Galicia
La oposición a Feijóo prepara la carrera hacia las elecciones gallegas
Las elecciones gallegas ya tienen fecha: los electores acudirán a las urnas el próximo 5 de abril, coincidiendo con la celebración de los comicios vascos. Así lo anunció el pasado lunes Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, tan solo hora y media después de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, fijase la misma fecha para movilizar a los vascos. Feijóo hace coincidir, de esta manera, ambas citas por cuarta vez consecutiva, en una dinámica que se viene repitiendo desde hace más de una década.
El actual líder de los conservadores gallegos aspira a reeditar su mandato, encadenando una nueva mayoría absoluta y custodiando el bastión más fuerte del Partido Popular en todo el Estado. Feijóo cuenta actualmente con 41 escaños en el Parlamento de Galicia, de los 75 que se disputan. Por detrás, a distancia, En Marea y el PSdeG mantienen los catorce asientos conquistados hace ahora cuatro años, mientras que el BNG conserva seis representantes en la sede de O Hórreo.
La última encuesta de Sondaxe otorga 38 actas al equipo de los conservadores, que aguardan en calma tensa cualquier alteración en el tablero de juego. El PP pelea por amarrar la mayoría absoluta, pero la izquierda batalla por arrebatarle el poder. Según la misma encuesta, publicada en enero, el PSOE se haría con 18 diputados, BNG con 11 y la izquierda de Podemos, Esquerda Unida y Anova sumaría ocho. El bloque progresista se instalaría en los 37 escaños, de manera que la contienda estaría del todo ajustada y cualquier cambio –una inesperada entrada de Vox o Ciudadanos, por ejemplo– podría ser determinante.
Así son los candidatos que encaran la carrera hacia las autonómicas con el propósito de desbancar a Alberto Núñez Feijóo de la Xunta de Galicia.
Gonzalo Caballero, el líder crítico de los socialistas
Los socialistas gallegos llegan a los comicios con la determinación de revertir el descenso paulatino que han ido concatenando desde la entrada de Feijóo en la Xunta. Lo harán con Gonzalo Caballero, secretario general del partido, al frente. Durante las elecciones celebradas en 2016, su predecesor Xoaquín Fernández Leiceaga ya venía de haber perdido cuatro escaños, pero Pachi Vázquez se había dejado siete en la cita con las urnas de 2012.
El PSdeG juega ahora con una baza: sus resultados, históricamente, han experimentado mejoras con el PSOE dentro Gobierno central. Así ocurrió en 2005, cuando Emilio Pérez Touriño logró hacerse con el poder de la mano de los nacionalistas gallegos, en el bipartito PSdeG-BNG que duró cuatro años.
El candidato socialista, sobrino del alcalde vigués, Abel Caballero, fue en su día uno de los rostros del sector más crítico del PSdeG, lo que casi le vale la apertura de un expediente disciplinario hace siete años que finalmente no llegó a materializarse. Caballero, economista de profesión, enterró el hacha de guerra que había venido marcando su relación con el regidor vigués tras su elección como secretario general en 2018. Y está alineado con Sánchez.
Ahora, el socialista se presenta a los comicios reforzado por las elecciones generales, pero también por unas municipales que devolvieron al partido parte del poder que le había sido arrebatado por las mareas cuatro años atrás. Con ese paisaje de fondo, el candidato aspira a sacar músculo mejorando resultados y tejiendo acuerdos para erguirse como líder del bloque progresista en la comunidad. "El viento de cambio sopla de forma imparable", lanzó este martes.
Ana Pontón da voz a los nacionalistas
La elección del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) tampoco concede margen para la sorpresa: su candidata será la actual portavoz nacional del partido, Ana Pontón. También el BNG lucha por recuperar fuerza después de haber arrastrado una pérdida de votos y escaños paulatina desde finales de los noventa.
Pontón, que se incorpora a la primera línea política después de una baja de maternidad, cuenta con una larga experiencia de militancia en las filas nacionalistas, hasta su elección como portavoz nacional hace ahora cuatro años. El BNG se presenta a las autonómicas reforzado por la entrada de Néstor Rego al Congreso, tras las elecciones del pasado noviembre. Con Rego cristalizó la reincorporación de los nacionalistas a la Cámara Baja, después del golpe que supuso haberla abandonado por primera vez en 20 años como consecuencia de los comicios celebrados en diciembre de 2015.
Ana Pontón confía en consolidar lo que sus miembros definieron en su día como un cambio de ciclo, que además se conjugó con una apuesta por mantenerse al margen del espacio político que han venido construyendo las mareas gallegas en la comunidad. Si los pronósticos de las encuestas se cumplen, la candidata podría poner rostro a la remontada de los nacionalistas, quienes han transitado las últimas dos décadas asumiendo una merma progresiva de representatividad en el plano autonómico.
La líder nacionalista batalla por ganarse al electorado haciendo alarde de una marca "seria, cohesionada y unida", pero sobre todo centrada en el autogobierno e insistiendo en su oposición hacia cualquier tipo de "sumisión en Madrid".
Anova, Podemos y Esquerda Unida: todo por decidir
Todo está por decidir en el espacio de la izquierda rupturista gallega. Podemos, Esquerda Unida, Anova y las mareas municipalistas tratan de consolidar la forma y el fondo de una candidatura conjunta, pese al apremio que imponen los plazos: el 21 de febrero las coaliciones deben estar armadas y registradas. A día de hoy, existen varios frentes abiertos y varios interrogantes sin respuesta.
