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El futuro de Cataluña

Trapero tacha de "barbaridad" el proceso constituyente catalán y dice que nunca conoció el proyecto independentista

El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, a su salida de la primera sesión del juicio por la actuación de este cuerpo policial en el 1-O.

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El mayor de los Mossos d'Esquadra José Luis Trapero ha defendido este lunes ante el tribunal que le juzga por rebelión en el proceso independentista catalán que la policía autonómica no contaba con los efectivos suficientes para contener las concentraciones que se produjeron el 20 de septiembre de 2017 en protesta por los registros judiciales que se sucedieron en diferentes lugares de Cataluña.

Después de que el fiscal Miguel Ángel Carballo enumerara las comunicaciones oficiales que mantuvieron la Guardia Civil y los Mossos ese día, en la que la primera solicitaba apoyo en los registros y los segundos contestaban que tomaban nota, Trapero ha explicado que las entradas ordenadas por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona no estaban planificadas, de modo que el cuerpo que dirigía no pudo planificar su despliegue, según informa Europa Press.

"¿De dónde sacamos los efectivos? Si hubiese sido algo planificado... La Guardia Civil no sólo nos pedía el cordón en la Consejería de Economía, sino en otros escenarios. No podíamos hacer cinco cordones de seguridad de 40 metros con los efectivos de orden público de los que disponíamos", ha remarcado el mayor.

En los lugares donde se intentó hacer el cordón, ha añadido, "la gente se puso delante y ya hubo los primeros incidentes". "En una concentración de miles de personas eso nos puede crear problemas serios y eso hay que valorarlo, señoría. Pero seguro que nos hubiese encantado poder hacerlo", ha señalado.

Ante la insistencia del fiscal sobre los requerimientos que formuló la Guardia Civil a los Mossos, Trapero ha subrayado que durante ese día los mandos de la policía autonómica desplegados en los lugares de los registros y el comisario Ferran López mantuvieron contacto con los responsables del Instituto Armado y que esa incapacidad de actuar se transmitió "en persona".

"Si fuese una actitud de no querer hacer, el coronel de la Guardia Civil en Barcelona no habría aguantado esa comunicación. Se le explicaba el porqué algunas cosas no se podían hacer. Eso no quiere decir que ni él ni nosotros estuviésemos satisfechos", ha apuntado.

Protocolo con "buenos resultados"

Sobre sus llamadas con el entonces presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez –condenado a 9 años de cárcel por sedición–, Trapero ha incidido en la versión que ya prestó durante su comparecencia como testigo en el juicio del Tribunal Supremo el pasado marzo. Según ha manifestado, es común en el protocolo de Mossos establecer contacto con los líderes de las manifestaciones y concentraciones y en ese marco ha situado sus comunicaciones.

"No es nada extraño en el modelo de orden público de los Mossos d'Esquadra desde el año 2013, porque apostamos por un modelo en el que prima la mediación. Es un trabajo habitual de Mossos y creo que ha tenido resultados muy buenos", ha concretado.

Ha dicho además que desconocía entonces los tuits que Sànchez fue publicando a lo largo de la mañana del 20 de septiembre llamando a la concentración ante la sede de la Consejería de Economía, donde se estaba produciendo el registro principal. En cualquier caso, ha matizado que los Mossos no valoran las declaraciones de nadie.

Trapero ha querido dejar claro que los Mossos d'Esquadra en ningún momento otorgaron a Sánchez el rango de "mediador" ni ningún otro "título". Es más, en otro momento de la declaración ha destacado que el expresidente de la ANC "no impuso ninguna condición" en ningún momento del día, pues "no es nadie para imponer condiciones"

La Fiscalía mantendrá la acusación por rebelión

Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha anunciado que mantendrá hasta el final del juicio la acusación por el delito de rebelión contra el mayor de los Mossos d'Esquadra José Luis Trapero por el proceso independentista en Cataluña.

Así lo ha comunicado el fiscal Miguel Ángel Carballo en la primera sesión del juicio. "La Fiscalía es consciente de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo y en el momento oportuno se considerará la conveniencia de cambiar la tipificación, pero este no es el momento procesal oportuno. No es legalmente precedente", ha dicho Carballo en respuesta a las cuestiones previas planteada por las defensas.

Esto no elimina la posibilidad de que al final del juicio, y con todas las pruebas practicadas, el fiscal decida modificar su acusación y cambiarla al delito de sedición, siguiendo así el criterio establecido por el Tribunal Supremo en su sentencia por el procés independentista en Cataluña, que condenó a nueve de los 12 acusados por este delito.

Trapero y otros dos procesados, el ex secretario general de Interior de la Generalitat César Puig y el exdirector de los Mossos Pere Soler, se enfrentan a 11 años de cárcel por el delito de rebelión; mientras que para la intendente de los Mossos, Teresa Laplana, se piden, desde el inicio, cuatro años de prisión por el delito de sedición.

Tacha de "barbaridad" el proceso constituyente

Trapero ha asegurado este lunes que nunca conoció el proyecto independentista del Gobierno presidido por Carles Puigdemont y ha llegado a calificar de "barbaridad" las conclusiones de la comisión del proceso constituyente que se creó en el Parlament en el año 2016.

