Los nombres del Gobierno que se conocen hasta ahora

 

Continúa el goteo de filtraciones e informaciones anticipando la composición del nuevo Gobierno. Moncloa confirmó este viernes la creación del nuevo Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, desgajado de Trabajo —que ahora estará en manos de Unidas Podemos— y cuya principal responsabilidad, como anticipó infoLibre, será llevar a cabo la reforma del sistema público de pensiones.

El nuevo ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones será José Luis Escrivá, actual presidente de la Agencia Independiente Responsabilidad Fiscal. Escrivá (Albacete, 1960) es economista y está al frente de la Airef desde su creación 2014, durante el mandato de Mariano Rajoy.

Considerado próximo a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo que refuerza su peso en el nuevo Gobierno, tiene un perfil marcadamente reformista y deberá hacer frente a una tarea fundamental en la legislatura: pilotar la urgente necesidad de reforma de las pensiones. Sánchez opta para el nuevo cargo por alguien no sólo independiente sino con gran capacidad de diálogo, del que espera cintura suficiente para negociar los pasos necesarios de una reforma de pensiones cuya complejidad ha acabado por convertirla en una de las asignaturas pendientes de la democracia española. Escrivá ha trabajado para el Banco de España y el Banco central Europeo, así como en el servicio de estudios del BBVA.

En una entrevista reciente, el nuevo ministro de Seguridad Social aseguró que el problema de las pensiones “es manejable” siempre que se aborde “con tiempo” y se implique el Gobierno, porque la solución para por utilizar los Presupuestos Generales del Estado.

En su opinión, los Presupuestos tendrían que asumir el pago de políticas no contributivas que se están abonando con cotizaciones sociales o de subsidios que también soporta la Tesorería de la Seguridad Social, además de los costes administrativos del organismo, que se elevan a unos 4.000 millones de euros. Como responsable de la Airef ha propuesto una renta mínima estatal que reduciría hasta un 60,4% la pobreza severa en España, que llegaría a 1,8 millones de hogares y sería compatible con el empleo.

El nombre elegido para el departamento, con mención expresa a los asuntos migratorios, tratará además de contrarrestar los discursos xenófobos y demagógicos de la extrema derecha. Se intenta enviar un mensaje que relaciona conceptualmente el futuro de las pensiones públicas con los flujos de trabajadores extranjeros, cuyos derechos laborales y aportación a las arcas de la seguridad social resultan imprescindibles para mantener la sostenibilidad de un sistema basado en las cotizaciones de los trabajadores. Especialmente en una época en la que la caída de los nacimientos y el incremento de la esperanza de vida hacen cada vez más patente la amenaza del invierno demográfico.

Como ha sucedido con el diseño de otras carteras clave del nuevo gobierno de coalición, los equipos negociadores del PSOE y de Unidas Podemos, capitaneados por María Jesús Montero y Pablo Echenique, respectivamente, han ido bocetando poco a poco el reparto de competencias entre departamentos pero han sido Sánchez e Iglesias quienes, personalmente y en reuniones cara a cara, han tenido que intervenir para superar los escollos y despejar el acuerdo final.

Uno de los asuntos que ha requerido de la intervención de ambos líderes ha sido precisamente la renta mínima que figura en el programa de gobierno de la autodenominada coalición progresista. El PSOE quería que esta iniciativa dependiera de la cartera de Seguridad Social, toda vez que el acuerdo de gobierno dice, textualmente: “Desarrollaremos el Ingreso Mínimo Vital como prestación de Seguridad Social. Comenzaremos en un primer momento por el aumento decidido de la prestación por hijo/a a cargo para familias vulnerables, y posteriormente mediante un mecanismo general de garantía de renta para familias sin ingresos o con ingresos bajos”. Unidas Podemos defendía que estuviese en la vicepresidencia de Derechos Sociales de Iglesias pero la decisión de añadir la palabra “Inclusión” al nombre del nuevo ministerio confirma que no lo ha conseguido. 

En su afán por subrayar las bondades del nuevo Gobierno, Moncloa llegó al extremo de anunciar como nuevo el actual Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, “en el que la diplomacia económica será prioritaria” y que, según el equipo de Sánchez, permitirá contar con “el mejor equipo económico de la democracia española”. A su frente estará Arancha González Laya (Tolosa, 1969), una jurista que hasta ahora era directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional, la agencia de desarrollo conjunta con las Naciones Unidas y la Organización Mundial de Comercio, y subsecretaria general de la ONU. Su perfil de experta en comercio internacional refuerza la idea de Sánchez de dar a Exteriores un contenido económico.

Moncloa ha confirmado también la continuidad de José Luis Ábalos (Fomento, que pasa a denominarse Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), de Margarita Robles (Defensa), de Isabel Celaá en Educación, de Pedro Duque en Ciencia, de Fernando Grande-Marlaska en Interior, de Reyes Maroto en Industria y de Luis Planas en Agricultura, así como la salida del Gobierno de Dolores Delgado (Justicia), Magdalena Valerio (Trabajo), José Guirao (Cultura) y Luisa Carcedo (Sanidad).

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El cambio de nombre de Fomento obedece, según Moncloa, una reorientación de las políticas de infraestructuras del país. y pesigue homologar la denominación con el resto de Europa y  la Comisión (consejos de ministros de Transportes o Comisaria de Transportes). La incorporación de “la Agenda Urbana a sus competencias” sigue las recomendaciones de Naciones Unidas y Europa. “En este ámbito, se mantienen las competencias de vivienda, pero irá más allá. Es una apuesta por un desarrollo integral de las ciudades y pueblos de toda España”, sostienen las mismas fuentes.

El último nombre en conocerse, a las 14.00 horas, ha sido el de Salvador Illa, el actual secretario de Organización del PSC, que asumirá la cartera de Sanidad en sustitución de María Luisa Carcedo.

Todos estos nombres se suman a los ya confirmados en los últimos días, cuatro vicepresidencias y cuatro ministerios: Carmen Calvo (Presidencia y Relaciones con las Cortes, con competencias en memoria democrática), Pablo Iglesias (Derechos Sociales y Agenda 2030), Nadia Calviño (Asuntos Económicos y Transformación Digital), Teresa Ribera (Transición Ecológica y Reto Demográfico), María Jesús Montero (Hacienda y portavoz del Gobierno), Irene Montero (Igualdad), Alberto Garzón (Consumo) y Manuel Castells (Universidades).