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Galicia

Podemos, Anova y Esquerda Unida cierran una coalición tras tensiones por la inclusión de las mareas y los puestos

Gómez-Reino vería "irresponsable" alterar la marca Galicia en Común "en una campaña tan corta"

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Galicia en Común-Anova es el nombre de la coalición que, tras horas y horas de negociaciones que de nuevo se han extendido hasta el último momento, han cerrado Podemos, Esquerda Unida y Anova, junto con las mareas municipalistas –singularmente las de A Coruña y Santiago–. El candidato a la Xunta será el de Podemos, Antón Gómez-Reino, al que solo le falta el formalismo de ser ratificado por las primarias internas de su formación.

Pasados diez minutos de la medianoche, salían del Parlamento de Galicia –sede de la junta electoral central– algunos de los protagonistas, como el secretario de Organización de Esquerda Unida, Rubén Pérez, y el propio Gómez-Reino. El acuerdo electoral, que ya se daba por hecho en la mañana de este viernes, no se ha podido cerrar hasta el último momento, como se esperaba, no obstante, por parte de los implicados en las conversaciones.

No en vano, hubo que superar las tensiones derivadas de la inclusión de las mareas municipalistas y también el reparto de puestos en las candidaturas junto con el peso de cada pata de la coalición, lo cual ha sido posible en el último momento y después de reuniones bilaterales entre los protagonistas, según las partes consultadas por Europa Press.

Las negociaciones estuvieron a punto de estallar en el último momento por la inclusión de las mareas locales en la firma del acuerdo y, de hecho, finalmente es Anova, la segunda pata de la coalición con el espacio Galicia en Común, es la que firma formalmente la coalición y se repartirá su cuota con ellas, según han confirmado a Europa Press fuentes de la organización. A través de esta cláusula, las mareas locales tendrán también representación en el órgano de gobierno y podrán recibir la parte económica, aunque formalmente no figuren.

Candidaturas

Al margen del primer puesto por A Coruña para Gómez-Reino, cabeza de cartel de la coalición, Anova ha logrado un tercer puesto por esta circunscripción, que puede ocupar tanto un candidato hombre (si se respeta la lista cremallera estricta) o mujer, de forma que serían dos mujeres en el puesto dos y tres. Luca Chao será previsiblemente la número dos por A Coruña.

Eva Solla, la candidata de Esquerda Unida a la Xunta y diputada en las últimas dos legislaturas será la uno por Pontevedra, y el puesto número dos se lo quedaría Anova, mientras que Podemos colocaría su tres en esta lista. La formación nacionalista también tendría la cabeza por Lugo y Ourense será para Podemos, puesto para el que suena David Bruzos, que ya concurrió en pasados comicios para las Cortes Generales.

Entre los detalles pactados, se incluye un reparto del órgano de gobierno del 60-40% para Galicia en Común, por un lado, y Anova que se repartirá con las mareas, por otro. Este órgano es el que se encargará de coordinar la coalición y velar por el cumplimiento de sus acuerdos.

En la parte económica, según las fuentes consultadas por Europa Press, el reparto quedaría en un 70-30%, de manera que el espacio Galicia en Común se quedaría con el grueso de las subvenciones electorales.

Giro en las conversaciones

Los contactos en esta última semana antes de que se cierre el plazo máximo para registrar coaliciones han sido vertiginosos, con encuentros de varias horas entre los referentes de Podemos, Antón Gómez-Reino, candidato a la Xunta, y de Anova, Martiño Noriega.

Si hace una semana las posturas estaban más alejadas, los acontecimientos que se sucedieron después de que Gómez-Reino anunciase, el pasado viernes 14, que se presentaba a las primarias de Podemos Galicia para ser candidato a la Xunta, sin dejar el escaño en el Congreso, tuvieron un giro de casi 180 grados.