El juicio en la Audiencia Nacional se ha retomado poco antes de las 16.00 horas tras el descanso para comer. En este bloque, el interrogatorio del representante del Ministerio Público se ha referido a documentos y actuaciones que los partidos políticos impulsaron los meses anteriores al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

"¿Conoció el proyecto independentista o alguien solicitó su implicación?", ha querido saber Carballo, a lo que el mayor ha respondido: "Ni lo conocí ni se me expuso, ni se me consultó ni conozco a alguien a quien se le hubiera expuesto algo similar".

Sobre la creación de la comisión sobre el proceso constituyente, Trapero ha subrayado que le pareció una "barbaridad más de las muchas que se estaban haciendo" en aquellos años y que suponía que la justicia las "iría anulando", al tiempo que si se cometía algún delito, se imputaría a las personas responsables.

El fiscal también ha preguntado al exjefe de los Mossos por el Libro Blanco o el documento Enfocats, las supuestas hojas de ruta hacia la independencia, sobre los cuales ha señalado que la primera vez que oyó hablar de ellos fue cuando fue imputado.

Los Mossos estarían "donde dijeran los jueces"

Trapero ha explicado que ya desde 2016 tuvo alguna conversación con sus superiores políticos en la que él dejó claro "dónde iba a estar el cuerpo" de Mossos, que era "donde dijeran los jueces". El fiscal ha querido saber si podía controlar lo que hacían todos sus agentes, a lo que ha respondido que no podía "asumir lo que iban a hacer 18.000 personas", pero que él era el jefe de la policía autonómica y tomaba las "grandes decisiones".

En este punto, el mayor ha querido dejar claro que ya desde un año antes del referéndum ilegal los dirigentes de la Generalitat "no confiaban" en él para llevar adelante el proceso independentista. "Tenían desconfianza, no, lo siguiente", ha manifestado.

Sin embargo, justo a continuación ha reconocido que a pesar de conocer las intenciones del Govern de Carles Puigdemont por las declaraciones públicas que éste hacía ninguna investigación "dio sus frutos" para tratar de parar los planes de convocatoria del referéndum.

Asimismo, ha desvinculado su nombramiento como mayor de los Mossos con el proceso independentista. Lo ha hecho cuando el fiscal ha incidido sobre si alguna vez se preguntó "por qué en este momento de esas locuras", en el que todas las resoluciones independentistas estaban siendo anuladas por el Tribunal Constitucional, le nombran mayor de los Mossos, "un rango que le va a seguir toda su vida".

Trapero ha reiterado, al igual que hizo al inicio de su interrogatorio, que ello "no tiene ningún tipo de relación" con el desafío independentista, pues la propuesta para ser nombrado tiene fecha de enero de 2016 y la hizo entonces director Albert Batlle, "una persona que no tiene absolutamente nada que ver" con el proyecto independentista.

Según ha explicado, Batlle propuso al entonces consejero del Interior Jordi Jané recuperar la figura del mayor porque no se había nombrado a nadie con ese rango desde hacía 10 años: "Lo irregular es lo que había pensado entonces", ha dicho en referencia a ese tiempo. Ha añadido que la propuesta estuvo "paralizada" hasta abril de 2017, cuando finalmente se aprobó su nombramiento.

Al igual que Batlle, también en julio de 2017 dimitió el consejero del Interior Jordi Jané. A preguntas de la Fiscalía, Trapero ha explicado que éste dejó el cargo porque no quería estar vinculado a "todas las acciones que estaba llevando el Gobierno". "Por una serie de actos ilegales que estaba llevando a cabo el Gobierno", ha precisado.

Protección a líderes indepentistas

Por otro lado, el fiscal le ha preguntado por la protección que los Mossos ofrecieron a algunos líderes independentistas en el marco del denominado plan Ágora. En este sentido, Carballo ha querido saber el motivo por el que se interesó personalmente por la "medida de protección" dada a Marta Pascal, que estuvo investigada en el Tribunal Supremo por el procés independentista; a Marta Rovira, procesada en esta misma causa y huida de la Justicia; a los conocidos como los Jordis, condenados por el delito de sedición; o Xavier Vendrell, investigado por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona por los preparativos del 1-O.

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Trapero ha explicado que pidió esta información al comisario Ferran López –que le sustituyó tras la aplicación del artículo 155 de la Constitució–-, a través de un correo electrónico el 3 de agosto de 2017, porque el exdirector de los Mossos Pere Soler, y acusado en esta causa, quería saber si esas personas "estaban dentro" de dicho plan.

No obstante, Trapero ha querido matizar que esta protección "no era de 24 horas", sino en momentos puntuales, y que se daba a algunas personas que tenían que acudir a "actos de tipo público donde podía haber algún tipo de agresión o escrache".

"Hay de todo tipo de aspecto ideológico, también tres diputados de Ciudadanos, periodistas", ha indicado para negar que se ofreciera a los políticos independentistas por encontrarse investigados entonces en causas relacionadas con el proceso independentista. "Por condición de investigados no se ha dado protección absolutamente a nadie", ha concluido.

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