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Señor y señoras Wilson

Ruth Wilson en el papel de su abuela Alison.

Pocas familias tienen una historia tan enigmática y singular como la de la actriz Ruth Wilson (The affair), y pocas series basadas en hechos reales resultan tan cautivadoras como Mrs. Wilson. La intérprete aborda en este proyecto la vida de su abuela Alison y la revelación de una mentira que cambiaría el destino de varias familias. El prestidigitador de esta azarosa biografía colectiva es Alexander Wilson, abuelo de la primera, marido de la segunda, espía, oficial del MI6 británico, escritor de novelas de espionaje con cierto éxito, polígamo y mentiroso compulsivo.

Nominada a cuatro premios Bafta, estrenada por la BBC y disponible en Filmin desde mayo –donde se convirtió en el estreno más visto en la plataforma durante su primer día en los últimos dos años-, Mrs. Wilson arranca en 1963 con la repentina muerte de Alexander (Iain Glen, Jorah Mormont en Juego de tronos). La visita de otra mujer, que se presenta como esposa de Alec Wilson días después del fallecimiento para reclamar el cuerpo, destapará una enmarañada red de mentiras y dobles vidas que el difunto mantuvo durante décadas.

“Como familia, jamás supimos nada”, ha explicado la propia actriz, también productora de esta miniserie, sobre las secuelas de aquel proceso. “Mi padre nunca hablaba de su padre, no había fotos sobre él, nada. Existían estos secretos alrededor de su figura, pero jamás se habló de ellos”. Ruth es hija de Nigel Wilson, fruto del matrimonio de 20 años entre Alison y Alec. Llegó a la historia de su abuela a través de sus memorias, que fueron entregadas a sus hijos y nietos en dos tandas: en la primera, Alison narra la historia de amor con Alec, al que conoció cuando en 1940 entró a trabajar como secretaria en el Servicio de Inteligencia Británico; mientras que el segundo volumen no acabaría en manos de sus descendientes hasta la muerte de su autora en 2005. Es en esa parte donde da cuenta de la cara b de aquel romance y hasta dónde consiguió y soportó llegar en su búsqueda de alguna certeza.

Mrs. Wilson, dirigida íntegramente por Richard Laxton y con un elenco de lujo, alterna presente y pasado para retratar con todos los matices el complejo y angustioso viaje emocional de su protagonista. Alison nunca sospechó de la doble vida de su marido, cuya condición de agente secreto funcionaba como carta blanca para justificar ausencias prolongadas y otros incomprensibles avatares. La capacidad creativa de Alec –publicó 27 novelas entre 1928 y 1940, protagonizadas muchas de ellas por el agente Sir Leonard Wallace, una especie de alter ego- resultó esencial para construir ese universo ficticio en el que atrapó a toda su extensa familia.

La guionista de esta miniserie de apenas tres capítulos, Anna Symon, se basó en las memorias personales de Alison, en el libro Las vidas secretas de un agente secreto: la vida misteriosa y las épocas de Alexander Wilson y en entrevistas que mantuvo con algunos de los hijos de los protagonistas. “Alec sigue siendo un misterio, todavía es una construcción de los recuerdos sobre él. No tenemos nada substancial desde su punto de vista. Pero tenemos el proyecto de las memorias de Alison, que es algo muy personal y honesto”, contaba Symon en una entrevista en The Guardian.

Ese punto de vista permite al espectador acompañar a la protagonista en su investigación y en su duelo durante los años posteriores a la muerte de Alec. Del inmediato dolor, Alison pasa a la negación, el enfado, la vergüenza por haber sido engañada durante tanto tiempo y a experimentar un pequeño resquicio de esperanza por encontrarle una explicación a su dolorosa traición. ¿Cómo pudo pasar 20 años sin darse cuenta de aquello? ¿Cómo no sospechó que algo raro pasaba durante las largas etapas de escasez de dinero en la casa? ¿Se convirtió en una narradora poco fiable de su propia vida, tratando de maquillar explicaciones chapuceras para no perder la fe en su marido?

Una vida bajo secreto de Estado

Con ese material tan excepcional, el proceso de gestación de la serie resultó igualmente extraordinario. Primero, por lo que implicaba personalmente cada decisión para la actriz. Gracias a la ficción, Ruth Wilson evita el juicio a los personajes, ya que un formato documental le hubiese obligado a ser ella misma frente a las cámaras y ofrecer respuestas a todas las incógnitas, sobre todo, morales. “Nunca les he juzgado [a Alec y Alison Wilson] ni tampoco lo ha hecho el resto de mi familia –aclaraba la intérprete en esa misma entrevista a The Guardian-. Los encuentro a ambos interesantes y complejos. Así que resulta más seguro dramatizarlo, meterse en el interior de los personajes y servir plenamente a la historia”. Para subrayar esa intención, el actor Iain Glen borda un Alec cálido y humano, que aparenta tener una explicación coherente y comprensible para todo su ardid.

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En segundo lugar, el equipo tuvo que encajar un puzle con todas las piezas imcompletas. Ni Alison llegó a tener conocimiento de todas las vidas de su marido ni tampoco el resto de familiares, responsables en el MI6 con los que contactó o amigos de Alec conocieron o quisieron contar la verdad de su compleja biografía. En sus indagaciones dio con documentos falsificados, otros bajo la llave del servicio secreto, chácharas sobre complots internacionales en los que Alec supuestamente había estado implicado. La propia Ruth lleva años intentando cuadrar el rompecabezas. Conoció el primer tomo de las memorias de Alison cuando tenía 15 años y, con 25, propició un encuentro entre las diferentes familias de su abuelo para tratar de reconstruir su figura.  

Como apuntaba Symon, lo cierto es que, a pesar de los esfuerzos, la verdadera historia de Alexander Wilson nunca se sabrá. Su trabajo al servicio del MI6 sigue estando bajo secreto de Estado y no será público hasta dentro de unos años. Mrs. Wilson es la historia de Alison, pero también la del resto de señoras Wilson, que compartieron vida, familia y amor con un magnífico fabulador que hizo de su familia su mejor obra literaria.

 

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