Operación Kitchen
El juez imputa a Jorge Fernández Díaz por el espionaje a Bárcenas pero descarta de momento citar a Cospedal
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha imputado al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz en la pieza 7 del conocido como caso Villarejo, la que investiga la llamada operación Kitchen, pero no ha atendido la petición de la Fiscalía Anticorrupción de citar como investigada a la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, según han informado fuentes jurídicas.
El magistrado ha citado a Fernández Díaz el próximo 30 de octubre y un día antes ha convocado al que fuera número dos de Interior Francisco Martínez, imputado desde principios de año aunque todavía no había declarado en la Audiencia Nacional.
Este operativo que se habría sufragado con fondos reservados y sin ningún tipo de control judicial con el objetivo de sustraer al extesorero del PP Luis Bárcenas información sensible que éste se habría llevado cuando fue despedido para así ocultársela a la justicia.
Con esta nueva imputación, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 atiende la petición de la Fiscalía Anticorrupción y se mete de lleno a investigar la pata política de la operación Kitchen, pero empezando por la cúpula del Ministerio del Interior, después de dos años de instrucción.
El magistrado instructor ya había dado el primer paso de indagar en las implicaciones políticas del operativo a principios de este año, cuando imputó a Francisco Martínez, quien todavía está pendiente de declarar.
Hasta ahora, las actuaciones se habían dirigido contra el máximo mando de la policía en aquella época, el Director Adjunto Operativo (DAO) Eugenio Pino, así como sus adjuntos y diversos comisarios e inspectores, incluidos el propio Villarejo y el que fuese jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo, Enrique García Castaño.
La operación Kitchen, dispositivo que llegó a activar a casi 70 agentes de la Policía Nacional, se puso en marcha entre 2013 y 2014 por parte de Villarejo —entonces adjunto a la DAO de la Policía— y se trataba de un plan para captar como confidente a Sergio Ríos, entonces chófer de Bárcenas.
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La idea era sustraer información que el extesorero podía haberse llevado del partido cuando fue despedido después de que saltara el escándalo sobre su fortuna en el extranjero y los presuntos pagos en dinero negro a dirigentes del PP.
Para ello, se usaron presuntamente fondos reservados aprobados cuando Jorge Fernández Díaz era ministro del Interior del primer Gobierno de Mariano Rajoy.
El PP abrirá expediente informativo a Fernández Díaz tras ser imputado, según han informado a Europa Press fuentes de la dirección nacional de la formación.
