INVESTIGACIÓN / RADAR DE EVASORES FISCALES
DDoS, los activistas que filtraron un millón de documentos del Registro de Bahamas
El nombre del grupo ya es una declaración: el colectivo de activistas de la transparencia se llama Distributed Denial of Secrets (Denegación de Secretos Distribuidos, DDoS por sus siglas en inglés), un término que alude a los ataques en internet que paralizan sitios web y ordenadores con peticiones masivas de conexión a un servidor. DDoS se ha fijado como objetivo hacer pública la mayor cantidad posible de información confidencial. El grupo se reúne en torno a dos extraordinarios activistas norteamericanos. Emma Best y Lorax Horne están comprometidos con la libertad de datos y de orientación sexual: “Sé gay, haz leakactivismo [activismo de filtración]” es su lema.
Ambos tienen 34 años y, explican, no se asocian con un género binario. Eso significa que no se sienten masculinos ni femeninos.
Best y Horne saben cómo desvelar secretos que otros querrían guardar para sí mismos. Best dice que trabajaba para las agencias de inteligencia de EEUU, parece intrépido (o intrépida) y desafiante. Con una transparencia radical, ellos y el equipo de DDoS quieren conseguir lo que durante décadas los políticos han intentado y con éxito más bien moderado: drenar los paraísos fiscales en todo el mundo. Hace cuatro meses, le entregaron a la revista alemana Der Spiegel un gran volumen de información del registro mercantil del paraíso fiscal de Bahamas. DDoS actúa como intermediario, los activistas no quieren revelar la fuente original de los documentos.
La revista, en cooperación con la red EIC (European Investigave Collaborations) –a la que pertence infoLibre– y la Escuela de Periodismo Henri Nannen de Hamburgo, ha investigado alrededor de un millón de documentos. Los resultados obtenidos permiten explicar por qué Bahamas se opone una y otra vez a la presión internacional a favor de la transparencia. Y también queda claro que esos esfuerzos ya no son suficientes para proteger a clientes con empresas que sólo poseen un buzón postal en las islas.
Al mismo tiempo, el caso muestra lo difícil que puede resultar tratar con este tipo de filtraciones masivas. DDoS quiere subir toda la información a internet, que sea por tanto accesible a todos y en todo el mundo. Pero los documentos también aluden a personas que pueden no haber hecho nada ilegal, que también pagaron sus impuestos sin ocultar nada. Porque no está prohibido tener una empresa en las Bahamas o una sociedad que se reduzca a una mera dirección postal. El Radar de Evasores Fiscales es el primer proyecto que desarrollan conjuntamente EIC y DDoS.
La preocupación de los activistas de DDoS es el entramado global. Lorax Horne se está sometiendo a terapia hormonal. Al otro lado del teléfono se escucha una voz suave que responde con calma y elocuencia. “Actualmente vivimos en una sociedad muy enferma, y no me refiero sólo al coronavirus”, dice Horne, aludiendo a “la desigualdad económica y al suicidio planetario, simultáneos al cambio climático provocado por el hombre”.
La evasión fiscal es uno de los principales problemas del mundo, una causa de desigualdad, protesta Horne, y las autoridades de Bahamas han ayudado durante décadas al máximo de sus capacidades tanto a culpables como a inocentes. La llave de entrada al mundo corporativo deberían ser los registros mercantiles de acceso público de los paraísos fiscales; en cambio, se han convertido en una burla. Los promotores de las empresas pantalla no aparecen en el sitio web oficial, sólo los nombres de las sociedades y sus números de registro. E incluso quienes las conocen apenas pueden obtener información con los sistemas habituales sobre las personas que están detrás de ellas. Es lo que revelan las informaciones proporcionadas por DDoS.
El Caribe ofrece a particulares y empresas un paquete “todo incluido” para su dinero. No hay que pagar impuesto de sociedades ni cotizaciones por los salarios, ni impuestos sobre las plusvalías del capital, activos o herencias. Todo es legal, siempre y cuando el interesado lo declare antes en la agencia tributaria de su país. En el Índice de Atractivo Fiscal que elabora la Universidad de Munich LMU, Bahamas se sitúa en el tercer puesto de la clasificación mundial. Miles de empresas se han establecido aquí sobre el papel.
Activistas de la libertad de información
Ésta no es la primera vez que los activistas publican una filtración. Desde 2018 el grupo ya ha subido a internet más de cuatro terabytes de documentos confidenciales. Algunos de los miembros de DDoS tienen experiencia periodística, algunos son expertos en tecnologías de la información, otros se describen a sí mismos como hackers en el sitio web de DDoS. El grupo niega que sus miembros pirateen a personas o instituciones para acceder a los datos.
Emma Best pertenece al grupo de fundadores. En Twitter publica mensajes que destilan sarcasmo. Durante años Best ha luchado por hacer públicos informes del Gobierno de EEUU que estaban bloqueados. Desde 2016, ha presentado más de 5.600 solicitudes a las autoridades estadounidenses amparándose en la Ley de Libertad de Información, incluyendo numerosas peticiones a sus servicios de inteligencia y al FBI. Emma Best documenta públicamente todo el material, así como sus batallas con las autoridades cuando se niegan a facilitarle la información. “Obtener y publicar documentos del Gobierno significa que, con cinco años de esfuerzo, puedes cambiar 50 de historia”, explica.
