Comunidad de Madrid
La moción de Sánchez para deponer a Ayuso enrarece la negociación presupuestaria con Ciudadanos
Es la primera vez que no dice que no. Y la primera vez también que el PSOE se ha abierto a darle la Presidencia de la Comunidad de Madrid, a pesar de que en las elecciones de 2019 Ciudadanos quedó en tercer lugar y no alcanzó siquiera el 20% de los votos. El vicepresidente del Gobierno madrileño, Ignacio Aguado, con asiento en el Comité Ejecutivo de Inés Arrimadas, se limitó este miércoles a decir que ahora hay otras urgencias al margen de las mociones de censura.
Aguado compareció ante los periodistas tras la reunión semanal del Gobierno de la presidenta Isabel Díaz Ayuso y, sin mediar pregunta alguna, se preguntó si “la principal preocupación de los madrileños es la moción de censura” sobre la que el PSOE lleva meses especulando: “Yo le garantizo [a los socialistas] que no”.
Fue todo lo que la prensa obtuvo de Aguado, porque el líder madrileño de Ciudadanos se negó una y otra vez, en las numerosas ocasiones en las que fue interpelado, a aclarar si rechaza la oferta del PSOE para convertirse en presidente de la Comunidad de Madrid o si, por el contrario, lo que ocurre es que no considera que ahora sea el momento de abrir esa opción, como se deduce de sus palabras.
Lo cierto es que la última oferta del secretario general del PSOE de Madrid, José Manuel Franco, no sólo no tiene fecha de caducidad sino que expresamente no hacía referencia a una moción inmediata, en plena segunda ola de la pandemia. La prioridad, recordó en declaraciones a Onda Cero que recuerdan las de Aguado, es luchar contra la propagación de la pandemia, pero luego “habrá que hablar” de una moción de censura para poner fin al "desgobierno y deterioro" del Ejecutivo regional.
Detrás de la oferta del PSOE-M, según diversas fuentes consultadas por infoLibre, está el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Franco nunca daría ese paso sin consultar antes con Moncloa no sólo porque tendría consecuencias en la política nacional sino también porque, en la práctica, pone definitivamente en el disparadero al que fuera candidato a la Presidencia en las elecciones de 2019, Ángel Gabilondo, objeto de numerosas críticas por su ausencia en el debate público durante los últimos meses.
En el PSOE no se hacen muchas ilusiones y, en privado, reconocen que la viabilidad de la moción es hoy por hoy nula. No creen que Aguado vaya a aceptar romper el Gobierno de Madrid a corto plazo pero, si los desencuentros con Ayuso van en aumento y en algún momento busca una salida, el líder de Cs en Madrid ya sabe que la tiene. Y es una salida muy golosa para Ciudadanos: la posibilidad de presidir una de las comunidades autónomas más relevantes de España en términos políticos y económicos. Y de consumar definitivamente la relevancia de los naranjas en el tablero político, principal objetivo de Arrimadas desde que heredó el naufragio provocado por Albert Rivera.
La foto de Colón
Sacaría además Cs de la foto de Colón, esa la que “sigue estando”, como recordó Pedro Sánchez en la sesión de control del Congreso en un duro retrato de la formación naranja que devuelve al primer plano las diferencias de criterio entre ambas formaciones, como la propia Arrimadas se encargó de ratificar en el mismo Pleno con una crítica feroz al Ministerio de Educación por no haber impuesto normas homogéneas en todas las comunidades para la reapertura del curso escolar.
El propio Franco relacionó la viabilidad de la moción con la posibilidad de que “al final” haya “un acuerdo presupuestario” en España entre el Gobierno de coalición y Ciudadanos. En ese caso pidió que “Inés Arrimadas, en ejercicio de responsabilidad y sensatez, le recomiende a Ignacio Aguado que apoye una moción de censura”.
En el PP de Pablo Casado confían en que Arrimadas cumpla con los acuerdos, suscritos para una legislatura. Perder Madrid, que Ayuso ha convertido en el ariete contra el Gobierno central, sería uno golpe durísimo para el líder conservador en un momento especialmente delicado por culpa de la Operación Kitchen.
Sánchez estaría dispuesto a dar la Presidencia de Madrid a Ciudadanos en atención a la emergencia en que se ha convertido la situación política y sanitaria de Madrid. La gestión de Ayuso ha demostrado, según los socialistas, demasiados errores en medio de una gravísima situación sanitaria y económica: desde no haber previsto la contratación de rastreadores, clave para evitar la escalada de contagios que vive la Comunidad, a la tardanza en la preparación de la vuelta al cole, que le ha obligado a contratar a miles de profesores con el curso ya prácticamente en marcha y a improvisar espacios en los centros educativos.
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Sacar adelante la moción de censura, implica además contar con Más País y con Unidas Podemos, lo que añade complejidad a la iniciativa, especialmente si Cs quisiese tener la Presidencia.
La actitud de Ángel Gabilondo, supuestamente sin interés en ejercer como cabeza de la oposición a Ayuso, facilita las cosas. No repetirá como cabeza de cartel en las elecciones 2023 y en el PSOE ya hay quienes creen que tienen que empezar a preparar la enésima renovación del liderazgo del partido en Madrid, una comunidad cuya Presidencia se les resiste desde hace 30 años.
En el partido preocupa además que el bajo perfil del liderazgo e Gabilondo acabe por pasarles factura, especialmente si Más Madrid sigue disputándoles el de tú a tú protagonismo de la oposición a Ayuso.