Plaza Pública
El 'mediocentrismo' y el sistema de partidos
Según los datos pre y postelectorales publicados principalmente por el CIS, pero también por parte de otros institutos y encuestadoras, el actual Parlamento de España responde a un reparto 45/45 entre los partidos y bloques de izquierda/derecha. El resto, un 10% de los votantes, se vinculan a partidos soberanistas o periféricos con sus distintas dinámicas de votos y alianzas.
Cuatro de cada diez votantes en nuestro país se consideran de centro, es decir, se autoubican en la escala ideológica izquierda/derecha en las posiciones medias del 4, 5 o 6. Estos forman parte de esa gran bolsa electoral moderada que permite la formación de mayorías en uno u otro sentido. Numerosa literatura sitúa en este espacio a una buena parte del voto swing, el más persuasible y permeable a las campañas. Apartarse de ellos es alejarse de la posibilidad de ser uno de los partidos aspirantes a gobernar en nuestro país. Aceptar un modelo mediocentrista de análisis electoral supone admitir que la gran bolsa de votantes moderada, y muy estacionaria, es la que marca la dinámica electoral en un contexto social y económico avanzado y normalizado como el español. Actualmente ninguna de las cinco grandes formaciones políticas del Congreso actual tiene una fuerza gravitatoria determinante sobre este grupo de votantes.
No obstante, el partido que atrae en estos momentos un mayor número de electores de este grupo conformado por unos 10 millones de votantes es el PSOE. En concordancia con este dato y según el último CIS el número de electores que sitúa en el espacio del centro ideológico a cada partido es el siguiente:
• El 51% al PSOE.
• El 10% al PP.
• El 31% a Ciudadanos.
• El 11% a Podemos.
• El 8% a IU.
• El 1,5% a Vox.
Estos porcentajes no definen la posibilidad de obtener más o menos votos de ese grupo de votantes moderados, sino que los ubica en el espacio electoral frente a las marcas electorales y traza la visión subjetiva que los electores tienen de estos partidos mayoritarios, por lo que los acerca o aleja individualmente como opción electoral.
Según los votantes –al menos hasta las elecciones generales– el PP parecía haberse alejado del centro político –incluso más que Podemos– habiendo dejado ese espacio al PSOE y a Ciudadanos, las dos formaciones que tenían más claro hasta el pasado 28 de abril donde estaba la gran bolsa de votos y donde estaba la gran batalla. Que la formación de Pablo Iglesias hizo un esfuerzo por la moderación en la última campaña electoral es un hecho ya palpable en los datos ofrecidos por el CIS de julio y adelanta una fuerte competencia electoral en ese espacio compartido con el PSOE. La irrupción de Más País o Más España, nombres posibles para un futuro proyecto encabezado por Íñigo Errejón encarecería aún más la batalla en este espacio concreto.
Sigamos. A grandes rasgos el Partido Socialista es el que ha conseguido, tras las elecciones del 28 de abril, un mayor apoyo de este grupo nuclear de electores que da o quita las mayorías en nuestro país.
De los dos nuevos millones de votantes que obtuvo respecto de las elecciones de 2016, 1,4 millones corresponden a votantes de centro que, o bien se activaron desde la abstención o bien cambiaron de partido el 28 de abril. A grandes rasgos:
• 0,6 millones fueron votantes anteriores del PSOE que dejaron de serlo en las dos o en la última convocatoria electoral y que, mayormente, quedaron antes en la abstención.
• 0,5 millones son nuevos votantes sin derecho a voto en los anteriores comicios de 2016.
• Algo más de 400.000 votaron a Podemos en 2016 y decidieron dar un paso por un voto más centrado representado por Pedro Sánchez. Son votantes ideológicos más que de partido.
• Cerca de 300.000 habían votado en 2016 a Ciudadanos.
• Unos 120.000 fueron votantes del PP en las anteriores elecciones.
• El resto, hasta aproximadamente 100.000 votos, provienen de fuerzas soberanistas/nacionalistas, periféricas o de partidos minoritarios o ya desaparecidos.
De los votantes de Ciudadanos en las recientes elecciones del 28 de abril:
• Seis de cada diez lo fueron también en 2016, es decir, aproximadamente 2,5 millones de electores ya depositaron su confianza en este partido en los anteriores comicios.
