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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Crisis en Ciudadanos

La ejecución de dos renuncias anunciadas mantiene la tensión interna en Cs y amarga el regreso de Rivera tras un mes de silencio

Albert Rivera e Inés Arrimadas, este viernes en el Parlament de Cataluña.

El nuevo curso político comenzó hace unos días sin grandes cambios con respecto a como quedó al comenzar las vacaciones de verano. PSOE y Unidas Podemos siguen sin ponerse de acuerdo para conformar un Gobierno y su falta de entendimiento acerca la posibilidad de que se convoquen unas nuevas elecciones generales. Ante esta situación, el PP ha reivindicado su papel de fuerza hegemónica de la derecha para insistir en conformar una coalición de derechas bajo la marca España Suma. Y mientras, el parón veraniego no ha servido a Ciudadanos para cerrar la crisis interna que lo atenaza desde hace meses, y que en la última semana se ha cobrado dos nuevas dimisiones: las del eurodiputado Javier Nart y  el diputado Francisco de la Torre, que han roto su carné de militantes.

Durante el mes de agosto, el presidente del partido naranja, Albert Rivera, ha mantenido un perfil bajo tras varias semanas de vaivenes internos en Ciudadanos. El dirigente reapareció públicamente la semana pasada, con ocasión del pleno extraordinario convocado para que la vicepresidenta Carmen Calvo ofreciera explicaciones sobre la crisis del Open Arms. Pero hasta entonces, la última comparecencia de Rivera se había producido el 29 de julio. Ese día, precisamente, Ciudadanos celebró una reunión de su Consejo General que sirvió a su líder para ampliar los órganos ejecutivos del partido integrando a varios dirigentes afines y, a la vez, para diluir la representación del sector crítico.

Este movimiento de Rivera se produjo tras varias semanas convulsas en las que Ciudadanos se vio sacudido por las dimisiones de algunos de sus dirigentes más conocidos. La crisis comenzó a atisbarse con la ruptura de la formación con el ex primer ministro francés Manuel Valls por su decisión de investir a Ada Colau como alcaldesa de Barcelona para cerrar el paso a ERC. Pero cuando finalmente se desató fue con la renuncia de Toni Roldán a su acta de diputado en el Congreso y a su cargo en el partido, una dimisión que se produjo argumentada con duras críticas a la estrategia de Rivera de girar a la derecha para disputar al PP la hegemonía de esa parte del espectro político. "No me voy porque yo haya cambiado, me voy porque ha cambiado Ciudadanos", un partido que ha pasado –aseguró– de querer "superar la dinámica de confrontación entre rojos y azules" a convertirse en "azules".

Una vez se abrió esa espita comenzaron a sucederse las dimisiones, todas ellas por motivos similares. A Roldán se unieron dirigentes como Xavier Pericay o Francesc de Carreras, ambos cofundadores de Ciudadanos. También lo dejó Juan Vázquez, que había sido candidato de Ciudadanos a la presidencia de Asturias y que renunció a su acta apenas un mes después de ser elegido. Y, asimismo, anunciaron ya su salida de los órganos de la formación Javier Nart y Francisco de la Torre, dos renuncias que se han hecho efectivas esta semana, aunque de manera diferente: mientras Nart ha dejado el partido pero mantendrá el acta de eurodiputado, De la Torre sí abandonará su escaño en el Congreso, además de la militancia en Ciudadanos.

Rivera carga contra los dimitidos y Garicano cierra filas

Nart no ha querido ofrecer detalles sobre los motivos de su dimisión, pero De la Torre ya había anunciado en julio que dejaba sus cargos en la dirección de Ciudadanos por no estar "de acuerdo con el tono, las formas, y especialmente la estrategia política adoptada en los últimos meses". Y este viernes, al ejecutar su renuncia al escaño, el ya exdirigente naranja se despachó contra Rivera y el resto de la cúpula, a quienes acusó de haber experimentado una "radicalización en las formas" y haber adoptado "un comportamiento totalmente inamovible".