Best dice que hace unos años trabajó para subcontratistas de la agencia de contrainteligencia de los Estados Unidos. “Me fui después de encontrarme con obstrucciones burocráticas y desprecio por la seguridad de las fuentes por parte de una organización internacional relacionada con un asunto en el que yo estaba trabajando”, explica. No quiere revelar los detalles de su trabajo de inteligencia: “Mi antiguo trabajo fue hace varias vidas y no me he mantenido en contacto con mis antiguos colegas”.
Entonces Emma Best se metió en un pequeño círculo de personas que trabajaban para Wikileaks. La plataforma de denuncia de Julian Assange había copado titulares con sus numerosas revelaciones. Pero Best se peleó con Assange en 2016 y hoy lo acusa de mentir sobre la fuente de las filtraciones en la sede del Partido Demócrata estadounidense, entre otras cosas. “Yo persigo hechos y datos, no agendas”, dice. Assange está pendiente de extradición a los Estados Unidos, donde se enfrenta a una pena de cárcel de 175 años por traición. Best es consciente de que ellos también podrían ser acusados por sus publicaciones en internet. Cuando se les pregunta si tienen miedo de ser acusados por sus filtraciones, Best responde: “Soy consciente de que podría suceder, pero no tengo miedo. Si me acusan, lucharé, pero no me arrepentiré”.
En la lista de paraísos fiscales que blanquean dinero
En los últimos años, las medidas políticas y las sanciones han obligado a Bahamas a cambiar sus leyes y aumentar la transparencia fiscal. Pero el país es un buen ejemplo del juego del ratón y el gato que los territorios de ultramar suelen emplear con los reguladores de la OCDE. En 2000, la organización incluyó al Estado caribeño en una lista de países que ayudan a la evasión fiscal. Bahamas respondió con cambios legislativos. Sin embargo, la OCDE volvió a criticar a Bahamas en 2009 y 2014, y al año siguiente la Unión Europea también clasificó al Estado caribeño en su lista de 30 paraísos fiscales no cooperativos.
Actualmente sigue habiendo indicios de que Bahamas no se toma demasiado en serio la transparencia prometida. Fuentes de los reguladores internacionales han asegurado a Der Spiegel que las islas están una vez más en el punto de mira. A principios de mayo, la Comisión Europea puso al estado en una lista de otros 11 países donde el riesgo de que se lleve a cabo blanqueo de dinero es elevado.
“La evasión de impuestos es una preocupación social urgente, ya que roba a todas las personas de nuestro entorno”, subraya Lorax Horne. La organización benéfica Oxfam calcula que la pobreza mundial podría eliminarse dos veces si todos los impuestos se pagaran de acuerdo con la ley.
“Puede haber razones comerciales legítimas para crear una sociedad offshore, pero no hay ninguna razón legítima para permanecer en el anonimato”, indica Lakshmi Kumar, del centro de estudios estadounidense Global Financial Integrity (GFI). Kumar cita un estudio del Banco Mundial que examinó casos de corrupción a lo largo de tres décadas. En el 70% de ellos era significativo el papel desempeñado por empresas fantasma.
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Desde 2014 la OCDE confía en el intercambio automático de información entre los Estados para garantizar una mayor transparencia en el sistema. La jefa del Secretariado del Foro Global de la OCDE, Zayda Manatta, es optimista y cree que funcionará: “Lo veo como un gran lago, y el agua está bajando. Cuanto más baje el nivel del agua, más peces grandes aparecerán”.
Una nueva directiva del Consejo Europeo, que entrará en vigor el 1 de julio [y España acaba de transponer a su ordenamiento], se dirige principalmente a los profesionales que crean empresas pantalla para sus clientes. A partir de entonces, asesores fiscales, contables y abogados deberán informar a las autoridades de los modelos de planificación fiscal agresiva con que se encuentren en su trabajo. Si no se adhieren a las normas de transparencia, los Estados les impondrán sanciones. Tommaso Faccio, que hace campaña por una reforma de la fiscalidad internacional de las empresas en la organización ICRIT (Independent Commission for Reform of International Corporate Taxation) , se muestra escéptico: “Me preocupa que la directiva de la UE no sea un instrumento contundente. No está suficientemente claro quién controlará a los intermediarios y cómo serán sancionados”.
Las tácticas de guerrilla digital, como las que persigue DDoS, funcionan más rápidofuncionan más rápido. Por eso los activistas hacen enemigos poderosos. “Mi vida se ha convertido en un campo de minas legal a fin de mitigar los riesgos para DDoSecrets y nuestra fuente”, tuiteó un día Emma Best. Cuando se les pregunta a Best y Horne sobre el riesgo que corren de ser sometidos a costosos juicios o de sufrir actos personales de venganza, reaccionan desafiantes: “Si caemos, caemos. Quienes están en el poder son los que están asustados, porque tienen mucho más que perder que el público”.