• Unos 170.000 habían votado con anterioridad al PSOE.
• Otros 600.000 lo habían hecho por el PP.
• Alrededor de 250.000 se habían abstenido y fueron activados y movilizados por Cs en estas nuevas elecciones.
Caracterización de los votantes moderados
En un reciente análisis dibujábamos un mapa de votantes de nuestro país con cuatro cuadrantes bien diferenciados:
• Un 25% de los ciudadanos con derecho a voto es característicamente abstencionista en nuestro país.
• Aproximadamente otro 25% es fiel a un partido o coalición y votante activo.
• Un 21% es preferentemente votante de bloque, y no siempre vota al mismo partido.
• Un 26% lo forman los votantes más elásticos, son los votantes reactivos, los más afectados por la tensión electoral de cada convocatoria y con rasgos abstencionistas en elecciones de menor tracción.
Los que llamamos votantes de centro o votantes moderados se encuentran incluidos en varios de esos cuadrantes, pero mayormente se hallan incluidos en el grupo de votantes de bloque y en el de votantes reactivos. La caracterización general del votante moderado o de centro en España responde a estas particularidades:
• Reside preferentemente en ciudades de tamaño medio o en grandes ciudades.
• Ha votado en los últimos comicios, o vota normalmente, por Ciudadanos, PSOE o Partido Popular.
• No tiene un perfil de estudios determinado.
• Uno de cada cinco es ama de casa.
• Uno de cada cinco es trabajador autónomo o lo ha sido en algún momento de su vida laboral.
• Uno de cada cuatro es pensionista o jubilado.
• Uno de cada cuatro tiene entre 40 y 55 años de edad.
• En estos momentos y analizándolos territorialmente, a mayor voto soberanista menor porcentaje de voto moderado.
Los votantes de centro o moderados votaron el 28 de abril, a grandes rasgos, de la siguiente forma:
• Un 38% al PSOE
• Un 26% a Ciudadanos
• Un 18% al Partido Popular
• Un 7% a VOX
• Un 6% a Unidas Podemos
• Un 4% a otras fuerzas minoritarias y/o periféricas
• Un 1% votaron en blanco
Consideraciones finales
Cualquier partido que quiera conformar una mayoría suficiente en este país debe atender a las demandas y preocupaciones de estos 10 millones de votantes. El partido que se aleje de los votantes moderados se aleja indefectiblemente de la mayoría. En este preciso momento electoral el partido que está obteniendo mejores rendimientos en este grupo es el PSOE. Tras las elecciones generales se observa un movimiento hacia la moderación del Partido Popular con una vuelta al centro para competir con el PSOE y con idea de tratar de dejar estratégicamente a Ciudadanos a su derecha.
Con estrategias diferentes ambas marcas están atrayendo parte de los electores de esa gran bolsa de votantes. Tanto PP como PSOE están en fase electoral expansiva, por tanto, podemos afirmar que a ambos podría beneficiarles una repetición electoral el 10 de noviembre. En relación al grupo de votantes moderados las claves por resolver a corto y medio plazo serán fundamentalmente:
1. El abandono definitivo o no por parte de Ciudadanos del espacio electoral de centro.
2. La vuelta o no del PP a ese espacio.
3. La aparición de la marca centrada de Íñigo Errejón y su efecto 1/3 ó 1/4 sobre el electorado de Podemos y el posible daño menor que pudiera sufrir el PSOE.
Deconstruyendo #tsunamidemocràtic
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4. La aplicación de fórmulas o alianzas matemática y electoralmente más competitivas, al estilo de Navarra Suma, por parte de Ciudadanos y el Partido Popular en pequeñas circunscripciones, o en aquellas donde muestran enormes riesgos y debilidades sin el par, como ocurre en algunas provincias catalanas.
5. La previsible subida del voto independentista tras las próximas sentencias del Tribunal Supremo y el choque de trenes que volverá a producirse y los efectos directos e inmediatos que esta cuestión provocará en la movilización y decisión electoral del votante moderado. _____________Juan Miguel Becerra Vila es doctor en Pensamiento y Análisis Político de la UPO y director de SW Demoscopia.
Juan Miguel Becerra Vila