De la Torre aseguró en una entrevista que, pese a que no votó en los órganos del partido por levantar el veto al PSOE, apoyó la posición de Rivera con "bastantes dudas" y por no "romper la unanimidad", e incluso criticó que el líder lleva sin hablar con él "desde principios de junio" pese a haberse "cruzado" con él "varias veces en el Congreso". "He tenido unas circunstancias personales poco agradables con esto y tampoco me ha llamado prácticamente nadie de la directiva. Me refiero a que el pasado 26 de julio falleció mi padre y ni siquiera en ese momento", lamentó el exdirigente, que posteriormente tuvo que matizar en Twitter sus declaraciones a petición de la formación señalando que Rivera sí le "envió una línea de WhatsApp" para darle el "pésame".

 

El exdiputado también pidió disculpas por haber "mezclado cuestiones personales con otras cuestiones" en la entrevista y aseguró que solo quería explicar que no hablaba con el líder de Ciudadanos desde junio. Pero eso no evitó que Rivera criticase duramente que De la Torre hubiera, a su juicio, utilizado "la muerte de su padre para atacar a excompañeros y al proyecto político de Ciudadanos". "Uno puede discrepar, irse por intereses personales, lo respeto. Pero uno no puede jugar con informaciones falsas para dañar la imagen de ex compañeros y de un proyecto político", sostuvo Rivera que además añadió en referencia a Javier Nart que quienes abandonan la formación naranja no deberían quedarse "el esfuerzo, ni el trabajo, ni el escaño, ni los recursos de Ciudadanos, que son de Ciudadanos".

Ante las dos nuevas salidas y la agria reacción de Rivera, Luis Garicano, líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo y el principal referente del sector crítico del partido que no ha dejado sus cargos, tuvo que salir este viernes a reafirmar que sigue alineado con la formación naranja. "Más allá de alguna diferencia puntual que he podido tener y que he reflejado en los órganos del partido, mi compromiso es total", sostuvo Garicano en una entrevista en Onda Cero, en la que también se resignó a apoyar la negativa de Rivera a negociar con el PSOE a nivel nacional asegurando que la postura es "la que en este momento es posible y la que el partido ha decidido".

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Cs busca retomar la iniciativa con Cataluña

En cualquier caso, y más allá de su crisis interna, Ciudadanos ha iniciado el nuevo curso político tratando de retomar la iniciativa en uno de los asuntos donde los dirigentes naranjas se sienten más cómodos: la crítica a los nacionalismos periféricos y al independentismo catalán, especialmente a pocos días de la Diada y a unas semanas de que –previsiblemente– se conozca la sentencia del juicio del procés. Este viernes, Rivera, junto a la portavoz parlamentaria Inés Arrimadas, la líder en Cataluña Lorena Roldán y el resto del grupo parlamentario naranja en el Parlament, realizó una dura declaración institucional para condenar el segundo aniversario del pleno del 6 y el 7 de septiembre en esa cámara. Un pleno que definió como el "ataque a la democracia española" más importante "desde Tejero".

En su intervención, Rivera también advirtió al president Quim Torra de que solo tiene dos opciones: "ser demócrata, o no ser demócrata e incumplir y pasar a ser un delincuente" y le advirtió de las consecuencias que tendría "volver a las andadas". Y buena muestra de que Ciudadanos quiere devolver Cataluña al primer plano de la actualidad son las iniciativas que llevará el partido naranja al primer pleno ordinario del Congreso del nuevo curso, que tendrá lugar el próximo martes. Ciudadanos preguntará al Gobierno sobre "la concesión de indultos a los líderes separatistas", pese a que ni siquiera están aún condenados, y Arrimadas preguntara al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por "cómo piensa proteger los derechos de los menores en las escuelas de Cataluña frente al adoctrinamiento".

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