Por un lado, tanto Anova como las mareas ultiman la configuración de un espacio unitario que tiene la puerta abierta a futuras incorporaciones. En un comunicado publicado el pasado lunes, después del anuncio electoral predicado por el actual presidente, el partido fundado por el histórico Xosé Manuel Beiras destacó su intención de trabajar "con generosidad y altura de miras para sumar", tal y como llevan "haciendo desde 2012". "Estaremos presentes el 5 de abril con el objetivo de abrir la nueva etapa que Galicia merece", remachó la formación.
Martiño Noriega, responsable de relaciones políticas del partido y exalcalde de Santiago de Compostela, aseguró a principios de mes su intención de "iniciar contactos con todas las organizaciones políticas con trascendencia en el espacio gallego", también con el "espacio ciudadano que puede representar el municipalismo". Es Noriega, precisamente, el nombre que más se repite en las filas de la formación nacionalista como candidato electoral. Noriega, médico de formación, militó en el seno del Bloque hasta el año 2012, momento en que se celebró la asamblea de Amio que determinó el nacimiento de Anova como escisión del BNG. Su experiencia como alcalde en la capital gallega durante una legislatura vino precedida por su mandato entre 2007 y 2015 en el municipio de Teo (A Coruña).
Las fuerzas municipalistas labradas hace ahora cinco años han expresado también su voluntad de construir un espacio común. Así lo blandieron Compostela Aberta, Marea Atlántica, Ferrol en Común y Marea de Vigo en un encuentro a finales de enero. Con el anuncio del adelanto electoral, Marea Atlántica dejó claro el mismo lunes su "voluntad de cooperar en la construcción de una alternativa electoral amplia que sea reflejo unitario de la pluralidad del espacio político del cambio en Galicia" e hizo un llamamiento "a las diversas fuerzas políticas" con el propósito de "alcanzar un acuerdo para reunirse alrededor de una única candidatura que permita el objetivo de posibilitar un gobierno progresista y galeguista".
¿Qué hay de Podemos y Esquerda Unida? La fuerza morada en Galicia, timoneada por el diputado Antón Gómez-Reino, cuenta con EU como socio preferente a través de un "espacio conjunto completamente armado". Y a ese espacio es al que las dos formaciones quieren que Anova se sume. A priori, ambas se inclinan por mantener la marca de Galicia en Común, una coalición electoral creada en abril de 2019 de cara a las elecciones generales como brazo gallego de Unidas Podemos. Anova, que ya declinó el año pasado entrar a formar parte de esta coalición, insiste ahora en superar una fórmula pensada para las generales y en apostar por una nueva herramienta en clave gallega. Con estas cartas juegan las diferentes fuerzas políticas para negociar un acuerdo que les permita desalojar a la derecha del poder. Un objetivo que ambas partes reconocen difícilmente alcanzable.
Aunque el partido morado está inmerso en un proceso interno de primarias –adelantado por el anuncio electoral–, el nombre que más suena es el del propio Gómez-Reino, que ya ha confirmado su intención de concurrir como candidato. El coruñés ocupa actualmente un escaño en el Congreso, tras las elecciones de noviembre. El parlamentario inició su carrera política ligado a Podemos y continuó el recorrido mediante su implicación en el impulso de la Marea Atlántica. Desde el año 2015, Gómez-Reino ha jugado de la mano de Unidas Podemos, hasta que en octubre de 2018 venció a Carolina Bescansa y se alzó como secretario general de Podemos Galicia.
En cuanto a EU, en septiembre del pasado año la coordinadora nacional de la fuerza ya señaló un nombre para presidir la Xunta: Eva Solla. Lo hizo después de que su precandidatura fuese la única en el proceso de primarias abiertas. Solla comenzó su andadura política como militante de EU y del Partido Comunista de Galicia, siendo elegida secretaria general de este último en 2014. Su entrada en las instituciones se produjo en 2012 gracias a la marca Alternativa Galega de Esquerdas (AGE), una coalición integrada por Anova y EU. La candidata viguesa continúa a día de hoy siendo diputada en el Parlamento de Galicia, en las filas de En Marea. Actualmente y desde 2017 se yergue como coordinadora de EU, pasando así a relevar a la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
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Aun sin haber consensuado la fórmula definitiva de cara a las autonómicas, parece imposible que Galicia en Común y Anova pueda alcanzar acuerdo alguno con En Marea –representada por Luís Villares–Luís Villares, con quien entienden que es "imposible ningún tipo de diálogo". El magistrado en excedencia, por su parte, ha reconocido estar reflexionando sobre su participación como candidato en las elecciones autonómicas de abril. A partir del 21 de febrero, la formación iniciará su proceso de primarias.
Este sábado, el actual portavoz del partido avanzó su posición de cara a la cita electoral y recalcó que "los partidos pequeños serán más determinantes para conseguir sumar una mayoría progresista". Los votos que reciba En Marea, enfatizó, "serán clave para conseguir un cambio de gobierno en la Xunta".
Villares, quien aprovechó además para poner en valor la fuerza de las mareas municipalistas, también confirmó su disposición para alcanzar acuerdos con otros partidos siempre que sea "en clave soberanista y progresista".