Hace apenas una semana las fuentes consultadas hablaban con certezas de que habría dos –incluso tres– listas de quienes antes habían conformado el espacio de unidad popular. Pero en menos de cinco días se produjeron contactos al máximo nivel y otro acontecimiento: el que fue el candidato de consenso de todo el espacio en 2016, Luís Villares, anuncia que se va de la política y que no se presentará a las elecciones.

Aunque la interlocución de lo que quedaba de En Marea con los actores principales de estas negociaciones fue indirecta sin que ello llegase a promover una conversación seria sobre la unidad de todo el espacio (la integración en esta coalición no se puso encima de la mesa), el paso dado por Luís Villares sometió a más presión a los negociadores de la entonces hipotética coalición Galicia en Común-Anova, ya que la probable retirada de En Marea –ahora confirmada– volvía a dar la posibilidad de una candidatura única que evitaría la disgregación del voto en la izquierda.

La mera posibilidad de 'cargar' con la 'responsabilidad' de que no el 5 de abril no haya cambio de color político en la Xunta debido exclusivamente a que las formaciones del espacio 'rupturista' no caminan juntas, pesó en esta ocasión más que el debate de los nombres para encabezar la lista para las autonómicas, aunque la conformación de candidaturas y la configuración del espacio fueron las que marcaron tensiones de las últimas dos jornadas de las negociaciones.

El vuelco en las conversaciones tuvo como protagonistas no solo a los negociadores en Galicia, sino a la propia ministra de Trabajo, la gallega Yolanda Díaz, que en su día se alió con Xosé Manuel Beiras para conformar Alternativa Galega de Esquerda (AGE), coalición que irrumpió en el Parlamento con nueve escaños. Pero también intervino el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, que llamó al histórico nacionalista, después de que su relación se hubiese cortado hace alrededor de un año.

Los cambios de caras

El acuerdo ha supuesto el 'sacrificio', como incluso reconocen fuentes del partido morado a Europa Press, de Martiño Noriega, que estaba llamado a suceder políticamente a Xosé Manuel Beiras y todas las miradas apuntaron a él durante un tiempo para ser el cabeza de lista, si bien ahora es probable que ni siquiera concurra a las elecciones. El exalcalde de Santiago dio este paso atrás en sus aspiraciones políticas personales, aunque Beiras, según las fuentes consultadas, pujó por él en las conversaciones.

Pero Podemos ya había hecho el desembarco de su secretario general en Galicia, Antón Gómez-Reino, en una semana en la que todavía las negociaciones con Anova estaban alejadas. Con el nombre lanzado y único candidato en las primarias internas, la formación morada descartó cualquier posibilidad de retroceder en la candidatura para colocar al que fuera alcalde de Santiago de Compostela.

Esto no fue así siempre, ya que el dirigente nacionalista fue sondeado cuando todavía no se había producido el adelanto electoral en Galicia. Otro de los nombres del espacio con potencial de serlo, el de Yolanda Díaz, quedó descartado al convertirse en ministra de Trabajo.

Con todo, aquel tanteo a Noriega no garantizaba un acuerdo como el que se ha plasmado este viernes, ya que se daban por amortizadas las mareas municipales y Anova quedaría representada por el candidato en una coalición que solo replicaría la que hubo en las generales, en la que, precisamente, no estuvo la formación nacionalista. Esa operación se frenó y solo se precipitaron de nuevo las conversaciones por el final abrupto de la legislatura.

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En Marea barajó una coalición con otras

Mientras, En Marea celebró este viernes una reunión de la coordinadora en la que, como primer punto, declinaron una coalición con otras formaciones como el Partido Galeguista y/o Compromiso por Galicia, pero esta opción quedó descartada.

En la reunión de este viernes también se abordó la posibilidad de concurrir en solitario, pero el 'no' de Villares a seguir en primera línea política desvelado esta semana ha sido determinante para que lo que fue el partido de confluencia, que acabó en el Grupo Mixto, abandone la carrera electoral.

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