente lo que esperaba. Porque ha cuestionado otra vez a este partido, ha insinuado que estamos al servicio de no se sabe muy bien quién. Le pido un poco de respeto”, para el PSOE y para “un secretario que se enfrentó a muchas cosas por defender aquello en lo que creía” y no ceder a las presiones, subrayó en referencia a la crisis interna del PSOE que forzó su dimisión como secretario general en el otoño de 2016.

“Las teorías de la conspiración caen por su propio peso y conociendo al presidente son bastante ridículas”, añadió Lastra. “Tiene una trayectoria acreditada de integridad, convicciones y mucho criterio. No se deja llevar por las cesiones a nadie; [Iglesias] debería conocerlo un poquito más y también respetarlo un poco más”.

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